ASTILLERO
Julio Hernández López
* Detallitos
* Huipiles, moteles, asambleas
* Cristeros, Clavillazo, bisontes
* ¿Qué dar de comer y beber a FC?
No hay qué preocuparse por los juegos de pirotecnia mojada del priísmo huipilsaurio (la subjefa Beatriz, con el jefe Salinas detrás, alista nuevas tretas de alianzas y negociaciones con la derecha institucional), ni por los sueños de grandeza diplomática del calderonismo (que se ufana de haber triunfado en una reunión del Grupo de Río porque, después de Guyana y Santo Domingo, ¡oh!, en 2009 México será anfitrión de ese desangelado foro al que Hugo Chávez no asistió), ni por los preparativos de una difusa convención nacional lopezobradorista (que lo peor que podría hacer es repetir los esquemas de la simulación asambleística), ni por el negocio del sexenio a cuenta de carreteras concesionadas a la iniciativa privada que ya las había quebrado y ahora las retoma saneadas (275 mil millones de pesos por un sexenio de amor, dice el administrador del motel, Luis Téllez).
Oh, no, en verdad en verdad se os dice que lo más importante está hoy en esos pequeños detalles que muestran cómo el altar mexicano va poblándose de figuritas venerables y de ritos antes ocultos y ahora orgullosamente públicos. Allí está la ultraderecha desbordada y sin contrapeso. De esos avances del fundamentalismo religioso-político, de zoología política y de consejos de cocina palaciega se habla en los siguientes cinco puntos.
1) Luego de que la imagen de la Virgen de Zapopan hubo recorrido parte de sus instalaciones, la Universidad Autónoma de Guadalajara (uno de los principales espacios de la ultraderecha en México) instaló en un jardín del edificio de su rectoría una estatua de bronce de su beato patrono oficial, el máximo jefe cristero Anacleto González Flores. "Yo muero, pero Dios no muere. ¡Viva Cristo Rey!" es la frase impresa en la base que sostiene la figura, con los brazos abiertos, en plena arenga, del ideólogo e impulsor de la rebelión religiosa más importante de la historia mexicana. La ceremonia se realizó un día después que Emilio González Márquez tomó posesión como cardenal civil de Jalisco y la estatua fue bendecida por el patrón religioso de la región, el verdadero jefe político, Juan Sandoval Iñiguez.
2) La esposa del gobernador tapatío platicó con reporteros del proceso de mudanza de su casa particular a la oficial de gobierno. El traslado de artículos domésticos fue lento pero, puntualizó la señora Imelda Guzmán de González Márquez: "Lo primero, lo primero que llevamos fue el altar; nos llevamos el Cristo, a la Virgen y las 60 cruces; eso estuvo allá (en la Casa Jalisco) antes que nosotros".
3) El lector Marcos A. Flores pregunta a esta sección carpera: "¿Será cierto que el señor Manuel Espino se avergüenza de quién es su padre? ¿Será cierto que es hijo de don Antonio Espino, Clavillazo? No aparecen datos de sus padres en ninguna parte". Astillerazo no sabe nada al respecto, pero anota que, en septiembre de 2005, Pedro C. Baca escribió en la revista Contenido que Manuel de Jesús Espino Barrientos nació el 29 de noviembre de 1959 en la capital de Durango: "fue el menor de los dos hijos de la recepcionista Concepción Espino, quien trabajaba de sol a sol para mantener a sus vástagos mientras dejaba la crianza a cargo de la abuela materna. Doña Concepción se enorgullece del catolicismo de Manuel, quien desde chico se mostró interesado en la historia de la guerra cristera, de donde deriva una ferviente devoción por el beato Miguel Agustín Pro. 'Pedía a los viejos que le contaran anécdotas de la vida de Pro y las escuchaba con profundo interés', relata la señora. La infancia del dirigente panista transcurrió en un barrio pobretón de Durango. No destacó por su desempeño escolar, pero sobresalió entre sus amigos por peleonero y por su habilidad para tocar el piano, jugar ajedrez, dibujar a lápiz (su madre atesora un Sagrado Corazón que el hijo le dio como regalo de cumpleaños) y elaborar figuras de plastilina. Aunque jamás mostró interés por el sacerdocio (...) se hacía cargo de las celebraciones paralitúrgicas del templo de San Martín, cercano a su casa, cuando el clérigo debía ausentarse. Por esos años se hizo afecto al lema 1, hicno signis vincis (con la cruz de Cristo venceremos) para darse valor en momentos difíciles".
