Un millón de tabasqueños sufre los embates de la inundación
armando guzmán
* Damnificados abarrotan albergues; resiente la población escasez de agua potable, alimentos y gas doméstico
Villahermosa, Tab., 1 de noviembre (apro).- Mientras prosigue el rescate de miles de tabasqueños atrapados en azoteas de sus casas, el gobernador Andrés Granier Melo dijo que probablemente más de un millón de tabasqueños se encuentran ya en el agua por las lluvias y desbordamiento de ríos, y que mañana viernes regresa a la entidad el presidente Felipe Calderón.
En diversas entrevistas con medios nacionales y locales, el mandatario tabasqueño explicó que el estado tiene 2 millones cien mil habitantes, y que de los 700 mil que viven en Villahermosa y su zona conurbada, “seguramente medio millón están en el agua”, más otro tanto en el resto del estado.
Adelantó que mañana arribará a Tabasco el presidente Felipe Calderón, en lo que será su segunda visita luego de encabezar, el miércoles, una reunión de evaluación sobre el desastre tabasqueño.
Y que están por llegar mil médicos y mil 500 enfermeras para reforzar la atención a los damnificados que abarrotan los albergues y hoteles de Villahermosa y de todo el estado.
A cinco días de intensas lluvias, Villahermosa empezó a resentir la escasez de agua potable y gas doméstico, así como de alimentos en supermercados por compras de pánico de la población, aun cuando las autoridades reiteran insistentemente que existe suficiente abasto para enfrentar la peor catástrofe que sufre la entidad por las lluvias.
Aislado vía terrestre del resto del país, la capital de Tabasco enfrenta también la falta de energía eléctrica y la ausencia de dinero en cajeros automáticos, ante cuyos módulos decenas de clientes buscan retirar efectivo sin conseguirlo, éstos pues se encuentran “limpios” y muy pocas sucursales bancarias laboran desde ayer.
En el centro de la ciudad, inundada en gran parte por el desbordamiento del río Grijalva sobre el malecón Carlos Alberto Madrazo, más de 90% del comercio, restaurantes y hoteles cerraron sus puertas y, los que aún ofrecen servicios, ayudan con alimentos a los civiles voluntarios, soldados y marinos que luchan colocando costales para impedir que el agua del Grijalva avance sobre la ciudad, la cual luce desolada, como pueblo fantasma, con poca afluencia vehicular.
La principal estación de autobuses amaneció bajo el agua, y la radiodifusora XEVT, que transmite el noticiero Telereportaje, con más de 90% de audiencia de los radioescuchas tabasqueños, salió del aire por primera vez en su historia al anegarse su antena de transmisión.
Toneladas de basura se acumulan por diversos puntos de Villahermosa por falta de recolección, mientras que en helicópteros y lanchas, el Ejército Mexicano y la Marina rescatan a miles de damnificados, principalmente en colonias populares como Las Gaviotas y La Manga, donde el nivel del agua alcanza el techo de las casas.
Los más de 900 albergues instalados en todo el estado, y particularmente los de esta capital, son insuficiente para atender a los damnificados que siguen llegando, donde también los alimentos y agua empieza a escasear.
Aun cuando por primera vez el sol alumbró este mediodía, acompañado de una cálida temperatura de 28 grados centígrados, luego de llover intensamente desde el pasado domingo, la Comisión Nacional del Agua (CNA), en voz de su vocero Gilberto Segovia, advirtió que este signo positivo no significaba que el problema del ascenso de los ríos fuera a mejorar en las próximas horas y, por el contrario, la situación podría empeorar si el frente frío número seis, previsto para entrar a Tabasco el próximo sábado, trae más lluvias como los anteriores.
Ante ese escenario, miles de tabasqueños arrasan con todo tipo de alimentos y agua en tiendas de autoservicio, pese al anuncio de las autoridades de que existe suficiente abasto para enfrentar la emergencia.
El gobernador también reprobó que la “rumorología” de algunos medios de comunicación induzca a esta actitud que, dijo, sí contribuye al desabasto, y aclaró que los grandes supermercados como Sam’s Club, Wal Mart, Soriana y Chedraui tienen sus bodegas en Tabasco para abastecer el sureste del país.
Por su lado, el director de Protección Civil del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Jaime Juárez, anunció el envío de un tráiler y una camioneta con 23 toneladas de víveres para los damnificados de Tabasco.
Los alimentos serán canalizados a la Fundación Patan Pukú, Responsabilidad Compartida, que encabeza Martha Lilia López de Núñez, esposa del senador perredista Arturo Núñez Jiménez, para su distribución en albergues y localidades afectadas, informó la oficina de prensa del legislador.
Juárez dijo que en estos momentos de dificultad, el gobierno de Marcelo Ebrard no escatimará esfuerzos por ayudar a los tabasqueños, y que en las 17 delegaciones de la capital continúa la colecta para seguir enviando ayuda.
Por la tarde, personal del aeropuerto Carlos Rovirosa reportó que los vuelos que entran y salen de Villahermosa están partiendo con retraso, por lo que los pasajeros deben consultar con sus agencias de viaje la posible reprogramación de sus vuelos.
