ASIMETRIAS
Fausto Fernández Ponte
Pemex y el Reformón
I
La reforma hacendaria --así la llaman, aunque inapropiadamente-- propuesta por el espurio Presidente Felipe Calderón no contempla, paradójicamente, revisar el statu quo fiscal de Petróleos Mexicanos.
¿Por qué motivos el señor Calderón exime de toda reforma fiscal a la paraestatal? La respuesta es obvia: porque no existe interés en modificar ese statu quo impositivo.
¿Y por qué, preguntaríase el caro leyente, no existe interés en modificar dicho statu quo? La respuesta es también obvia: porque Pemex es la principal fuente de ingresos del Estado mexicano.
Entonces --continuará preguntándose el leyente--, ¿por qué, si es Pemex la fuente principal de ingreso del Estado mexicano, éste se empeña en asociarla a trasnacionales de Estados Unidos y España?
La contestación antojaríase, una vez más, de obviedad imprescindible: se trata, como dicen coloquialmente los gringos, to have the cake and eat it too (tener el pastel y comérselo).
Ello explicaría precisamente la exclusión del estatus fiscal de Pemex de la reforma. Se trataría de asociar a la paraestatal, pero sin que ésta cese como fuente principal de ingresos del Estado.
II
Ello nos plantearía, dialécticamente, que el titular del Estado mexicano, el ya señalado señor Calderón, habría elaborado un escenario prospectivo para el pantagruelismo privatizador.
Y ese pantagruelismo --"ten el pastel y también cómetelo"-- es el de que el escenario prospectivo calderonista pretendería blindar los activos reservorios de Pemex con respecto a los presuntos socios.
¿Querrá pasarse de listo el señor Calderón en lo tocante a este asunto? No soprendería que así fuese. La extrema derecha tiene por peculiaridad intrínseca la práctica del oportunismo crematístico.
Así, con arreglo a las premisas de este escenario prospectivo, ¡qué tipo de sociedad se celebraría entre Pemex y las trasnacionales petroleras?
Adelantemos una respuesta: repartirse extractivamente con Pemex lo que las trasnacionales petroleras encuentren en la prospección, exploración, localización y aprovechamiento de los reservorios.
El esquema es, aparentemente, práctico. Outsourcing, le llaman los estadunidenses. "Tú me das tu tecnología y tu capital y yo te permito extraer mi petróleo hasta la última gota, con el cual te pago en especie".
III
El esquema antojaríasele impecable a no pocos. Pemex no compromete sus activos reservorios ni sus otros bienes, tangibles e intangibles, en el subsuelo o a la luz. Pero compromete otro valor más importante.
Ese valor es el del control no sólo jurídico, sino real --en lo práctico-- y tecnológico y administrativo de esas riquezas reservorias. Y no sólo eso: Se compromete estratégicamente.
Un compromiso estratégico de la naturaleza descrita convertiría a Pemex --o su capital reservorio-- en botín de las trasnacionales presuntamente asociadas. No es sólo subcontratación. Ni outsourcing.
Además, la experiencia histórica nos confirma cada día que en materia de subcontratación (o outsourcing) hasta de cuatro manos Pemex no ha dado una. El acervo experiencial es negativo. Pemex siempre pierde.
Ese es un verismo histórico. Pemex siempre sale perdiendo ante los contratistas y subcontratistas --y los subrogados de éstos y aquéllos-- pues es parte de un comercio de contratos y subcontratos.
Ese comercio es inicuo. Va por pujas, pero éstas tienen un entorno: el de la corrupción. Mas no es ese el único peligro estratégico. Existe otro, el de la soberanía no solo de Pemex sino de México.
ffponte@gmail.comEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla
Glosario:
Outsourcing: vocablo del inglés estadunidense equivalente a contratación y/o subcontratación de recursos laborales externos.
Pantagruelismo: de Pantagruel, personaje y título de una obra de Rabelais. Dícese de las comidas en cantidad excecesiva.
