Piden salida de Ramírez Acuña
De aprobarse la reforma del Estado, que permitiría al Congreso ratificar en sus puestos a los secretarios, uno de los primeros en dejar su encargo, de acuerdo con los legisladores de oposición, sería el titular de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña
Revista Contralínea
Legisladores de oposición dicen que, de aprobarse la reforma del Estado, Francisco Ramírez Acuña dejaría la Secretaría de Gobernación (Segob); mientras, especialistas sostienen que dicha dependencia es prácticamente inexistente, además de que no tiene interlocución con los partidos políticos.
Los diputados de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Revolucionario Institucional (PRI) le reprochan el supuesto descuido en seguridad nacional, al no prever los atentados del Ejército Popular Revolucionario (EPR) a instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex); las censuras a los espot del PRD sobre la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como “presidente legítimo” y al pronunciamiento de la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, el día que Felipe Calderón rindió el Primer Informe de Gobierno.
También le reclaman la incoherente política migratoria, que exige respeto a los indocumentados mexicanos en Estados Unidos y no lo da a los de centro y sur de América que cruzan la frontera de México con Guatemala; la ineficaz atención a la población que padece desastres naturales; el desmantelamiento de la comisión para atender los feminicidios de Ciudad Juárez, Chihuahua; la desatención política de los conflictos sociales de Oaxaca y Chiapas, y el supuesto otorgamiento clandestino de permisos para la instalación de juegos de apuestas o casinos.
Las circunstancias tampoco han ayudado a Ramírez Acuña. El pasado 5 de julio, cuando ocurrieron los ataques contra ductos de Pemex en Guanajuato, el secretario de Gobernación estaba de vacaciones en Europa.
Su aparente “mano firme” para reprimir la incontinencia verbal de Vicente Fox –“los políticos debemos entender que el que se va se calla”– se desvaneció al arrepentirse y buscar el perdón del exmandatario panista, quien le reviró que esas exigencias eran “prácticas del priismo”. Fox agregó: “¡A mí no me van a poner piedritas para quedarme callado!”.
Otro capítulo que provocó malestar, fue la respuesta de Ramírez Acuña ante las críticas de que el narcotráfico había llegado al gobierno: “Es correcto decir que este flagelo ha llegado a los partidos políticos, a algunos núcleos empresariales. Es correcto que tenemos que trabajar todos para poder salir adelante en este problema que dejamos crecer todos por varias décadas en México y que hoy tenemos que enfrentarlo todos”.
Más aún, frente al anuncio de las autoridades eclesiásticas de que cerrarían la Catedral hasta que se garantizara por escrito la seguridad de los fieles y sacerdotes, Ramírez Acuña demoró tres días en contestar que estaban en su derecho.
—Los legisladores le piden renunciar –le dijeron los reporteros al término de su comparecencia en la Cámara de Diputados, el pasado 25 de septiembre.
—El secretario de Gobernación nunca ha mentido y nunca va a mentir; el secretario dejará la secretaría cuando el presidente de la República se lo pida –contestó.
Ramírez Acuña no es interlocutor: Beltrones
En entrevista Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la banca del PRI en el Senado, sostiene que la Segob “necesita sufrir cambios importantes que la adecuen a la realidad y estoy convencido de que hoy lleva más tareas del ministerio del interior que de la otrora Secretaría de Gobernación que se convertía en un interlocutor sumamente ágil con los grupos parlamentarios o con el Congreso, o con los otros poderes”.
Quien fuera secretario particular del exsecretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles y quien en 1988 se desempeñara como subsecretario de Gobierno de dicha dependencia, dice que hace falta “que en la ley orgánica –a la Segob– le demos un tránsito a la modernidad. Es una adecuación para los tiempos actuales”.
En cuanto al propósito de remover a Ramírez Acuña de la Secretaría de Gobernación, Manlio Fabio Beltrones fue más explícito durante una conferencia sobre la Reforma del Estado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, de la que se posee la grabación.
Ahí dijo que resultaba “verdaderamente de risa” que el Senado de la República deba ratificar a casi todos los altos funcionarios de la secretarías de Estado, pero no a los titulares.
En confianza, relajado, el senador priista aseguró que si a él le hubiera tocado, teóricamente, ver el ascenso de un partido distinto al poder, como sucedió en 2000, “la primer figura sobre la cual hubiese enfocado la atención para la buena gobernanza habría sido la siniestra Secretaría de Gobernación”.
Pero Vicente Fox cometió una de sus equivocaciones al nombrar a Santiago Creel como secretario de Gobernación, pues arrastraba conflictos con Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo Pintado.
