¡¿Y el MP, apá?!
Diario Libertad / Marcela Gómez Zalce
• El sugestivo deslinde del EPR
• Semántica energética
El hombre es juzgado no por lo que termina, mi estimado, sino por lo que comienza. Finaliza la explosiva semana con la cifra de ejecutados en diversas entidades alcanzando números históricos, mientras el portero presidencial del Gymboree, Felipe Calderón, cacarea orgulloso el número de goles metidos al equipo de los divertidos traviesos.
En medio del delicado juego, my friend, continúa el inédito sospechosismo alrededor de la propuesta del inquilino de Los Pinos, aderezada del simulado discurso presidencial de respetar la propuesta del Congreso donde los legisladores comienzan a medirle el agua a los camotes energéticos. El asunto trivializado por una bola de rufianes pasados de lanza, parece caer en el campo de la semántica, donde el término privatización está prohibido mientras que modernización, alianza estratégica, flexibilación y cualquier otra pendejada similar son vendidos como el término políticamente correcto.
En medio del equívoco reventón energético ya está casi lista, y con su listón, la célebre reforma de justicia penal y seguridad pública, otro frankenstein, mi querido lector, al que varios se le han ido, literalmente, a la yugular. Sobre todo por la danza del diablo en los seductores detalles donde, curiosamente, hay distintos epicentros... con disímiles secuelas.
Porque con la pena, primero habría que hacer la espléndida pregunta de quién fue el genio (o sea, the big wiseass) que decidió mezclar la magnesia con la gimnasia. Y dejó fuera de esta fiesta al verdadero monstruo de múltiples cabezas urgido de mecanismos para acotarlo, modernizarlo y transformarlo llamado... Ministerio Público.
Porque es precisamente ahí, my friend, donde está el arreglón, la corrupción y el nudo marino aprovechado por los poderosos intereses que empujan esta delicada reforma que, con la novedad, los célebres juicios orales —los cuales implican una modificación marca ACME de todo el complejo sistema judicial— aterrizarán hasta dentro de siete u ocho años mientras que, al día siguiente de la aprobación por parte de nuestras distinguidas lacritas legislativas de este espectacular bodrio, se da pie a una reacción en cadena de peligrosa represión e impunidad en estados donde lo que priva es el capricho, los deseos y la voluntad del mandatario en turno.
Botones sobran, pero Oaxaca podría ser uno de esos ingenuos ejemplos de (who calls the fucking shots) cómo se podrían escalar aún más los conflictos sociales latentes —acompañados, como siempre, de una amplia dosis de originales atropellos y excesos tan acreditados internacionalmente— si se porta un cheque en blanco que justifique, como diría el clásico poblano, los coscorrones.
Porque demasiadas cosas extrañas han estado ocurriendo en el estado de Ulises Ruiz, donde la ley que impera es... la del gobernador.
Las autoridades han mostrado licencia para matar y no deja de ser, digamos, maravilloso el reciente caso de la ejecución del jefe policiaco Alejandro Barrita, donde la primera jiribilla, perdón, versión manejada por el mismísimo Ruiz Ortiz, my friend, fue la del sello de los disciplinados Zetas aderezada con el estúpido sonsonete oficial de la respuesta ante el combate al narcotráfico.
Y como el chicle no pegó —por aquellito de los mensajes de que esa recepción no fue nuestra así que porfa no te nos confundas, compadre—, días después apareció una extraña pinta en una barda de la UABJO haciendo referencia al asesinato y turns out que ayer, los revoltosos del EPR, en un chistoso comunicado… se deslindaron del suceso... lo que origina la cándida pregunta por parte del sonriente respetable (es viernes) de dónde quedó la bolita... y qué saben... en el gobierno de Oaxaca de todo este coctelito C4 que ya tiene fecha de... explosión.
Y si Ulises corre con la misma suerte, que hasta ahora ha sido indudable compañera, el reformón penal y de seguridad pública le va a caer como anillo al dedo para... para... desactivar este artefacto y comenzar a planchar el curioso X-file de los dos miembros del EPR (MIA) donde, como la perinola... todos pusieron, o mejor aún, perdieron.
Sobre todo ahora que el gobierno de Felipe Calderón mantiene fascinantes negociaciones (a pesar de las palabras del chico superpoderoso en Bucareli) con ciertos personajes de este grupito —tildado como terrorista—, los cuales ya fueron balconeados en su interesante comunicado que tiene una estupenda lectura, my friend, sobre el timing de los acontecimientos que vienen...
