LO MAS TRISTE: HAY QUIEN SIGUE CREYENDO EN EL GOBIERNO YUNQUISTA

Expulsión foxista de mexicanos

Por: Teodoro Rentería Arróyave

(especial para ARGENPRESS.info)
Fecha publicación: 05/03/2007

La cifra alarmante y lacerante de 3 millones 400 mil connacionales expulsados a Estados Unidos por el gobierno despiadado del foxismo, debe de entenderse por la continúa aprobación y encomio que hacía el propio Vicente Fox Quesada, de la entrada al país de las divisas en dólares que enviaban en forma creciente los explotados hombres, mujeres y niños a sus abandonadas familias.

La realidad del fenómeno fue revelado en un estudio de la prestigiada Organización Internacional para las Migraciones (OIM), durante el Seminario Quintana Roo: Los Diversos Rostros de la Migración, organizado por la universidad de dicha entidad, en el cual el científico e investigador Juan Artola puso énfasis en el creciente peso de la migración indígena, que coincide con la incorporación de los estados del sur-sureste (Chiapas, Quintana Roo y Oaxaca) a la lista de entidades con el mayor número de habitantes que decidieron irse a Estados Unidos.

El compañero colega Juan Balboa, en su nota de primera plana del diario La Jornada, fija en 40 por ciento las mujeres migrantes de esos 3.4 millones que se agregan a los de años anteriores para sumar más de 12 millones de mexicanos expulsados del territorio patrio y que ha provocado que centenares de comunidades de 600 municipios se hayan convertido en pueblos fantasmas al quedar prácticamente despoblados y por consecuencia depauperados.

Lo que debemos siempre de destacar cuando abordamos estos temas, el descaro de los gobiernos de todos los signos políticos, simplemente porque son los culpables del fenómeno, pues la migración se produce por la falta de empleo bien remunerados y desde luego por la nula oportunidad de desarrollo ante el menoscabo de oportunidades.

Eso siempre ha ocurrido en mayor o menor medida, pero lo que sucedió con el guanajuatense, es además de segar su responsabilidad fue el cinismo para ponderarlo. Casi había convertida en gloria nacional la llegada de los dólares que en su administración se convirtió en la segunda fuerza económica del país.

Pero no es sólo la migración, el abandono de familias, la llegada de los dólares, también es la cuota de sangre que han tenido que pagar los que se sientes atraídos por el sueño estadounidense

Juan Artola, representante de la OIM, en el estudio hace énfasis en la creciente salida de niños mexicanos no acompañados. Según cifras oficiales del Instituto Nacional de Migración, sólo en 2005 fueron deportados al país unos 7 mil menores que viajaban solos -muchos de ellos iban en busca de sus padres-; otros 4 mil fueron regresados a naciones de América Central.

'Es un fenómeno de preocupación por la evidente vulnerabilidad que implica que niños se muevan solos, hagan grandes recorridos y estén atravesando fronteras', puntualiza el investigador de la OIM. La amplia investigación de la organización internacional data de 1951 y la misma está basada en trabajo de campo con migrantes y gobiernos para proveer respuestas humanas a los desafíos que presenta el fenómeno. En el mismo se enfatiza que la migración mexicana se ha incrementado fuertemente, al grado de que en el quinquenio 2000-2005 se tiene registrada la salida de 575 mil personas por año, 'el mayor saldo que México ha tenido en su historia'.

Indica que los 3 millones 450 mil connacionales que salieron en ese periodo se insertaron en el panorama general de los 11 o 12 millones nacidos en México y que actualmente radican en Estados Unidos, y forman parte también de los 6 millones de indocumentados en ese país.

Desvergüenza y cinismo de todos los gobiernos ante la creciente migración, pero aún más de un sujeto que sin facultades mínimas para expresarse y mucho menos para gobernar al país, convirtió regiones enteras en desiertas comunidades de familias desintegradas y sin futuro. Algo debe de hacerse y en forma urgente. Felipe Calderón Hinojosa tiene el deber de revertir el grave y doloroso fenómeno: la expulsión foxista de mexicanos.