“Ése fue el interlocutor caprichoso que escogió el ignorante del presidente. Y creo que (Creel) tampoco dialogaba con el PAN, para acabarla de amolar, porque era un militante de reciente cuño, todavía impugnado”. Además, “el señor Fox salía al extranjero a decir que quería reformas estructurales que solamente existían en su imaginación y no tenía un operador mayor al respecto”.
Agregó: “La Secretaría de Gobernación tiene hoy un nuevo titular, y no hablo mal de la persona; (sin embargo) quien se encuentra (Francisco Ramírez Acuña) no estaba listo; por lo mismo, padece como interlocutor.
“La Ley Orgánica dice que la Secretaría de Gobernación será el interlocutor natural sobre los otros poderes. El documento lo marca, pero nadie lo acepta”. Gobernación, dijo, “debería de tener las facultades de la Secretaría de la Función Pública, recientemente remodelada en su titularidad, para que le responda al Congreso directamente sobre muchas de sus inquietudes, sobre cómo se está manejando el presupuesto, y debería tener algunas cosas más”.
Segob, falso interlocutor
En entrevistas por separado, especialistas revisan el papel de la dependencia como mediador político y la transformación que sufriría dentro de la reforma del Estado, la cual prevé que los titulares de las secretarías sean ratificados por el Congreso.
Jorge Chabat, profesor e investigador de la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), experto en temas de seguridad nacional, señala que “el interlocutor con los partidos políticos ha sido el presidente, directamente, y el operador político de Calderón ha sido Calderón. Si esto es así, pues ciertamente la función de la Secretaría de Gobernación parecería que la esta haciendo el propio presidente”.
—¿Se va el actual secretario de Gobernación?
—Si se aprueba esa reforma, habrían varios secretarios de Estado que probablemente no pasarán la prueba del Congreso. Un punto importante es que si el secretario de Gobernación no tiene interlocución con los partidos, pierde fuerza. Ése fue uno de los problemas del sexenio pasado, donde el secretario Santiago Creel tampoco tenía interlocución y no salía ningún acuerdo.
“Ahora –agrega–, la diferencia parece ser que quien tienen interlocución con los partidos es Calderón. Y uno se pregunta, entonces, cuál es la labor del secretario de Gobernación”.
Considera que otra de las funciones de Gobernación, la inteligencia, ha sido errática. “No parece estar ejerciendo sus facultades y haciendo sus funciones de la mejor manera. Sí, tenemos un problema serio con las funciones del secretario de Gobernación. Es algo que tendrá que evaluar el presidente Calderón”.
Ignacio Marván Laborde, director de la División de Estudios Políticos del CIDE, considera que “traemos en la imaginación una Secretaría de Gobernación para un país que ya no existe. También estamos pidiéndole peras al olmo: ¿por qué tenían poder esos míticos secretarios de gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios y Jesús Reyes Heroles?, porque controlaban al sistema electoral y a la fuerza pública. Así cualquiera obedece, cualquiera se sienta contigo a platicar”.
Considera que Gobernación “es una pequeña secretaría de protección civil, con migración, con problemas muy graves. Realmente ha perdido toda la fuerza política, de todas las características de articulador político, no sólo por el personaje que ahí está, sino porque no está adecuada a las circunstancias actuales del país”.
—Se sabe, de manera extraoficial, que el titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Guillermo Valdés, entera primero a Calderón y después a Ramírez Acuña.
—Entonces, que saquen (al Cisen) de depender de Gobernación cuando menos.
Marván Laborde señala que incluso el titular de la Segob ya tiene conflictos al interior del gabinete, por la denuncia que hizo de haber supuestamente recibido al Cisen desmantelado y con bajo presupuesto.
“Yo no sé qué habrá opinado el actual procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, (acerca de) que lo desmanteló y cedió el presupuesto. Ya empezamos a ver conflictos importantes adentro del propio Ejecutivo”.
Por su parte, Jorge Alcocer, economista y exsubsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, dice que esta dependencia “es hoy una serie de oficinas inconexas que no ayudan para nada a la tarea más importante que tiene la secretaría, que es la gobernabilidad”.
Exdiputado y director de la revista Voz y Voto, asegura que la dependencia “requiere un profundo rediseño para hacerse cargo de la nueva realidad con el Congreso y con los partidos. Ningún gobierno, sea panista, perredista, priista o de cualquier color podrá tener éxito sin una operación política, en la que se conjuguen armoniosa y exitosamente dos asuntos: las tareas de la gobernabilidad y las tareas de la seguridad”.
