EL IFE CONVERTIDO EN BENEFICIENCIA MATRIMONIAL!!
emeequis
Por Humberto Padgett
padgett@eme-equis.com.mx
A escasos 30 días de arrancar este 2007, Leonel Cota Montaño, el dirigente nacional del PRD, carraspeó y trató de modular su gastada voz. Traía ganas de poner las cosas claras: “Luis Carlos Ugalde se casó y se divorció. Y eso no tendría importancia si no hubiera hecho uso de 250 mil pesos para su boda con recursos públicos. Espero que en su siguiente matrimonio no lo haya hecho de nuevo”.
Cota Montaño no estaba tan errado, aunque la puntería le falló un poco. Porque no es verdad que Luis Carlos Ugalde, el presidente del IFE, haya recibido una dote matrimonial pagada con impuestos. Él no, pero otro consejero electoral sí: Marco Antonio Gómez Alcántar, quien recibió 156 mil pesos por ello. Y como él, otros 645 empleados y funcionarios del actual IFE han recibido una prestación que parece un resabio de los tiempos de la Colonia. Los mexicanos les hemos regalado, sin saberlo, poco más de siete millones de pesos. Y todo porque se casaron.
Marco Antonio Gómez Alcántar se veía satisfecho. Iba y venía en el salón donde ofrecía un coctel para celebrar, en la ciudad de México, su reciente matrimonio. Fue una fiesta informal, a la que asistieron unas 200 personas. Vestido de oscuro y con el cabello relamido hacia atrás, el más joven de los consejeros del IFE se detenía en las mesas ocupadas por sus ex compañeros de la Universidad Anáhuac.
“Si se quiere que un funcionario público no tenga otro ingreso, se debe tener una prestación alta. Eso es autonomía, eso es independencia.
Gómez Alcántar es licenciado en derecho por la Universidad Anáhuac. En el currículum del consejero, publicado en la página electrónica del Instituto, no se indican posgrados ni diplomados
“Como un gesto adicional renuncié a 350 mil pesos a los que tengo derecho para contratar asesores, como una señal de apoyo a la gente que está renunciando”
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padgett@eme-equis.com.mx
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Cota Montaño no estaba tan errado, aunque la puntería le falló un poco. Porque no es verdad que Luis Carlos Ugalde, el presidente del IFE, haya recibido una dote matrimonial pagada con impuestos. Él no, pero otro consejero electoral sí: Marco Antonio Gómez Alcántar, quien recibió 156 mil pesos por ello. Y como él, otros 645 empleados y funcionarios del actual IFE han recibido una prestación que parece un resabio de los tiempos de la Colonia. Los mexicanos les hemos regalado, sin saberlo, poco más de siete millones de pesos. Y todo porque se casaron.
Marco Antonio Gómez Alcántar se veía satisfecho. Iba y venía en el salón donde ofrecía un coctel para celebrar, en la ciudad de México, su reciente matrimonio. Fue una fiesta informal, a la que asistieron unas 200 personas. Vestido de oscuro y con el cabello relamido hacia atrás, el más joven de los consejeros del IFE se detenía en las mesas ocupadas por sus ex compañeros de la Universidad Anáhuac.
“Si se quiere que un funcionario público no tenga otro ingreso, se debe tener una prestación alta. Eso es autonomía, eso es independencia.
Gómez Alcántar es licenciado en derecho por la Universidad Anáhuac. En el currículum del consejero, publicado en la página electrónica del Instituto, no se indican posgrados ni diplomados
“Como un gesto adicional renuncié a 350 mil pesos a los que tengo derecho para contratar asesores, como una señal de apoyo a la gente que está renunciando”