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lunes, 7 de mayo de 2007

YUCATECO SI AMAS TU ESTADO, ESTE 20 MAYO NI UN VOTO AL PAN

Este 20 de mayo defendamos nuestra Constitución

* El candidato del PAN contra los trabajadores

Por Georgina Rosado Rosado
lunes, 07 de mayo de 2007

El pregonero y candidato del PAN a la gubernatura, hoy desesperado porque va perdiendo, ofrece acciones y dentro de éstas su intención de modernizar la Constitución local, supuestamente para adaptarla a los "nuevos tiempos".

Uno de los indicadores de su plan de reforma fue su discurso ante obreras de una maquiladora, donde señaló las supuestas ventajas de que su pago sea fundamentalmente a destajo, con un pequeño salario base. Pero ocultó deliberadamente que la jubilación se establece sobre la base de ese minúsculo salario, por lo que sus ingresos obtenidos por los pagos a destajos no se contemplarían y por lo tanto su futuro sería de precariedad y carencias durante su vejez. Mientras que sus patrones vivirían cómodamente gracias a ese convenio leonino.

En un foro con empresarios ofreció condicionar el salario mínimo de los trabajadores a las ganancias de los dueños del capital. Es decir, trasladar los riesgos del mercado y la producción únicamente a las espaldas de sus trabajadores, sin las obligaciones de distribuir las ganancias en el caso de un buen negocio. Quiere que los obreros y obreras sean "solidarios" con la clase empresarial en momentos difíciles en la acumulación de capital, sin la reciprocidad de los empresarios, ya que nada les obliga a moderar sus ganancias para cerrar el abismo entre unos y otros.

Ofreció a los empresarios la exención de impuestos sobre la nómina en la contratación de nuevos trabajadores. Esta acción pondría en riesgo a los trabajadores ya contratados, quienes serían constantemente remplazados con el fin de que los empresarios se ahorren dichos impuestos. Por lo que ningún trabajador lograría antigüedad en sus puestos de trabajo, se perdería la estabilidad y seguridad laboral y con ella sus beneficios en prestaciones.

Al partido y al candidato de la derecha panista que tanto recurren a los valores de un tipo de familia, utilizando a la propia para golpear emocionalmente al electorado, no les preocupa que las medidas que promoverían en caso de ganar las elecciones destruyan los cimientos de las familias yucatecas. Estas reformas afectarían el tiempo que corresponderá a la empresa y el que podrá dedicar el trabajador a su descanso, a su vida personal y precisamente a su familia. Es decir el trabajo a destajo, sin tiempo ni salario fijo, llevaría a las mujeres y hombres trabajadores a sacrificar el tiempo y el cuidado dedicado a la familia; hijos, abuelos, padres, etc.

El discurso de los panistas resulta contradictorio cuando de generar nuevos trabajos para los jóvenes se refiere. Por un lado, han promovido que la ley del ISSTE y del IMSS se reformen, entre otros, prolongando el tiempo para que los trabajadores se puedan jubilar y por lo tanto retrasando el necesario reemplazo generacional de las plazas. Esta acción genera aumento de la presión sobre las plazas dado que propicia que la demanda de empleos sea mayor que su oferta. Con ello se permite que los capitalistas tengan condiciones a su favor a la hora de negociar los salarios y prestaciones con los jóvenes, que con tal de acceder a un trabajo tendrán que aceptar condiciones salariales mínimas, sin las prestaciones de ley. Como proponen los panistas en su propuesta del "primer empleo".

Es decir, las ofertas del candidato del PAN al gobierno del Estado coinciden con la línea nacional de panistas, diputados y senadores federales, quienes pretenden atacar a los trabajadores de toda la República reformando la Ley Federal de Trabajo, en el sentido de que pierdan sus derechos laborales con las siguientes acciones: a) sustituyendo los contratos fijos por eventuales; b) condicionando el salario mínimo a los beneficios de las empresas, c) permitiendo la extensión de los trabajadores de confianza sobre los de base; d) la polivalencia respecto a las funciones a realizar; e) manejo temporal de la jornada de trabajo conforme a las necesidades de la producción; f) minimización de la función negociadora de los sindicatos; g) reducción de los salarios; y h) supresión de los contratos colectivos de trabajo y la huelga. Todo lo cual tendría como inmediata consecuencia menores salarios y prestaciones para los trabajadores y que éstos no tengan la posibilidad de organizarse para defender sus derechos.

