REVIVEN DINOSAUROS PRIISTAS DEL SIGLO PASADO
josé palacios tépate
Mérida, Yuc., 29 de enero (apro).- El exgobernador Víctor Manzanilla Schaffer olvidó todas las críticas que antaño lanzó contra su partido, el PRI; el abierto apoyo que brindo al PAN; e hizo a un lado los rencores hacia todo lo que tuviera que ver con su acérrimo enemigo político: Víctor Cervera Pacheco, para apoyar abiertamente a la candidata priista al gobierno del estado, Ivonne Ortega.
“Es hora de una generación diferente”, argumentó Manzanilla Schaffer cuando se le preguntó sobre su regreso y su decidido apoyo a la candidata del PRI. “Vamos con Ivonne”, sobrina de Víctor Cervera Pacheco, a quien siempre atribuyó la autoría intelectual de su caída como gobernador en 1993.
Mazanilla acuñó el término “política rupestre” para referirse lo mismo a las críticas de sus detractores que a las acciones de sus propios compañeros de partido.
En sus memorias, Manzanilla Schaffer señala que él siempre buscó un proceso democrático en 1990 y fue él quien respaldó el triunfo de la panista Ana Rosa Payán Cervera sobre Herbé Rodríguez Abraham, en la alcaldía de Mérida, decisión que, según él, nunca se lo perdonó el PRI ni Carlos Salinas de Gortari.
El pasado domingo 21 de enero, Manzanilla olvidó todas las críticas a su partido y a los cerveristas. En su reaparición pública indicó: “Aunque los problemas de fondo siguen siendo los mismos, las formas de hacer política han cambiado con el paso del tiempo, por eso tanto en el PRI como en los demás partidos deben entender que ha llegado el momento de renovarse y dar paso a una generación diferente.”
Durante un almuerzo en el que compartió la mesa con algunos antiguos colaboradores suyos y con la candidata del PRI, Ivonne Ortega Pacheco, el veterano político se pronunció en favor de que en su partido "se pondere el valor de la unidad”, porque está en una situación de “gran oportunidad para ganar la gubernatura".
Aún más se ofreció para dialogar con Rubén Calderón Cecilio y con Eric Rubio (eternos aspirantes a la gubernatura) para limar asperezas entre grupos, aunque ya hay camino andado en esta tarea.
Manzanilla Schaffer, quien ha sido exembajador de México en China, dijo que "el partido ha realizado una excelente decisión al designar a Ivonne Ortega como candidata, porque se hizo caso a la sociedad y se construyó un proceso sobre bases claras y con una gran claridad".
Sobre su relación con Ortega Pacheco, el exmandatario yucateco, comentó: "Hemos dialogado y me queda claro que la candidata tiene una visión de Estado con gran sentido social, comparto sus ideas y por eso he decidido pronunciarme. Y aquí quiero decir que lo hago con total responsabilidad de mi palabra y mi dicho."
Observó que, de ser favorecida por el voto popular, Yucatán tendría su primera gobernadora electa, pues "ha habido alguna, pero fue por designación, por interinato", en alusión a Dulce María Sauri, quien lo sustituyó en 1993, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Manzanilla Shchaffer se mostró "asombrado" por la decisión de Ana Rosa Payán de renunciar al PAN, pues "se trata de uno de los cuadros panistas de mayor trascendencia a nivel estatal y nacional".
Al preguntársele si aspira a ocupar una posición política en el futuro, en son de broma comentó: "Si lo hiciera, sería el abuelito de los políticos, me dirían dinosaurio. La era de la política rupestre ha quedado atrás”, concluyó.
Ortega Pacheco señaló que su encuentro con Manzanilla Schaffer no fue fortuito, sino que forma parte de una serie de acciones que está realizando para acercar su proyecto a todas las voces y todas las voluntades.
Sobre esta nueva postura, Gaspar Quintal Parra, presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en Mérida, justificó el cambio de actitud de Manzanilla, a pesar de haber criticado al partido y apoyar al PAN en varias ocasiones:
“Es un acto personal del señor, quien ahora reconoció que se equivocó al apoyar a Patricio Patrón Laviada. Ahora mucha gente se da cuenta que el PAN se vendió como un partido honesto, pero ahora dos panistas están denunciando que impera a corrupción (Ana Rosa Payán y Silvia López Escoffié), con la imposición de su candidato al gobierno del estado.”
Quintal Parra, quien fue oficial Mayor durante la gubernatura de Víctor Cervera Pacheco, dijo que quizá Manzanilla se sintió decepcionado de lo que había hecho, pero agregó que sólo el exgobernador puede contestar si ya rectificó el rumbo.
Manzanilla tiene más de 50 años de trayectoria política en el PRI, durante los cuales ha sido delegado general en cuatro estados, diputado federal en dos ocasiones, dos veces senador, gobernador constitucional de Yucatán; y embajador en China y en la República Popular Democrática de Corea.
Actitud rebelde
En diciembre de 1977, Manzanilla se opuso a una iniciativa del presidente José López Portillo para reformar los artículos 7 y 10 de la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional, por considerar que ponía en riesgo la soberanía nacional en materia petrolera y abría las puertas para un negocio de millones de pesos en beneficio de empresas particulares.
Poco tiempo después, demandó la democratización del PRI y censuró "la soberbia en el ejercicio del poder". Frente a estas críticas, López Portillo decidió nombrarlo, en marzo de 1980, embajador en China, decisión que fue considerada un “destierro”.
Debido a sus posiciones críticas y los conflictos entre los diversos grupos de la clase política yucateca --generados casi todos por Víctor Cervera Pacheco--, Manzanilla Schaffer tardó en ver coronada su máxima aspiración: ser gobernador de Yucatán.
En 1988, meses antes de que Carlos Salinas de Gortari ocupara la Presidencia de la República, Manzanilla Schaffer triunfó como candidato priista a la gubernatura.
Prometió acabar con "la política rupestre", "jugársela por la democracia" y atender el retraso social y económico de la región maya yucateca. Muy pronto, su particular estilo, directo y franco, así como sus errores tácticos y la falta de un grupo político sólido, lo enfrentaron con la clase política local y, particularmente, con el entonces secretario de la Reforma Agraria, Cervera Pacheco.
En 1990, en unas reñidas elecciones locales, la candidata panista Ana Rosa Payán Cervera triunfó en Mérida con una ventaja de cerca de 800 votos frente al candidato priista Herbé Rodríguez Abraham, apoyado en ese entonces por el grupo cerverista.
Manzanilla --según cuenta en sus memorias-- frenó el operativo de fraude que encabezaba el delegado del PRI nacional, José Guadarrama Márquez (hoy perredista), y reconoció el triunfo de Payán Cervera.
Desde entonces aumentaron las presiones en contra de su gobierno. Hostigado internamente y a nivel nacional por los cerveristas, fue obligado por el presidente Salinas de Gortari a presentar su renuncia y fue sustituido por Dulce María Sauri Riancho.