EN MATERIA DE SEGURIDAD O PARA FeCAL
jorge carrasco araizaga
México, D.F. (apro).- Los atentados contra instalaciones de Pemex han derivado en trilladas críticas al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), lo que ha desviado la atención de los principales responsables de la alegada ineficiencia: la Presidencia de la República y el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña.
Sin duda que al director del Cisen, Guillermo Valdés, amigo personal del presidente Felipe Calderón, se le puede atribuir, por su ignorancia en materia de seguridad nacional, una alta responsabilidad en la ocurrencia de los atentados formalmente reivindicados por el Ejército Popular Revolucionario (EPR) en Guanajuato, Querétaro, Veracruz y Tlaxcala en los dos meses recientes.
Al igual que el ahora titular de la PGR, Eduardo Medina Mora, quien durante cuatro años del gobierno de Vicente Fox ocupó el cargo de director del Cisen, Valdés es un improvisado en la delicada tarea de elaborar inteligencia para la seguridad del Estado mexicano, pues su mérito es el de haber sido el encuestador que ayudó a Calderón a llegar a Los Pinos.
Además, está al frente de un organismo al que desde 2005 Medina Mora se ha encargado de desmantelar.
No es el único, pues el secretario de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, ha hecho lo propio, pero el ahora procurador general de la República sacó a importantes funcionarios para llevárselos primero a la SSP y luego a la PGR.
Más allá del encuestador, la responsabilidad de la recurrencia de los atentados recae de forma directa en Calderón y Ramírez Acuña, quien en su comparencia de este martes ante la Cámara de Diputados tendría que explicar lo que se ha presentado como una inoperancia del aparato de seguridad a su cargo.
Calderón es un responsable directo porque la Ley de Seguridad Nacional aprobada por el Congreso a fines de 2005 creó el Consejo de Seguridad Nacional (CSN), cuyo titular es él mismo.
El secretario ejecutivo de ese importante Consejo en el que participan nueve secretarías de Estado y el director del Cisen es nada menos que el exgobernador de Jalisco, como titular de Gobernación.
El CSN cuenta además con un poderoso secretario técnico, que es el encargado de coordinar el funcionamiento de dicho consejo, proponer políticas y lineamientos en seguridad nacional, presentar la Agenda Nacional de Riesgos al mismo, realizar el inventario de la infraestructura estratégica del país y mantener la relación con la comisión bicameral de Seguridad Nacional –integrada por tres senadores y tres diputados–, a la que en teoría el Ejecutivo le debe rendir cuentas.
La designación de ese funcionario es facultad exclusiva del titular del Ejecutivo. Calderón llevó a ese importante cargo a una académica especializada en la materia, Sigrid Arzt Colunga, quien cuenta con recursos propios para el funcionamiento de su oficina adscrita a Los Pinos, y a la que en su primer año de operación le fueron autorizados más de 12 millones de pesos.
Superiores a las atribuciones de Arzt son las de Ramírez Acuña, quien como secretario ejecutivo del Consejo es el encargado, entre otras tareas, de concentrar la información en materia de seguridad nacional producida por las autoridades del país, no sólo las del ámbito federal, sino también los estados y municipios.
De acuerdo con el reglamento de “Coordinación de acciones ejecutivas en materia de seguridad nacional” publicado por Fox el 29 de noviembre de 2006, un día antes de dejar la Presidencia, el secretario ejecutivo del CSN tiene también la responsabilidad de proponer acciones para enfrentar las amenazas de seguridad nacional, como lo sería la actuación de grupos que atenten contra el Estado.
El secretario ejecutivo tiene además la tarea de promover las políticas públicas para responder a acciones como las alegadas por el EPR y que, de ser ciertas, estarían exhibiendo fallas de todo el aparato de seguridad del Estado mexicano, incluidos los servicios de inteligencia militar.
Calderón y Ramírez Acuña, que hasta ahora han tenido como escudo de las críticas públicas al director del Cisen, tienen una responsabilidad política y legal directa, por lo que deben dar la cara ante la incierta situación en materia de seguridad en que se encuentra el Estado mexicano. (21 de septiembre de 2007)