4) Con justísima razón, la geógrafa y ambientalista Eugenia Ortiz-Hernán Pupareli exclama "¡Pobres bisontes!", a causa de que a este tecleador descocado le ha parecido muy ingenioso rebautizar a un Vicente como Bisonte. Con gran amabilidad Eugenia plantea: "Dime, por favor: ¿qué te han hecho los pobres bisontes, por cierto, especie en peligro de extinción, para que los compares con el tarado, retrasado mental, ignorante e inculto, pedazo de idiota, ineficiente y uno de los peores presidentes, si no el peor que ha tenido este pobre país?" Este columnero que no desea ser bóvido reconoce que se ha excedido en la comparación y coincide con la geógrafa reprochadora: ¡Pobres bisontes!...
5) Ya que más arriba se han tocado temas caseros, esta columna está en condiciones de ofrecer una inmejorable recomendación para que se luzcan aquellos de sus improbables lectores que estén por recibir una visita de Felipe Calderón a comer. La bitácora telefónica de la Oficialía Mayor y la Secretaría General de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (cuando Mariano Azuela estaba al frente), de la que ya se han reproducido aquí finas perlas demostrativas de corrupción y frivolidad, también consigna una llamada hecha de la Corte a "Paloma Muñoz de Alba", de la oficina del presidente electo, en los siguientes términos: "... le pregunté qué le gustaba comer a Felipe Calderón Hinojosa. Me dijo que le gusta mucho la carne y que ahorita trae una dieta de no mucha grasa. Se me ocurre que le puede hacer Elsa un filete rico con una salsa nueva y muchas verduras; y que el mango le gusta mucho, lo malo es que para esa época ya no es temporada (...) Pero Paloma me aseguró que come de todo. Toma Herradura Reposado o Herradura Blanco". La consulta de la Superflua Corte de Injusticia era para preparar el menú de una comida de Calderón y Azuela que se realizaría el lunes 6 de noviembre del año pasado... ¡Hasta mañana!
* Detallitos
* Huipiles, moteles, asambleas
* Cristeros, Clavillazo, bisontes
* ¿Qué dar de comer y beber a FC?
No hay qué preocuparse por los juegos de pirotecnia mojada del priísmo huipilsaurio (la subjefa Beatriz, con el jefe Salinas detrás, alista nuevas tretas de alianzas y negociaciones con la derecha institucional), ni por los sueños de grandeza diplomática del calderonismo (que se ufana de haber triunfado en una reunión del Grupo de Río porque, después de Guyana y Santo Domingo, ¡oh!, en 2009 México será anfitrión de ese desangelado foro al que Hugo Chávez no asistió), ni por los preparativos de una difusa convención nacional lopezobradorista (que lo peor que podría hacer es repetir los esquemas de la simulación asambleística), ni por el negocio del sexenio a cuenta de carreteras concesionadas a la iniciativa privada que ya las había quebrado y ahora las retoma saneadas (275 mil millones de pesos por un sexenio de amor, dice el administrador del motel, Luis Téllez).
Oh, no, en verdad en verdad se os dice que lo más importante está hoy en esos pequeños detalles que muestran cómo el altar mexicano va poblándose de figuritas venerables y de ritos antes ocultos y ahora orgullosamente públicos. Allí está la ultraderecha desbordada y sin contrapeso. De esos avances del fundamentalismo religioso-político, de zoología política y de consejos de cocina palaciega se habla en los siguientes cinco puntos.
1) Luego de que la imagen de la Virgen de Zapopan hubo recorrido parte de sus instalaciones, la Universidad Autónoma de Guadalajara (uno de los principales espacios de la ultraderecha en México) instaló en un jardín del edificio de su rectoría una estatua de bronce de su beato patrono oficial, el máximo jefe cristero Anacleto González Flores. "Yo muero, pero Dios no muere. ¡Viva Cristo Rey!" es la frase impresa en la base que sostiene la figura, con los brazos abiertos, en plena arenga, del ideólogo e impulsor de la rebelión religiosa más importante de la historia mexicana. La ceremonia se realizó un día después que Emilio González Márquez tomó posesión como cardenal civil de Jalisco y la estatua fue bendecida por el patrón religioso de la región, el verdadero jefe político, Juan Sandoval Iñiguez.
