SE HACE MAS Y MAS GRANDE LA BRECHA
La brecha entre pueblo y gobierno
Conrado Trapero Rivas.
Guadalajara.- Decía Hegel: “El pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere”, y el verdadero choque se da, no entre el derecho y la injusticia, las más de las veces se da en el enfrentamiento entre dos derechos.
Ciertamente, parece que esa brecha, esa zanja entre gobierno y gobernados, entre pueblo y Estado es cada día más ancha, más grande, mucho más profunda. Lo que unos queremos, no es lo que otros piensan que necesitamos. No se puede hablar de actos de gobierno en beneficio de la población, mientras se siga pensando que lo que ellos quieren, sienten, planean o determinan eso es lo que nosotros deseamos y de ribete, algunos hasta piensan que debemos estar agradecidos.
Asumir que el dicho de Hegel es verdadero, que el pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere, es negar la capacidad personal de tener una opinión y que ésta pueda verse multiplicada por muchas opiniones coincidentes, que llegan a ella por una necesidad, o por el simple sentido común.
Se legisla con ese sentido, se aplican las leyes con ese criterio y el ciudadano se ve forzado a acatar sin estar convencido de que eso es lo que quiere.
Durante las campañas se promete lo que no se puede cumplir, pero se invierte tanto dinero en ellas, a la usanza de Fox y se intenta gobernar por el oído diciendo cosas que supuestamente convencerán al elector: “Seré el presidente del empleo”, cuando los que crean los empleos son los empresarios, al Estado le compete crear las condiciones propicias para que las empresas abran y/o se desenvuelvan con certidumbre legal y seguridad, pero el Estado empleador no funciona.
Ahora se habla de reformas, entramos en la era de la reformitis: la del Estado, la fiscal, la laboral, la electoral, la energética, la nueva Constitución. ¡Todo se piensa reformar para que el populacho tenga una mejor opinión de sus representantes!, como si ello les importara verdaderamente —aunque debería—. Mucho se habla respecto a tener la sabiduría para poder escoger entre bien y mal. ¿No sería mejor poder escoger entre un bien y otro bien?