• El sugestivo deslinde del EPR
• Semántica energética
El hombre es juzgado no por lo que termina, mi estimado, sino por lo que comienza. Finaliza la explosiva semana con la cifra de ejecutados en diversas entidades alcanzando números históricos, mientras el portero presidencial del Gymboree, Felipe Calderón, cacarea orgulloso el número de goles metidos al equipo de los divertidos traviesos.
En medio del delicado juego, my friend, continúa el inédito sospechosismo alrededor de la propuesta del inquilino de Los Pinos, aderezada del simulado discurso presidencial de respetar la propuesta del Congreso donde los legisladores comienzan a medirle el agua a los camotes energéticos. El asunto trivializado por una bola de rufianes pasados de lanza, parece caer en el campo de la semántica, donde el término privatización está prohibido mientras que modernización, alianza estratégica, flexibilación y cualquier otra pendejada similar son vendidos como el término políticamente correcto.
En medio del equívoco reventón energético ya está casi lista, y con su listón, la célebre reforma de justicia penal y seguridad pública, otro frankenstein, mi querido lector, al que varios se le han ido, literalmente, a la yugular. Sobre todo por la danza del diablo en los seductores detalles donde, curiosamente, hay distintos epicentros... con disímiles secuelas.
Porque con la pena, primero habría que hacer la espléndida pregunta de quién fue el genio (o sea, the big wiseass) que decidió mezclar la magnesia con la gimnasia. Y dejó fuera de esta fiesta al verdadero monstruo de múltiples cabezas urgido de mecanismos para acotarlo, modernizarlo y transformarlo llamado... Ministerio Público.
Porque es precisamente ahí, my friend, donde está el arreglón, la corrupción y el nudo marino aprovechado por los poderosos intereses que empujan esta delicada reforma que, con la novedad, los célebres juicios orales —los cuales implican una modificación marca ACME de todo el complejo sistema judicial— aterrizarán hasta dentro de siete u ocho años mientras que, al día siguiente de la aprobación por parte de nuestras distinguidas lacritas legislativas de este espectacular bodrio, se da pie a una reacción en cadena de peligrosa represión e impunidad en estados donde lo que priva es el capricho, los deseos y la voluntad del mandatario en turno.
Botones sobran, pero Oaxaca podría ser uno de esos ingenuos ejemplos de (who calls the fucking shots) cómo se podrían escalar aún más los conflictos sociales latentes —acompañados, como siempre, de una amplia dosis de originales atropellos y excesos tan acreditados internacionalmente— si se porta un cheque en blanco que justifique, como diría el clásico poblano, los coscorrones.
Porque demasiadas cosas extrañas han estado ocurriendo en el estado de Ulises Ruiz, donde la ley que impera es... la del gobernador.
Las autoridades han mostrado licencia para matar y no deja de ser, digamos, maravilloso el reciente caso de la ejecución del jefe policiaco Alejandro Barrita, donde la primera jiribilla, perdón, versión manejada por el mismísimo Ruiz Ortiz, my friend, fue la del sello de los disciplinados Zetas aderezada con el estúpido sonsonete oficial de la respuesta ante el combate al narcotráfico.
Y como el chicle no pegó —por aquellito de los mensajes de que esa recepción no fue nuestra así que porfa no te nos confundas, compadre—, días después apareció una extraña pinta en una barda de la UABJO haciendo referencia al asesinato y turns out que ayer, los revoltosos del EPR, en un chistoso comunicado… se deslindaron del suceso... lo que origina la cándida pregunta por parte del sonriente respetable (es viernes) de dónde quedó la bolita... y qué saben... en el gobierno de Oaxaca de todo este coctelito C4 que ya tiene fecha de... explosión.
Y si Ulises corre con la misma suerte, que hasta ahora ha sido indudable compañera, el reformón penal y de seguridad pública le va a caer como anillo al dedo para... para... desactivar este artefacto y comenzar a planchar el curioso X-file de los dos miembros del EPR (MIA) donde, como la perinola... todos pusieron, o mejor aún, perdieron.
Sobre todo ahora que el gobierno de Felipe Calderón mantiene fascinantes negociaciones (a pesar de las palabras del chico superpoderoso en Bucareli) con ciertos personajes de este grupito —tildado como terrorista—, los cuales ya fueron balconeados en su interesante comunicado que tiene una estupenda lectura, my friend, sobre el timing de los acontecimientos que vienen...