Cumbre energética

Por Esto

* El perredista Alfonso Ramírez Cuéllar llama a un encuentro para salir todos unidos en torno a un planteamiento de defensa del petróleo y entre todos se elabore una carta común en materia energética

* Congreso de la Unión, Frente Amplio Progresista (FAP), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Instituto Politécnico Nacional (IPN), organismos dedicados a la investigación del tema, a liderazgos como Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, los convocados

“Todos lo que se oponen (a la privatización) debemos garantizar la autonomía del sector, la soberanía y el fortalecimiento de la industria, así como erradicar la corrupción, terminar con el dispendio de recursos, pugnar por el fortalecimiento de PEMEX y unificar las subsidiarias”, dijo Ramírez Cuéllar.

MEXICO, D.F., 10 de febrero (LA JORNADA).- En un análisis sobre la nueva política energética, el Frente Amplio Progresista (FAP) advirtió que la intención del gobierno calderonista de abrir al sector privado la industria petrolera va contra la tendencia mundial de dejar el sector en manos del Estado, ante el declive de las reservas probadas.
Además, critica que las privatizaciones en México han convertido monopolios estatales en monopolios privados, en beneficio sólo de sus dueños y en detrimento de la población en general.

Dentro de este entorno, destacó este domingo la propuesta que emitió Alfonso Ramírez Cuéllar, aspirante a la presidencia nacional del PRD, convocando a una cumbre en materia energética para salir todos unidos en torno a un planteamiento de defensa del petróleo.

Anunció, en gira por Guerrero, que formalizará su invitación al Congreso de la Unión, al FAP, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional, organismos dedicados a la investigación de este tema, y a liderazgos como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador para que “entre todos se elabore una carta común en materia energética”.

Por cierto, en entrevista aparte, el líder barzonista indicó que este planteamiento lo llevará a la reunión que se espera en estos días entre López Obrador y los principales contendientes en el proceso perredista -aparte de Ramírez Cuéllar, Alejandro Encinas, Jesús Ortega y Camilo Valenzuela- justamente para emitir un pronunciamiento conjunto contra la privatización petrolera.

Sostuvo que todos lo que se oponen a esta acción “debemos garantizar la autonomía del sector, la soberanía y el fortalecimiento de la industria, así como erradicar la corrupción, terminar con el dispendio de recursos, pugnar por el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y unificar las subsidiarias”.

Los integrantes del FAP –organizaciones sociales y los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia--, en tanto, coincidieron en el documento que al respecto aprobaron que abrir partes de PEMEX al sector privado provocaría un perjuicio contra la sociedad, “pues se crearía un monopolio privado que no transferiría las ventajas del monopolio natural a la sociedad, vía ingreso fiscal, como la paraestatal lo hace, sino que se realizaría una apropiación privada de sus ventajas”.

Y alertaron sobre el riesgo de que se suscite un “desabasto en mercados como el de la gasolina” si la exploración de reservas de crudo y gas, hasta la petroquímica básica quedan bajo la administración privada, lo “cual nos obligaría a importar” aún más el producto.

También que el Estado, al declarar incompetencia financiera y tecnológica en la materia, extiende una “invitación abierta al capital privado para participar paso por paso por todo el sector, hasta llegar a la propiedad privada de los yacimientos”.

A través de su análisis, el FAP mencionó que ello impactaría negativamente en el desarrollo científico nacional porque “las empresas llevarían su investigación y desarrollo a sus propios laboratorios, posiblemente del extranjero y no a la comunidad nacional”.

El Frente Amplio Progresista defendió la contribución fiscal del sector petrolero para la estabilidad de las finanzas públicas. En 2007, recordó, el ingreso que de allí fluyó hacia el presupuesto federal fue de 863 mil millones de pesos, 37 por ciento del total, y este porcentaje, aseguró, durante 25 años se ha mantenido alto.