La CIRT digital y el ife… ¿¡análogo?!

Diario Libertad / Marcela Gómez Zalce

Los amigos a veces abandonan con demasiada facilidad, mi estimado, mientras los enemigos son implacables. El simpático culebrón del tesorito en el fondo del mar parece sentenciado a convertirse, si bien le va a Felipe y a su Gymboree, en uno de los distintivos chisguetes sexenales o en el peor de los casos, en quedarse hasta nuevo aviso en las ocurrentes profundidades.

Y todo, my friend, gracias a la excelsa estrategia del gobierno de Calderón, que va de desliz a traspié y de error a franca desesperación. El PRI, que había estado estos últimos días sumiendo la cabeza y sumando tenebras amarillas, ha comenzado a enviar divertidas señales que muestran un seductor desánimo por la terquedad presidencial de aventar el reformón al precio que sea y donde los azules no terminan de conocer a plenitud el célebre frankenstein energético que sigue guardado bajo siete llaves.

En el colmo de la risa en vacaciones, Pemex, Georgina Kessel y sus distinguidos dumb squads continúan con la pendejada espotera del tesorito escondido, aderezado ahora con una campaña para desatar sobresaltos y preocupaciones sobre el tiempo de las mentadas reservas petroleras logrando mas bien la ocupación tricolor en voz de Manlio Fabio Beltrones declarando que esa estupidez mediática no ayuda al debate y que el PRI mantiene su convicción al diálogo. Ya se la sabe, mi estimado, los tricolores en su conocido y perverso jueguito político de que son los salvadores de la patria. O sea, los héroes de la película, papá.

Mientras en San Lázaro Emilio Gamboa afirmaba que no habrá fast track en el reformón, ni contratos de riesgo ni privatización ni cambios a nuestra Carta Magna dejando la original rendija para algunos fascinantes cambios, pero sin duda en la misma frecuencia que Xicoténcatl desde donde, es evidente, se lleva la batuta energética que es la manzana de la discordia nacional orquestada por el régimen que naufraga entre el tesorito superpoderoso de Bucareli y su falta total de capacidad (o ingenuidad) para exponer de cara a la nación la iniciativa presidencial.

El encono vuelve a estar de moda en esta temporada, donde el organizado crimen aplasta al desorganizado gobierno y donde en las trincheras partidistas se viven distintas y muy peligrosas batallas.

El ejemplo de los amarillos es un extraordinario botón, aunque el partido Alternativa priista whatever, encabezado por Manlio Fab..., perdón Alberto Begné, demuestra que este alumno desea superar al maestro sonorense en eso de maravillosas técnicas para borrar del mapa al adversario, y nada como prostituir un partido para mantenerlo con vida electoral —léase con nuestros impuestos— dejando de lado principios, ética y el sugestivo árbol de moras, todo como tendencia chic, también, in style.

Alberto Begné se ha encargado de enseñar el tesoro profundo del cobre pateando a Patricia Mercado, a quien quiere fuera de lo que cree es su juguetito personal. Sobre todo por los orígene$$ que dieron vida a ese partido que el buen Begné... conoce demasiado bien y entre gitanos no se leen las cartas. Esa agrupación, my friend, es la Alternativa de Beltrones para lo que se ofrezca en el futuro, aunque Begné, cual espléndido aliado de la nueva izquierda de derecha, se venda al mejor postor que, coincidencias en la política, resultan ser los mismos gobernadores del PRI que mecieron la cuna en el cochinero amarillo.

Tener una famiglia así no tiene precio, ¿no le parece?

Aunque con la pena, lo que tampoco va a tener precio es el tsunami de ira, cólera, furor y arrebato que se llevará a cabo en territorio azul... a raíz del fuego amigo, pero muy amigo… como en las famiglias, pues... que desintegró a Juan Camilo Mouriño…


Por la Mirilla

Ayer comentábamos de la genialidad de Calderón… y de Creel… y de Mouriño… y de Poiré en el nacimiento del frankenstein electoral que tiene (y mantiene) al ife de disfuncionales bailando al son de los prerrequisitos de la CIRT, además de la lindura de Valdés Zurita & shitheads de solicitar mil millones de pesos adicionales para… comprar fierros… para llevar a cabo sus nuevas y complejas responsabilidades, que incluye el simpático monitoreo.

De darles el billete, el cacareado ahorro del célebre chisguete fiscal —por el cual se negoció el electoral– se irá directo al nabo y sin escalas con un sofisticado detallín: ¡¿qué diablos pasará cuando toda la industria, comenzando por el duopolio televisivo, transite a la era digital… y los espléndidos fierros del ife queden obsoletos…?!