EL PAN UN PARTIDO CORRUPTO, LLENO DE PEDERASTAS, LADRONES Y ASESINOS
Las palabras sirven para emborronar cuartillas
Germán Martínez Cázarez, secretario de la Función Pública del gobierno federal, debe saber cómo operan los servidores públicos que heredaron de gobiernos anteriores los manuales y las mañas para robar sin ser detectados, para desviar recursos económicos a campañas electorales y para traficar influencias con el objetivo de fabricar candidaturas.
Sin embargo, Martínez Cázares no podrá hacer mucho para evitar toda clase de tropelías y corruptelas que con impunidad se cometen en nombre de la moral y honestidad albiazul, porque se trata de un ejercicio arraigado e institucionalizado.
Por eso, abogados, ex legisladores, integrantes la familia presidencial y consultores, son contratados o invitados a traficar toda clase de influencias no sólo para beneficio personal, sino para que, a nombre del gobierno federal, ofrezcan obra pública a prominentes empresarios que después ayudarán a financiar o al menos dirán que financiaron campañas electorales de secretarios de Estado con ganas de ser gobernadores.
El presidente Felipe Calderón, fue duramente cuestionado por su injustificada visita a Yucatán. Fue obvia su presencia para apoyar a un candidato panista a gobernador local en claro declive.
En Durango es público el operativo panista que con toda la fuerza del Estado y del gobierno federal se realiza para apuntalar al secretario de turismo, Rodolfo Elizondo, y convertirlo en candidato a gobernador.
De hecho, panistas en activo procedentes de estados y municipios elogian la fuerza de la cúpula nacional panista en algunas secretarías de Estado y organismos descentralizados para ejercer ilícita presión sobre servidores públicos del más alto nivel, incluso para exigir la renuncia de funcionarios sin filiación política.
Valdría la pena que Germán Martínez Cázares releyera su texto de septiembre del año pasado cuando hacía la apología de su maestro Carlos Castillo Peraza: “Carlos defendía los espacios públicos, los espacios de todos. Los lugares donde coincidimos los mexicanos diferentes. El primer lugar público de todos es el gobierno, un gobierno no debe privatizarse a favor de nadie, ni en contra de nadie”.
Más aún: “Los gobiernos (municipal, estatal o federal) deben ser para todos, porque son públicos. Los gobiernos para unos son tiranías o son facciones que sólo provocan dolor a sus ciudadanos. De esta idea, Carlos tuvo a muchos alumnos, uno de ellos es hoy presidente electo de todos los mexicanos. Felipe Calderón gobernará para todos sin distingos y en un ambiente de conciliación”.
Como siempre, las palabras sirven para emborronar cuartillas.