2) La esposa del gobernador tapatío platicó con reporteros del proceso de mudanza de su casa particular a la oficial de gobierno. El traslado de artículos domésticos fue lento pero, puntualizó la señora Imelda Guzmán de González Márquez: "Lo primero, lo primero que llevamos fue el altar; nos llevamos el Cristo, a la Virgen y las 60 cruces; eso estuvo allá (en la Casa Jalisco) antes que nosotros".
3) El lector Marcos A. Flores pregunta a esta sección carpera: "¿Será cierto que el señor Manuel Espino se avergüenza de quién es su padre? ¿Será cierto que es hijo de don Antonio Espino, Clavillazo? No aparecen datos de sus padres en ninguna parte". Astillerazo no sabe nada al respecto, pero anota que, en septiembre de 2005, Pedro C. Baca escribió en la revista Contenido que Manuel de Jesús Espino Barrientos nació el 29 de noviembre de 1959 en la capital de Durango: "fue el menor de los dos hijos de la recepcionista Concepción Espino, quien trabajaba de sol a sol para mantener a sus vástagos mientras dejaba la crianza a cargo de la abuela materna. Doña Concepción se enorgullece del catolicismo de Manuel, quien desde chico se mostró interesado en la historia de la guerra cristera, de donde deriva una ferviente devoción por el beato Miguel Agustín Pro. 'Pedía a los viejos que le contaran anécdotas de la vida de Pro y las escuchaba con profundo interés', relata la señora. La infancia del dirigente panista transcurrió en un barrio pobretón de Durango. No destacó por su desempeño escolar, pero sobresalió entre sus amigos por peleonero y por su habilidad para tocar el piano, jugar ajedrez, dibujar a lápiz (su madre atesora un Sagrado Corazón que el hijo le dio como regalo de cumpleaños) y elaborar figuras de plastilina. Aunque jamás mostró interés por el sacerdocio (...) se hacía cargo de las celebraciones paralitúrgicas del templo de San Martín, cercano a su casa, cuando el clérigo debía ausentarse. Por esos años se hizo afecto al lema 1, hicno signis vincis (con la cruz de Cristo venceremos) para darse valor en momentos difíciles".
4) Con justísima razón, la geógrafa y ambientalista Eugenia Ortiz-Hernán Pupareli exclama "¡Pobres bisontes!", a causa de que a este tecleador descocado le ha parecido muy ingenioso rebautizar a un Vicente como Bisonte. Con gran amabilidad Eugenia plantea: "Dime, por favor: ¿qué te han hecho los pobres bisontes, por cierto, especie en peligro de extinción, para que los compares con el tarado, retrasado mental, ignorante e inculto, pedazo de idiota, ineficiente y uno de los peores presidentes, si no el peor que ha tenido este pobre país?" Este columnero que no desea ser bóvido reconoce que se ha excedido en la comparación y coincide con la geógrafa reprochadora: ¡Pobres bisontes!...
5) Ya que más arriba se han tocado temas caseros, esta columna está en condiciones de ofrecer una inmejorable recomendación para que se luzcan aquellos de sus improbables lectores que estén por recibir una visita de Felipe Calderón a comer. La bitácora telefónica de la Oficialía Mayor y la Secretaría General de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (cuando Mariano Azuela estaba al frente), de la que ya se han reproducido aquí finas perlas demostrativas de corrupción y frivolidad, también consigna una llamada hecha de la Corte a "Paloma Muñoz de Alba", de la oficina del presidente electo, en los siguientes términos: "... le pregunté qué le gustaba comer a Felipe Calderón Hinojosa. Me dijo que le gusta mucho la carne y que ahorita trae una dieta de no mucha grasa. Se me ocurre que le puede hacer Elsa un filete rico con una salsa nueva y muchas verduras; y que el mango le gusta mucho, lo malo es que para esa época ya no es temporada (...) Pero Paloma me aseguró que come de todo. Toma Herradura Reposado o Herradura Blanco". La consulta de la Superflua Corte de Injusticia era para preparar el menú de una comida de Calderón y Azuela que se realizaría el lunes 6 de noviembre del año pasado... ¡Hasta mañana!