En suma, dice, “es una dependencia que ha perdido la mayor parte de sus facultades y capacidades”.
Revista Contralínea
Legisladores de oposición dicen que, de aprobarse la reforma del Estado, Francisco Ramírez Acuña dejaría la Secretaría de Gobernación (Segob); mientras, especialistas sostienen que dicha dependencia es prácticamente inexistente, además de que no tiene interlocución con los partidos políticos.
Los diputados de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Revolucionario Institucional (PRI) le reprochan el supuesto descuido en seguridad nacional, al no prever los atentados del Ejército Popular Revolucionario (EPR) a instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex); las censuras a los espot del PRD sobre la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como “presidente legítimo” y al pronunciamiento de la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, el día que Felipe Calderón rindió el Primer Informe de Gobierno.
También le reclaman la incoherente política migratoria, que exige respeto a los indocumentados mexicanos en Estados Unidos y no lo da a los de centro y sur de América que cruzan la frontera de México con Guatemala; la ineficaz atención a la población que padece desastres naturales; el desmantelamiento de la comisión para atender los feminicidios de Ciudad Juárez, Chihuahua; la desatención política de los conflictos sociales de Oaxaca y Chiapas, y el supuesto otorgamiento clandestino de permisos para la instalación de juegos de apuestas o casinos.
Las circunstancias tampoco han ayudado a Ramírez Acuña. El pasado 5 de julio, cuando ocurrieron los ataques contra ductos de Pemex en Guanajuato, el secretario de Gobernación estaba de vacaciones en Europa.
Su aparente “mano firme” para reprimir la incontinencia verbal de Vicente Fox –“los políticos debemos entender que el que se va se calla”– se desvaneció al arrepentirse y buscar el perdón del exmandatario panista, quien le reviró que esas exigencias eran “prácticas del priismo”. Fox agregó: “¡A mí no me van a poner piedritas para quedarme callado!”.
Otro capítulo que provocó malestar, fue la respuesta de Ramírez Acuña ante las críticas de que el narcotráfico había llegado al gobierno: “Es correcto decir que este flagelo ha llegado a los partidos políticos, a algunos núcleos empresariales. Es correcto que tenemos que trabajar todos para poder salir adelante en este problema que dejamos crecer todos por varias décadas en México y que hoy tenemos que enfrentarlo todos”.
Más aún, frente al anuncio de las autoridades eclesiásticas de que cerrarían la Catedral hasta que se garantizara por escrito la seguridad de los fieles y sacerdotes, Ramírez Acuña demoró tres días en contestar que estaban en su derecho.
—Los legisladores le piden renunciar –le dijeron los reporteros al término de su comparecencia en la Cámara de Diputados, el pasado 25 de septiembre.
—El secretario de Gobernación nunca ha mentido y nunca va a mentir; el secretario dejará la secretaría cuando el presidente de la República se lo pida –contestó.
Ramírez Acuña no es interlocutor: Beltrones
En entrevista Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la banca del PRI en el Senado, sostiene que la Segob “necesita sufrir cambios importantes que la adecuen a la realidad y estoy convencido de que hoy lleva más tareas del ministerio del interior que de la otrora Secretaría de Gobernación que se convertía en un interlocutor sumamente ágil con los grupos parlamentarios o con el Congreso, o con los otros poderes”.
Quien fuera secretario particular del exsecretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles y quien en 1988 se desempeñara como subsecretario de Gobierno de dicha dependencia, dice que hace falta “que en la ley orgánica –a la Segob– le demos un tránsito a la modernidad. Es una adecuación para los tiempos actuales”.
En cuanto al propósito de remover a Ramírez Acuña de la Secretaría de Gobernación, Manlio Fabio Beltrones fue más explícito durante una conferencia sobre la Reforma del Estado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, de la que se posee la grabación.
Ahí dijo que resultaba “verdaderamente de risa” que el Senado de la República deba ratificar a casi todos los altos funcionarios de la secretarías de Estado, pero no a los titulares.
En confianza, relajado, el senador priista aseguró que si a él le hubiera tocado, teóricamente, ver el ascenso de un partido distinto al poder, como sucedió en 2000, “la primer figura sobre la cual hubiese enfocado la atención para la buena gobernanza habría sido la siniestra Secretaría de Gobernación”.
Pero Vicente Fox cometió una de sus equivocaciones al nombrar a Santiago Creel como secretario de Gobernación, pues arrastraba conflictos con Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo Pintado.