Statu quo: estado de cosas. Estatus.
Verismo: hecho cierto.
La reforma hacendaria --así la llaman, aunque inapropiadamente-- propuesta por el espurio Presidente Felipe Calderón no contempla, paradójicamente, revisar el statu quo fiscal de Petróleos Mexicanos.
¿Por qué motivos el señor Calderón exime de toda reforma fiscal a la paraestatal? La respuesta es obvia: porque no existe interés en modificar ese statu quo impositivo.
¿Y por qué, preguntaríase el caro leyente, no existe interés en modificar dicho statu quo? La respuesta es también obvia: porque Pemex es la principal fuente de ingresos del Estado mexicano.
Entonces --continuará preguntándose el leyente--, ¿por qué, si es Pemex la fuente principal de ingreso del Estado mexicano, éste se empeña en asociarla a trasnacionales de Estados Unidos y España?
La contestación antojaríase, una vez más, de obviedad imprescindible: se trata, como dicen coloquialmente los gringos, to have the cake and eat it too (tener el pastel y comérselo).
Ello explicaría precisamente la exclusión del estatus fiscal de Pemex de la reforma. Se trataría de asociar a la paraestatal, pero sin que ésta cese como fuente principal de ingresos del Estado.
II
Ello nos plantearía, dialécticamente, que el titular del Estado mexicano, el ya señalado señor Calderón, habría elaborado un escenario prospectivo para el pantagruelismo privatizador.
Y ese pantagruelismo --"ten el pastel y también cómetelo"-- es el de que el escenario prospectivo calderonista pretendería blindar los activos reservorios de Pemex con respecto a los presuntos socios.
¿Querrá pasarse de listo el señor Calderón en lo tocante a este asunto? No soprendería que así fuese. La extrema derecha tiene por peculiaridad intrínseca la práctica del oportunismo crematístico.
Así, con arreglo a las premisas de este escenario prospectivo, ¡qué tipo de sociedad se celebraría entre Pemex y las trasnacionales petroleras?
Adelantemos una respuesta: repartirse extractivamente con Pemex lo que las trasnacionales petroleras encuentren en la prospección, exploración, localización y aprovechamiento de los reservorios.
El esquema es, aparentemente, práctico. Outsourcing, le llaman los estadunidenses. "Tú me das tu tecnología y tu capital y yo te permito extraer mi petróleo hasta la última gota, con el cual te pago en especie".
III
El esquema antojaríasele impecable a no pocos. Pemex no compromete sus activos reservorios ni sus otros bienes, tangibles e intangibles, en el subsuelo o a la luz. Pero compromete otro valor más importante.
Ese valor es el del control no sólo jurídico, sino real --en lo práctico-- y tecnológico y administrativo de esas riquezas reservorias. Y no sólo eso: Se compromete estratégicamente.
Un compromiso estratégico de la naturaleza descrita convertiría a Pemex --o su capital reservorio-- en botín de las trasnacionales presuntamente asociadas. No es sólo subcontratación. Ni outsourcing.
Además, la experiencia histórica nos confirma cada día que en materia de subcontratación (o outsourcing) hasta de cuatro manos Pemex no ha dado una. El acervo experiencial es negativo. Pemex siempre pierde.
Ese es un verismo histórico. Pemex siempre sale perdiendo ante los contratistas y subcontratistas --y los subrogados de éstos y aquéllos-- pues es parte de un comercio de contratos y subcontratos.
Ese comercio es inicuo. Va por pujas, pero éstas tienen un entorno: el de la corrupción. Mas no es ese el único peligro estratégico. Existe otro, el de la soberanía no solo de Pemex sino de México.
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Glosario:
Outsourcing: vocablo del inglés estadunidense equivalente a contratación y/o subcontratación de recursos laborales externos.
Pantagruelismo: de Pantagruel, personaje y título de una obra de Rabelais. Dícese de las comidas en cantidad excecesiva.
Statu quo: estado de cosas. Estatus.
Verismo: hecho cierto.