Bloggeando desde Zacatecas

El Sr. López| El Fraude Electoral|La Verdad Sea Dicha|Las Protestas|Foxilandia|El Fraude Según Fox
BLOG En Constante Actualización, F5 Para Recargar

México Necesita Que Lo Gobierne Las PUTAS, Porque Sus Hijos Le Fallaron

M O R E N A (MOvimiento de REgeneración NAcional)

Blogeando Desde Zacatecas En Pie De Lucha Rumbo Al 2012, AMLO PRESIDENTE

martes, 20 de febrero de 2007

EL MISMO CAMINO

Rosario Ibarra
20 de febrero de 2007

La historia que narran es siempre igual a las que tanto he escuchado al paso de los años.

Todos los que se acercan llegan con el dolor y la desesperación pintados en los rostros. Son los padres, los hermanos, las familias de los desaparecidos.

Lo que cuentan, de lo que paso a paso han hecho, va dibujando en mi memoria la historia de todo lo que hice desde hace ya más de 30 años y que he repetido con otros, que como yo, han caído en la profundidad de ese dolor inmenso, que es el que nos arranquen a un hijo. Todos hemos recorrido el mismo camino

Por allí hay gente que no comprende lo que esto significa; hay quienes nos critican por ser "tan obstinadas", por no irnos a nuestras casas a llorar, a resignarnos luego y a hacer la vida que teníamos antes.. ¡Pobres. ojalá no conozcan nunca esa pena! Más les valdría callar y dejarnos hacer y repetir por el tiempo que sea necesario, que no hay ni habrá resignación posible; que contra la injusticia, callar es volverse cómplice y que olvidar a los hijos es como atentar contra la vida que les dimos.

Hace apenas dos días supe de un dolor gemelo al mío. Me buscaron los padres de Luis Gerardo Carrillo Luna, José Francisco González Montemayor y Patricia Deyanira Garza Ortiz, quienes fueron secuestrados el día 30 de agosto a la una de la mañana en Ciénega de Flores, Nuevo León. Junto con ellos se llevaron también -dijeron- a Irma Verónica Garza Chapa, "amiga de muchos años" de Patricia Deyanira. El mayor de los jóvenes tiene apenas 26 años, los demás 24.

Cerca del lugar del secuestro, había policías que vieron cómo los bajaron del carro en el que iban y los subieron a una camioneta, pero nada hicieron para impedirlo. "Temían por su integridad" -dicen que dijeron- y ninguna autoridad les llamó como testigos.

Me dejaron copia de un relato dirigido al señor Calderón que por estos días visitaba Monterrey, pero -la verdad sea dicha- ignoro si fue entregado. Consta de ocho cuartillas con pormenores del suceso y la "lista de las autoridades" a las que recurrieron "solicitando ayuda", entre las que se encuentran las "Policías Ministeriales" de Salinas Victoria, de San Nicolás de los Garza y del estado de Nuevo León. También el "Grupo antisecuestro", la "Agencia Estatal de Investigación", La PGR "destacamentada en Monterrey", la SIEDO, que tan sólo les dio el número de la denuncia levantada (189), la AFI en el Distrito Federal, y terminan la lista así: "El gobernador del estado de Nuevo León que nunca nos ha querido atender".

¡Cuánta semejanza encuentro en todos los relatos! Hasta en esto del gobernador, pues allá en 1975, cuando secuestraron a mi hijo, busqué al licenciado Pedro G. Zorrilla Martínez, miembro de la "burocracia de jóvenes echeverristas", doctorado en Derecho en La Sorbona, y al pedirle justicia, que mi hijo fuera presentado ante autoridad competente, como marca la ley, me dijo en tono ensoberbecido: "Su hijo no es una mansa palomita". y me dio la espalda.

Narro este episodio, porque el actual gobernante de Nuevo León, el licenciado Natividad González Parás, en declaraciones a través de la televisión, dijo (palabras más, palabras menos, según expresaron los doloridos padres) que los "levantados" no eran víctimas, que sólo lo eran los asesinados, porque, según su particular criterio, los "levantados tenían algo que ver con el narcotráfico".

Desde este espacio y para cerrarlo, no pido, sino exijo al gobierno de Nuevo León y a las demás autoridades enteradas por las familias de las víctimas, el esclarecimiento de este caso, vergüenza para el estado, que no se podrá ocultar, por más "foros de cultura" que se lleven a cabo, porque hechos así son la incultura de la sinrazón y no es justo que más ciudadanos sigan transitando por el mismo camino.

Dirigente del Comité ¡Eureka!