Calderón El Más Dañado
Cínico: un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada
Oscar Wilde
JUSTIFICACIONES QUE NO son explicaciones… Entrevistas y conferencias de prensa que no aclaran y sí confunden… Líneas argumentativas –en realidad, argucias— que sólo enredan más el asunto… y el más perjudicado es su jefe, Felipe Calderón.
"Las manos limpias" hoy están enlodadas. El Estado de Derecho se enchueca a conveniencia en cada una de sus apariciones en público. Sí, sí son sus firmas. Sí, sí fungía como servidor público al momento de estamparlas sobre contratos de una empresa pública, Pemex, para beneficiar a un negocio de sus familiares. Sí, sí se violó la Ley de Responsabilidades. Sí. Sí. Sí. Pero él insiste, terquea: No. No. No.
Y el más perjudicado es su jefe, Felipe Calderón.
Presenciamos ahora mismo como las leyes van tornándose poco a poco permeables a los caprichos que el poder una vez alcanzado proporciona, y a una visión de honestidad y "manos limpias" que van cambiando hacia la perspectiva opuesta: la corrupción, la soberbia, el cinismo y la hipocresía como motor de ideas, pensamientos y acciones de la existencia misma.
Y el más perjudicado es su jefe, Felipe Calderón.
Él, el joven señor Juan Camilo Mouriño ya la libró. Su proyecto empresarial es próspero y transnacional. Igual en México que en España. Las riquezas se han acrecentado. Familiares y amigos se han beneficiado todavía más.
Pero después de todo esto, a él no ya no le queda entonces nada más que una visión nihilista y pesimista del futuro a la que agarrarse. Quien siga los próximos años en el ejercicio, uso y hasta abuso del poder resultará el más perjudicado: su jefe, Felipe Calderón.
El daño está hecho. El jefe de Mouriño así lo entiende, así lo sufre. Por tal es que, hasta ahora, no ha salido a dar la cara por su secretario. Por tal es que los coordinadores de las fracciones parlamentarias del PAN en el Congreso han sido vacilantes en cuanto a la creación o no de comisiones especiales para investigar este caso de evidente tráfico de influencias y trasiego de intereses en beneficio de particulares allegados.
Sí, quien hasta hoy es el más dañado es Felipe Calderón.
Ahí está la encuesta de María de las Heras (Milenio, 10/03/2008) con datos contundentes:
"Nueve de cada diez personas que entrevistamos este fin de semana piensan que lo que (Mouriño) hizo es moralmente incorrecto, y de ellas, siete opinan que bajo estas condiciones no puede continuar con las funciones de un secretario de Gobernación y que debería renunciar…
"En este momento, el 53% piensa que el Presidente nombró a Mouriño a sabiendas de que estos escándalos se podrían presentar. Si 85% piensa que son cosas inmorales, hagan sus números y vean hasta donde el aplomo de Mouriño puede llegar a dañar la imagen de Calderón."
Lo dañado, dañado está.
El más perjudicado de este escándalo, sin duda, es Felipe Calderón.
¿Tendrá un Plan B? ¿Así seguirá lo que le queda de sexenio?