Entre la Democracia y la oligarquía tiránica.

Diario Libertad

En menos de 24 horas nuestro México, acorde al perverso show de la Democracia habrá pasado oficialmente a ser una dictadura, en la que la Constitución, las Leyes y la voluntad del Pueblo son palabras que habrán quedado para reserva de los discursos en épocas de campañas.

Indolentemente los mexicanos, quizás esperanzados en que la Virgen de Guadalupe nos liberara de lo que nos espera, vimos como la tiranía se iba instaurando poco a poco sin que hiciéramos nada efectivo para evitarlo.

De nada sirvieron manifestaciones, rollos de papel impresos con inconformidades y pronunciamientos que solo atrajeron enemistades y señalamientos por parte de las Autoridades. Nada fue suficiente para evitar que los representantes del Pueblo traicionaran a quienes dicen representar.

Los policías, emulando el Estado policiaco que se vive en los EEUU donde los guardianes del orden pueden hacer lo que les venga en gana utilizando métodos por demás violatorios de los Derechos Humanos, allanarán domicilios particulares sin la orden de ningún juez y muy caro habremos de pagar el no habernos solidarizado en un boicot a las transnacionales que hubiera doblegado a las Autoridades.

“Los pueblos tienen los gobiernos que merecen” dijo José de Maistré. Que pena que los mexicanos merezcamos un gobierno espurio que de la noche a la mañana se convirtió en dictadura, sin que hiciéramos nada para defendernos.

Habremos de pagar las consecuencias.