La intención de la derecha siempre ha sido que la ley de la oferta y la demanda, es decir las leyes inhumanas del mercado, el triunfo de la supervivencia del más fuerte en la selva, se impongan sobre cualquier otra racionalidad, como por ejemplo la obligación del Estado mexicano de consensuar con todos los actores de la producción para establecer las reglas del juego del mercado garantizando la justicia y el bienestar social. Por eso el candidato panista, hoy en sus discursos, pregona acciones para reducir al mínimo la participación del Estado en pro de una supuesta participación de la sociedad. Como si todos los ciudadanos yucatecos tuviéramos realmente las mismas condiciones de participar y de acceder a los recursos económicos, políticos e incluso publicitarios. Olvidándose de que sus cuates empresarios han acumulado su capital, no por sus capacidades empresariales, sino gracias a los apoyos ilegales y los privilegios que el gobierno panista les ha otorgado. El pretexto para afectar los derechos de los trabajadores es, según el pregonero del PAN, el interés de aumentar los empleos. Se basa en la pestilente lógica porfirista de que si los grandes grupos oligárquicos acumularan más riqueza, tarde o temprano ésta se desparramará hacia abajo y traerá beneficios al resto de la sociedad. Sin embargo, la evidencia histórica y actual demuestra lo contrario, es decir, la clase empresarial mexicana y yucateca, con algunas excepciones, buscan con afán extraer la mayor riqueza posible de sus empresas y de sus trabajadores para que, como en las antiguas aristocracias, la despilfarren en consumo lujoso e improductivo. De allí que en México y en Yucatán vivan las familias más ricas del mundo, por encima de los llamados países desarrollados, lo que no ha llevado ningún beneficio al resto de la población. De hecho, Yucatán es famoso a nivel internacional por las grandes y fastuosas mansiones, con modos de vida opulenta, que cualquier pequeño empresario puede adquirir y que los grandes empresarios de otros países ni siquiera soñarían. Ya que en esos países sí se regula la adecuada distribución de la riqueza y de la ganancia, por lo tanto, la sociedad es mayoritariamente clase media y no se encuentra la vergonzosa polarización que existe en nuestra sociedad.

Contrario a los dichos panistas, los mayores índices de crecimiento económico en nuestro país hasta los años ochenta, estuvieron ligados a salarios con mayor poder adquisitivo, estabilidad laboral, mejores condiciones laborales, protección en materia de seguridad social; en tanto que las medidas neoliberales han obstaculizado el desarrollo económico y despojado de bienestar a los trabajadores. Lo único que sí han logrado los panistas a la perfección es hacer a los ricos más ricos, sobre todo a los dueños de las trasnacionales.

En suma, el "Xa", como ahora se apoda, pretende cambiar el pacto entre la clase trabajadora y la detentadora del capital, afectando los derechos de los primeros y poniendo en peligro la preservación de un mínimo equilibrio en la justicia social y la paz social. Pisoteando con esto los derechos que los trabajadores han logrado en prolongadas etapas de lucha y que le ha costado la vida a millones de mexicanos. Es decir, que el ideal del candidato panista es que los trabajadores se transformen en una mercancía desechable, sus sindicatos en un área administrativa más de la empresa para la promoción de la productividad, hundiendo a los trabajadores en un abismo de represión e injusticia y negándoles uno de los esenciales derechos humanos: el acceso a un trabajo digno.

Que los grandes empresarios yucatecos que no sean nacionalistas ni se preocupen por sus trabajadores voten por el "Xa" es comprensible y de esperarse, que lo hagan los y las trabajadoras sería una gran contradicción. Trabajador y trabajadora, este 20 de mayo, al votar, defiende tus intereses.