Levantan campesinos bloqueo en puente fronterizo; “sigue la lucha”
* Nos negamos a desaparecer por decreto de los poderosos, advierten
* El día 31, marcha en la ciudad de México; habrá movilizaciones en varios estados del país
La Jornada
Ciudad Juárez, Chih., 2 de enero. Para evitar que el agro se convierta en “refugio de sobrevivientes”, campesinos de diversas organizaciones nacionales y regionales acordaron continuar con una intensa movilización durante este año.
“Estamos dispuestos a luchar 36 horas, 36 días, 36 años, o el tiempo que sea necesario, en defensa de nuestra dignidad y para mostrar a los poderosos que su dominio empieza a tambalearse”, dijo Víctor Quintana, del Frente Democrático Campesino de Chihuahua (FDCCh), al concluir el bloqueo que desde el primer minuto de este año y hasta el mediodía de ayer sostuvieron en el puente Córdoba-Las Américas para evitar el ingreso de maíz y frijol estadunidenses.
Las temperaturas hasta de menos tres grados bajo cero no mermaron el ánimo de los integrantes del FDCCh, la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, la Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros –El Barzón–, la Unión de Trabajadores Agrícolas Fronterizos (UTAF), la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo y la Unión Campesina Democrática, ni de colonos de Lomas del Poleo y del ejido Casas Grandes, entre otros, quienes refrendaron su compromiso de sostener el Plan de El Chamizal como su agenda básica de lucha para lograr la revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), para que se excluya el maíz y el frijol.
Al amanecer de ayer –en el reinicio normal del tránsito fronterizo–, los campesinos dejaron ingresar a territorio nacional a los tráileres que aceptaban mostrar su mercancía; el acceso se detuvo cuando uno de los transportistas se negó a abrir el contenedor y otro pretendió evadir a los jornaleros; en menos de dos horas, cerca de 18 vehículos de carga hacían una larga fila desde la caseta de acceso estadunidense hasta la “joroba” del puente, en el límite entre México y Estados Unidos.
“Todos andamos atrás de los frijoles; si no entrego la mercancía, no tengo ingresos”, dijo uno de los transportistas a los campesinos, quienes aclararon que su movimiento de protesta es precisamente para salvaguardar la producción de frijol y maíz mexicanos, y los convocaron a solidarizarse con su lucha.
La fila de los trasnportes de carga se prolongó hasta después de las 12 horas, cuando los agricultores levantaron el bloqueo iniciado el primero de enero y mostraron satisfacción por haber empezado una nueva etapa de la resistencia campesina, desde esta frontera norteña y en tierra marcada por la lucha de Francisco Villa.
Antes de retirarse de “la joroba” del puente, Miguel Colunga, del FDCCh, comentó que el 25 de julio del año pasado varias organizaciones campesinas, ambientalistas y sociales empezaron la campaña “Sin maíz no hay país, sin frijol tampoco. Pon a México en tu boca”, y a partir de entonces se propusieron juntar un millón de firmas en defensa de la producción en México de ambos granos y para que sean excluidos del TLCAN, además de informar a la población de los daños que ese tratado comercial ha causado al campesinado. “Nuestro balance es positivo; la ciudadanía ha mostrado simpatía y solidaridad por esta lucha”, asentó.
Y mientras los integrantes de las organizaciones campesinas destacaban que este año habrá manifestaciones, plantones y diversas acciones de protesta en el país, las cuales empezarán el 31 de enero con una marcha en la ciudad de México, y continuarán en Morelos, Michoacán y Jalisco, algunos automovilistas se detenían a leer las mantas y letreros improvisados con piedras: “Sin maíz no hay país”, y demandaban más información.
Quintana recordó que en enero de 2003, un grupo de campesinos dio inicio a una protesta en esta zona fronteriza, y posteriormente nació el movimiento El Campo no Aguanta Más –en el que se aglutinaron decenas de organizaciones nacionales y regionales. “Hoy –dijo–, esta renovada acción de resistencia aún no tiene nombre, pero ya tiene un eje de lucha: el Plan de El Chamizal, con el que volvemos a decir claramente al gobierno de México que el TLCAN no ha traído beneficios y que no nos dejaremos engañar por el gobierno espurio, encabezado por Felipe Calderón, quien afirma que el tratado comercial no nos daña y que hay que aprovechar las ventajas. “Desde esta tierra del Centauro del Norte le decimos que no dejaremos de luchar por una política justa, soberana y democrática, y que vamos a rescatar a México y la economía nacional para favorecer a la gente honesta y sencilla”.
El problema de la producción de alimentos en el país “nos atañe a todos”, no sólo a los campesinos, alzó la voz uno de los agricultores participantes, quien narró: “cuando era joven, jamás pensé que bebería agua comercializada; todos íbamos a los aguajes y a los arroyos, pero ahora está acaparada por los particulares. Ahora, las trasnacionales dicen que van a plantar muchos árboles para producir oxígeno por eso del cambio climático, y seguramente –aunque parezca un disparate– ya están pensando en cobrar ese oxígeno. Lo digo porque ya pasó con el agua, y quieren seguir privatizando todos los recursos naturales, la tierra y las semillas que nos han dado identidad cultural, y a los campesinos nos quieren desaparecer”, advirtió.
El campo, abundó Gabino Gómez, de El Barzón, se debate entre la vida y la muerte; la intensa lucha que se ha iniciado en este año es por un campo productivo y por una alternativa de vida; “los campesinos nos negamos a desaparecer y a morir por decreto de los poderosos”.
Ayer, los integrantes de las diversas organizaciones que participaron en el bloqueo del puente Córdoba-Las Américas se comprometieron a participar en las movilizaciones y acciones de protesta que sus respectivas dirigencias definirán el próximo día 14, en la ciudad de México.
