Del editorial de la Revista El Chamuco
Ni en sus pesadillas más febriles Lázaro Cárdenas del Río imaginó en el siglo XXI la reedición macabra de Los Niños de Morelia.
Sin embargo, esta vez, quienes emigran no son niños desamparados que huyen de la España franquista, sino gallegos ya bastante peludos, dueños de bancos, hoteles y medios. Ahora no recibimos a lo más granado del mundo artístico e intelectual de la península, sino a especuladores y mercaderes arribistas de la globalización. Hoy no vienen los hijos de la república, sino los vástagos ideológicos de la dictadura que los amamantó.
En tremenda parajoda, fue también en el periodo de Cárdenas cuando se expropió la industria petrolera, y hoy los españoles empujan para abrir el sector, ayudados por uno de sus paisanos puesto en Gobernación y por otro niño de Morelia, nomás que éste de hechura nacional, chaparro y pelón. Que el artículo 32 constitucional impida a un extranjero ser secretario de estado es una nimiedad; en El Chamuco estamos por un gabinete multiétnico y multicultural. Eso, y que el papi de Mouriño tenga un emporio gasolinero, nos da la oportunidad a los mexicanos de seguir la grandiosa obra solidaria de Lázaro Cárdenas.
Así festeja El Chamuco este afortunado déjà vu
Sin embargo, esta vez, quienes emigran no son niños desamparados que huyen de la España franquista, sino gallegos ya bastante peludos, dueños de bancos, hoteles y medios. Ahora no recibimos a lo más granado del mundo artístico e intelectual de la península, sino a especuladores y mercaderes arribistas de la globalización. Hoy no vienen los hijos de la república, sino los vástagos ideológicos de la dictadura que los amamantó.
En tremenda parajoda, fue también en el periodo de Cárdenas cuando se expropió la industria petrolera, y hoy los españoles empujan para abrir el sector, ayudados por uno de sus paisanos puesto en Gobernación y por otro niño de Morelia, nomás que éste de hechura nacional, chaparro y pelón. Que el artículo 32 constitucional impida a un extranjero ser secretario de estado es una nimiedad; en El Chamuco estamos por un gabinete multiétnico y multicultural. Eso, y que el papi de Mouriño tenga un emporio gasolinero, nos da la oportunidad a los mexicanos de seguir la grandiosa obra solidaria de Lázaro Cárdenas.
Así festeja El Chamuco este afortunado déjà vu