“Ése fue el interlocutor caprichoso que escogió el ignorante del presidente. Y creo que (Creel) tampoco dialogaba con el PAN, para acabarla de amolar, porque era un militante de reciente cuño, todavía impugnado”. Además, “el señor Fox salía al extranjero a decir que quería reformas estructurales que solamente existían en su imaginación y no tenía un operador mayor al respecto”.
Agregó: “La Secretaría de Gobernación tiene hoy un nuevo titular, y no hablo mal de la persona; (sin embargo) quien se encuentra (Francisco Ramírez Acuña) no estaba listo; por lo mismo, padece como interlocutor.
“La Ley Orgánica dice que la Secretaría de Gobernación será el interlocutor natural sobre los otros poderes. El documento lo marca, pero nadie lo acepta”. Gobernación, dijo, “debería de tener las facultades de la Secretaría de la Función Pública, recientemente remodelada en su titularidad, para que le responda al Congreso directamente sobre muchas de sus inquietudes, sobre cómo se está manejando el presupuesto, y debería tener algunas cosas más”.
Segob, falso interlocutor
En entrevistas por separado, especialistas revisan el papel de la dependencia como mediador político y la transformación que sufriría dentro de la reforma del Estado, la cual prevé que los titulares de las secretarías sean ratificados por el Congreso.
Jorge Chabat, profesor e investigador de la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), experto en temas de seguridad nacional, señala que “el interlocutor con los partidos políticos ha sido el presidente, directamente, y el operador político de Calderón ha sido Calderón. Si esto es así, pues ciertamente la función de la Secretaría de Gobernación parecería que la esta haciendo el propio presidente”.
—¿Se va el actual secretario de Gobernación?
—Si se aprueba esa reforma, habrían varios secretarios de Estado que probablemente no pasarán la prueba del Congreso. Un punto importante es que si el secretario de Gobernación no tiene interlocución con los partidos, pierde fuerza. Ése fue uno de los problemas del sexenio pasado, donde el secretario Santiago Creel tampoco tenía interlocución y no salía ningún acuerdo.
“Ahora –agrega–, la diferencia parece ser que quien tienen interlocución con los partidos es Calderón. Y uno se pregunta, entonces, cuál es la labor del secretario de Gobernación”.
Considera que otra de las funciones de Gobernación, la inteligencia, ha sido errática. “No parece estar ejerciendo sus facultades y haciendo sus funciones de la mejor manera. Sí, tenemos un problema serio con las funciones del secretario de Gobernación. Es algo que tendrá que evaluar el presidente Calderón”.
Ignacio Marván Laborde, director de la División de Estudios Políticos del CIDE, considera que “traemos en la imaginación una Secretaría de Gobernación para un país que ya no existe. También estamos pidiéndole peras al olmo: ¿por qué tenían poder esos míticos secretarios de gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios y Jesús Reyes Heroles?, porque controlaban al sistema electoral y a la fuerza pública. Así cualquiera obedece, cualquiera se sienta contigo a platicar”.
Considera que Gobernación “es una pequeña secretaría de protección civil, con migración, con problemas muy graves. Realmente ha perdido toda la fuerza política, de todas las características de articulador político, no sólo por el personaje que ahí está, sino porque no está adecuada a las circunstancias actuales del país”.
—Se sabe, de manera extraoficial, que el titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Guillermo Valdés, entera primero a Calderón y después a Ramírez Acuña.
—Entonces, que saquen (al Cisen) de depender de Gobernación cuando menos.
Marván Laborde señala que incluso el titular de la Segob ya tiene conflictos al interior del gabinete, por la denuncia que hizo de haber supuestamente recibido al Cisen desmantelado y con bajo presupuesto.
“Yo no sé qué habrá opinado el actual procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, (acerca de) que lo desmanteló y cedió el presupuesto. Ya empezamos a ver conflictos importantes adentro del propio Ejecutivo”.
Por su parte, Jorge Alcocer, economista y exsubsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, dice que esta dependencia “es hoy una serie de oficinas inconexas que no ayudan para nada a la tarea más importante que tiene la secretaría, que es la gobernabilidad”.
Exdiputado y director de la revista Voz y Voto, asegura que la dependencia “requiere un profundo rediseño para hacerse cargo de la nueva realidad con el Congreso y con los partidos. Ningún gobierno, sea panista, perredista, priista o de cualquier color podrá tener éxito sin una operación política, en la que se conjuguen armoniosa y exitosamente dos asuntos: las tareas de la gobernabilidad y las tareas de la seguridad”.
En suma, dice, “es una dependencia que ha perdido la mayor parte de sus facultades y capacidades”.