SINDICATOS Y CAMPESINOS vs GOBIERNO DEL ESPURIO
Condenan negativa del gobierno al aumento salarial
Sindicalistas y campesinos anuncian más manifestaciones
CAROLINA GOMEZ , MATILDE PEREZ
La negativa del gobierno a otorgar un aumento salarial de emergencia, revisar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y controlar los precios de productos básicos, es una determinación "discriminatoria", aseveraron los sindicatos que integran la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), los cuales rechazaron la respuesta oficial y consideraron que ahora, más que nunca, es necesario "unirnos" y realizar manifestaciones "contundentes" a escala nacional.
Al respecto, los coordinadores del Congreso Agrario Permanente, el Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros y el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas comenzaron a evaluar si continúan participando en la mesa del diálogo con los secretarios del Trabajo, Agricultura y Economía, convocada para el próximo 6 de marzo, pues calificaron de "sesgada e inconsistente" la respuesta que dieron a sus demandas.
Ayer, al concluir una reunión de evaluación sobre la respuesta gubernamental, los dirigentes campesinos apuntaron que el diálogo no ha sido satisfactorio, y acordaron mantener la unidad con los sindicatos y organizaciones sociales, e inclusive buscar la participación de un mayor número de agrupaciones, convencer a los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores y a diputados y senadores para que los respalden con el propósito de incrementar la fuerza del movimiento.
Agustín Rodríguez, uno de los presidentes colegiados de la UNT y dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló en entrevista que "está claro que el gobierno federal piensa que vamos a dejar las cosas en simple rechazo, pero no; ya aprobamos un nuevo plan de acción para generar un movimiento en todo el país". Dicho programa será aprobado el próximo miércoles en asamblea.
Rodríguez consideró que la respuesta negativa del gobierno a sus demanadas no quedará en eso, y dijo que los gremios le harán entender al Ejecutivo federal que "no es posible que, por un lado, se nos niegue el aumento de emergencia y, por otro, de manera expedita otorgue un incremento de 46 por ciento a las fuerzas armadas". Criticó la actitud secretario del Trabajo, Javier Lozano, quien se ha caracterizado por sus discursos "conciliadores" y su tendencia a secundar las demandas de los sindicalistas. "El deberá entender que a las palabras amables se les tienen que agregar consecuencias, resultados".
Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista, sostuvo que los argumentos del gobierno para negar la revisión del TLCAN son cuestionables, y Rodríguez los calificó de "infantiles".
Jorge Robles, uno de los coordinadores nacionales del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), sostuvo que la determinación del gobierno es "gravísima", y demuestra que no tomó en cuenta ninguno de los argumentos sociales y jurídicos presentados por las organizaciones.
Deploró que los secretarios calderonistas no hayan valorado la pérdida del poder adquisitivo que ha tenido el salario de los trabajadores en los tres meses de este gobierno, el cual calculó en 20 por ciento.
Ante esta situación, el FAT planteó a la UNT la realización de una "jornada general amplia, que incluya foros para demostrar que un incremento salarial no es una medida inflacionaria, movilizaciones y analizar la posibilidad de emplazar a huelga por aumento de emergencia".
Para el FAT, las demandas no deben verse como coyunturales, sino que tienen que ser asumidas por las organizaciones como acciones que impliquen la lucha contra los contratos de protección, los intentos por coartar la libertad sindical, la carestía y contra el neoliberalismo. En este contexto, se pronunció porque los sindicatos y las organizaciones campesinas y sociales emprendan una "política de alianzas".
CAROLINA GOMEZ , MATILDE PEREZ
La negativa del gobierno a otorgar un aumento salarial de emergencia, revisar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y controlar los precios de productos básicos, es una determinación "discriminatoria", aseveraron los sindicatos que integran la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), los cuales rechazaron la respuesta oficial y consideraron que ahora, más que nunca, es necesario "unirnos" y realizar manifestaciones "contundentes" a escala nacional.
Al respecto, los coordinadores del Congreso Agrario Permanente, el Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros y el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas comenzaron a evaluar si continúan participando en la mesa del diálogo con los secretarios del Trabajo, Agricultura y Economía, convocada para el próximo 6 de marzo, pues calificaron de "sesgada e inconsistente" la respuesta que dieron a sus demandas.
Ayer, al concluir una reunión de evaluación sobre la respuesta gubernamental, los dirigentes campesinos apuntaron que el diálogo no ha sido satisfactorio, y acordaron mantener la unidad con los sindicatos y organizaciones sociales, e inclusive buscar la participación de un mayor número de agrupaciones, convencer a los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores y a diputados y senadores para que los respalden con el propósito de incrementar la fuerza del movimiento.
Agustín Rodríguez, uno de los presidentes colegiados de la UNT y dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló en entrevista que "está claro que el gobierno federal piensa que vamos a dejar las cosas en simple rechazo, pero no; ya aprobamos un nuevo plan de acción para generar un movimiento en todo el país". Dicho programa será aprobado el próximo miércoles en asamblea.
Rodríguez consideró que la respuesta negativa del gobierno a sus demanadas no quedará en eso, y dijo que los gremios le harán entender al Ejecutivo federal que "no es posible que, por un lado, se nos niegue el aumento de emergencia y, por otro, de manera expedita otorgue un incremento de 46 por ciento a las fuerzas armadas". Criticó la actitud secretario del Trabajo, Javier Lozano, quien se ha caracterizado por sus discursos "conciliadores" y su tendencia a secundar las demandas de los sindicalistas. "El deberá entender que a las palabras amables se les tienen que agregar consecuencias, resultados".
Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista, sostuvo que los argumentos del gobierno para negar la revisión del TLCAN son cuestionables, y Rodríguez los calificó de "infantiles".
Jorge Robles, uno de los coordinadores nacionales del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), sostuvo que la determinación del gobierno es "gravísima", y demuestra que no tomó en cuenta ninguno de los argumentos sociales y jurídicos presentados por las organizaciones.
Deploró que los secretarios calderonistas no hayan valorado la pérdida del poder adquisitivo que ha tenido el salario de los trabajadores en los tres meses de este gobierno, el cual calculó en 20 por ciento.
Ante esta situación, el FAT planteó a la UNT la realización de una "jornada general amplia, que incluya foros para demostrar que un incremento salarial no es una medida inflacionaria, movilizaciones y analizar la posibilidad de emplazar a huelga por aumento de emergencia".
Para el FAT, las demandas no deben verse como coyunturales, sino que tienen que ser asumidas por las organizaciones como acciones que impliquen la lucha contra los contratos de protección, los intentos por coartar la libertad sindical, la carestía y contra el neoliberalismo. En este contexto, se pronunció porque los sindicatos y las organizaciones campesinas y sociales emprendan una "política de alianzas".