* Damnificados abarrotan albergues; resiente la población escasez de agua potable, alimentos y gas doméstico
Villahermosa, Tab., 1 de noviembre (apro).- Mientras prosigue el rescate de miles de tabasqueños atrapados en azoteas de sus casas, el gobernador Andrés Granier Melo dijo que probablemente más de un millón de tabasqueños se encuentran ya en el agua por las lluvias y desbordamiento de ríos, y que mañana viernes regresa a la entidad el presidente Felipe Calderón.
En diversas entrevistas con medios nacionales y locales, el mandatario tabasqueño explicó que el estado tiene 2 millones cien mil habitantes, y que de los 700 mil que viven en Villahermosa y su zona conurbada, “seguramente medio millón están en el agua”, más otro tanto en el resto del estado.
Adelantó que mañana arribará a Tabasco el presidente Felipe Calderón, en lo que será su segunda visita luego de encabezar, el miércoles, una reunión de evaluación sobre el desastre tabasqueño.
Y que están por llegar mil médicos y mil 500 enfermeras para reforzar la atención a los damnificados que abarrotan los albergues y hoteles de Villahermosa y de todo el estado.
A cinco días de intensas lluvias, Villahermosa empezó a resentir la escasez de agua potable y gas doméstico, así como de alimentos en supermercados por compras de pánico de la población, aun cuando las autoridades reiteran insistentemente que existe suficiente abasto para enfrentar la peor catástrofe que sufre la entidad por las lluvias.
Aislado vía terrestre del resto del país, la capital de Tabasco enfrenta también la falta de energía eléctrica y la ausencia de dinero en cajeros automáticos, ante cuyos módulos decenas de clientes buscan retirar efectivo sin conseguirlo, éstos pues se encuentran “limpios” y muy pocas sucursales bancarias laboran desde ayer.
En el centro de la ciudad, inundada en gran parte por el desbordamiento del río Grijalva sobre el malecón Carlos Alberto Madrazo, más de 90% del comercio, restaurantes y hoteles cerraron sus puertas y, los que aún ofrecen servicios, ayudan con alimentos a los civiles voluntarios, soldados y marinos que luchan colocando costales para impedir que el agua del Grijalva avance sobre la ciudad, la cual luce desolada, como pueblo fantasma, con poca afluencia vehicular.
La principal estación de autobuses amaneció bajo el agua, y la radiodifusora XEVT, que transmite el noticiero Telereportaje, con más de 90% de audiencia de los radioescuchas tabasqueños, salió del aire por primera vez en su historia al anegarse su antena de transmisión.
Toneladas de basura se acumulan por diversos puntos de Villahermosa por falta de recolección, mientras que en helicópteros y lanchas, el Ejército Mexicano y la Marina rescatan a miles de damnificados, principalmente en colonias populares como Las Gaviotas y La Manga, donde el nivel del agua alcanza el techo de las casas.
Los más de 900 albergues instalados en todo el estado, y particularmente los de esta capital, son insuficiente para atender a los damnificados que siguen llegando, donde también los alimentos y agua empieza a escasear.
Aun cuando por primera vez el sol alumbró este mediodía, acompañado de una cálida temperatura de 28 grados centígrados, luego de llover intensamente desde el pasado domingo, la Comisión Nacional del Agua (CNA), en voz de su vocero Gilberto Segovia, advirtió que este signo positivo no significaba que el problema del ascenso de los ríos fuera a mejorar en las próximas horas y, por el contrario, la situación podría empeorar si el frente frío número seis, previsto para entrar a Tabasco el próximo sábado, trae más lluvias como los anteriores.
Ante ese escenario, miles de tabasqueños arrasan con todo tipo de alimentos y agua en tiendas de autoservicio, pese al anuncio de las autoridades de que existe suficiente abasto para enfrentar la emergencia.
El gobernador también reprobó que la “rumorología” de algunos medios de comunicación induzca a esta actitud que, dijo, sí contribuye al desabasto, y aclaró que los grandes supermercados como Sam’s Club, Wal Mart, Soriana y Chedraui tienen sus bodegas en Tabasco para abastecer el sureste del país.
Por su lado, el director de Protección Civil del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Jaime Juárez, anunció el envío de un tráiler y una camioneta con 23 toneladas de víveres para los damnificados de Tabasco.
Los alimentos serán canalizados a la Fundación Patan Pukú, Responsabilidad Compartida, que encabeza Martha Lilia López de Núñez, esposa del senador perredista Arturo Núñez Jiménez, para su distribución en albergues y localidades afectadas, informó la oficina de prensa del legislador.
Juárez dijo que en estos momentos de dificultad, el gobierno de Marcelo Ebrard no escatimará esfuerzos por ayudar a los tabasqueños, y que en las 17 delegaciones de la capital continúa la colecta para seguir enviando ayuda.
Por la tarde, personal del aeropuerto Carlos Rovirosa reportó que los vuelos que entran y salen de Villahermosa están partiendo con retraso, por lo que los pasajeros deben consultar con sus agencias de viaje la posible reprogramación de sus vuelos.