* El día 31, marcha en la ciudad de México; habrá movilizaciones en varios estados del país
La Jornada
Ciudad Juárez, Chih., 2 de enero. Para evitar que el agro se convierta en “refugio de sobrevivientes”, campesinos de diversas organizaciones nacionales y regionales acordaron continuar con una intensa movilización durante este año.
“Estamos dispuestos a luchar 36 horas, 36 días, 36 años, o el tiempo que sea necesario, en defensa de nuestra dignidad y para mostrar a los poderosos que su dominio empieza a tambalearse”, dijo Víctor Quintana, del Frente Democrático Campesino de Chihuahua (FDCCh), al concluir el bloqueo que desde el primer minuto de este año y hasta el mediodía de ayer sostuvieron en el puente Córdoba-Las Américas para evitar el ingreso de maíz y frijol estadunidenses.
Las temperaturas hasta de menos tres grados bajo cero no mermaron el ánimo de los integrantes del FDCCh, la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, la Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros –El Barzón–, la Unión de Trabajadores Agrícolas Fronterizos (UTAF), la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo y la Unión Campesina Democrática, ni de colonos de Lomas del Poleo y del ejido Casas Grandes, entre otros, quienes refrendaron su compromiso de sostener el Plan de El Chamizal como su agenda básica de lucha para lograr la revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), para que se excluya el maíz y el frijol.
Al amanecer de ayer –en el reinicio normal del tránsito fronterizo–, los campesinos dejaron ingresar a territorio nacional a los tráileres que aceptaban mostrar su mercancía; el acceso se detuvo cuando uno de los transportistas se negó a abrir el contenedor y otro pretendió evadir a los jornaleros; en menos de dos horas, cerca de 18 vehículos de carga hacían una larga fila desde la caseta de acceso estadunidense hasta la “joroba” del puente, en el límite entre México y Estados Unidos.
“Todos andamos atrás de los frijoles; si no entrego la mercancía, no tengo ingresos”, dijo uno de los transportistas a los campesinos, quienes aclararon que su movimiento de protesta es precisamente para salvaguardar la producción de frijol y maíz mexicanos, y los convocaron a solidarizarse con su lucha.
La fila de los trasnportes de carga se prolongó hasta después de las 12 horas, cuando los agricultores levantaron el bloqueo iniciado el primero de enero y mostraron satisfacción por haber empezado una nueva etapa de la resistencia campesina, desde esta frontera norteña y en tierra marcada por la lucha de Francisco Villa.
Antes de retirarse de “la joroba” del puente, Miguel Colunga, del FDCCh, comentó que el 25 de julio del año pasado varias organizaciones campesinas, ambientalistas y sociales empezaron la campaña “Sin maíz no hay país, sin frijol tampoco. Pon a México en tu boca”, y a partir de entonces se propusieron juntar un millón de firmas en defensa de la producción en México de ambos granos y para que sean excluidos del TLCAN, además de informar a la población de los daños que ese tratado comercial ha causado al campesinado. “Nuestro balance es positivo; la ciudadanía ha mostrado simpatía y solidaridad por esta lucha”, asentó.
Y mientras los integrantes de las organizaciones campesinas destacaban que este año habrá manifestaciones, plantones y diversas acciones de protesta en el país, las cuales empezarán el 31 de enero con una marcha en la ciudad de México, y continuarán en Morelos, Michoacán y Jalisco, algunos automovilistas se detenían a leer las mantas y letreros improvisados con piedras: “Sin maíz no hay país”, y demandaban más información.
Quintana recordó que en enero de 2003, un grupo de campesinos dio inicio a una protesta en esta zona fronteriza, y posteriormente nació el movimiento El Campo no Aguanta Más –en el que se aglutinaron decenas de organizaciones nacionales y regionales. “Hoy –dijo–, esta renovada acción de resistencia aún no tiene nombre, pero ya tiene un eje de lucha: el Plan de El Chamizal, con el que volvemos a decir claramente al gobierno de México que el TLCAN no ha traído beneficios y que no nos dejaremos engañar por el gobierno espurio, encabezado por Felipe Calderón, quien afirma que el tratado comercial no nos daña y que hay que aprovechar las ventajas. “Desde esta tierra del Centauro del Norte le decimos que no dejaremos de luchar por una política justa, soberana y democrática, y que vamos a rescatar a México y la economía nacional para favorecer a la gente honesta y sencilla”.
El problema de la producción de alimentos en el país “nos atañe a todos”, no sólo a los campesinos, alzó la voz uno de los agricultores participantes, quien narró: “cuando era joven, jamás pensé que bebería agua comercializada; todos íbamos a los aguajes y a los arroyos, pero ahora está acaparada por los particulares. Ahora, las trasnacionales dicen que van a plantar muchos árboles para producir oxígeno por eso del cambio climático, y seguramente –aunque parezca un disparate– ya están pensando en cobrar ese oxígeno. Lo digo porque ya pasó con el agua, y quieren seguir privatizando todos los recursos naturales, la tierra y las semillas que nos han dado identidad cultural, y a los campesinos nos quieren desaparecer”, advirtió.
El campo, abundó Gabino Gómez, de El Barzón, se debate entre la vida y la muerte; la intensa lucha que se ha iniciado en este año es por un campo productivo y por una alternativa de vida; “los campesinos nos negamos a desaparecer y a morir por decreto de los poderosos”.
Ayer, los integrantes de las diversas organizaciones que participaron en el bloqueo del puente Córdoba-Las Américas se comprometieron a participar en las movilizaciones y acciones de protesta que sus respectivas dirigencias definirán el próximo día 14, en la ciudad de México.