NOTICIAS PARA EL RECUERDO
Peor no pudo arrancar el año para millones de mexicanos que de la noche a la mañana vieron cómo el precio de la tortilla se disparaba en todas direcciones: de cinco a 30 pesos el kilo en Durango; 15 en Tabasco o el Distrito Federal; y 10 y 12 pesos en el resto del país. Y todo, sin que hubiera quien acertara a dar una explicación de las razones que llevaron a tan desmesurado incremento. Los productores afiliados a la Federación de la Masa y la Tortilla adujeron que el aumento era necesario ante las pérdidas que tenían debido al alza en los insumos. Eduardo Sojo, el secretario de Economía de Felipe Calderón, adjudicó a todo el aumento: que a problemas de transporte, que a una falta de productividad, que a una baja en la producción de maíz. Y finalmente rechazó toda posibilidad de que el gobierno hiciera algo para intervenir en el precio. Indefensos ante el alza, millones de mexicanos no tuvieron más que desfilar por las tortillerías del país con sus quejas a flor de piel y el bolsillo más vacío que nunca. “No vamos a dejar que jueguen con el hambre del pueblo”, dijo al final de la semana el presidente Calderón, al tiempo que ordenaba que se aumentaran los límites a la importación de maíz como una medida desesperada para frenar los incrementos. Pero de nada sirvió tampoco eso. La ley del más fuerte se impuso y, ante un gobierno más declarativo que efectivo, el precio de la tortilla siguió incontrolable. Pero no quedarían ahí las cosas: con el aumento al precio del maíz se irían en cascada otros incrementos a la leche, el huevo, el jitomate, la cebolla y los granos. Como para no olvidar este arranque de año.
Inolvidable será también, sin duda, el segundo martes de este 2007, fecha escogida por Andrés Manuel López Obrador para dar testimonio de que a pesar de los fracasos no ha aprendido nada sobre la televisión y sus usos. Decidido a romper lo que él llama “cerco informativo” de los medios electrónicos, Obrador arrancó un programa en Televisión Azteca, cuyo horario de transmisión resulta poco menos que increíble: la una de la madrugada. Así, todos los martes del año y en horario triple ¡Ah…ah…ah…! (de bostezo) el “presidente legítimo” de la Coalición por el Bien de Todos hará llegar su verdad y sus posiciones políticas a quienes tengan la paciencia para desvelarse junto con él, con ese programa que a lo largo de un año le costará once millones de pesos. Entre sus colaboradores más cercanos, sin embargo, se piensa que el programa será un éxito de audiencia y que López Obrador dará la sorpresa arrebatando el teleauditorio nocturno a barras como Pare de sufrir, Aranza y los astros o bien Cómo bajar diez kilos en una semana.
En el PAN no paran los escándalos y de unos meses a la fecha parecieran empeñados en ser nota de primera página. Primero fueron las denuncias de fraude electoral hechas por la yucateca Ana Rosa Payán contra el gobernador de esa entidad, Patricio Patrón Laviada, en los comicios internos para elegir al candidato panista a la gubernatura. Luego se les vino el conflicto en Aguascalientes, donde la dirigencia estatal del blanquiazul expulsó del partido al gobernador Luis Armando Reynoso Femat, acusándolo de haber endeudado al estado a niveles nunca antes vistos ni aprobados por el PAN, y por el orden de dos mil millones de pesos. Y para empezar el año, en el estado de Guerrero, el secretario general de ese partido en el estado, Ramiro Arteaga Sarabia, ha sido señalado como presunto coautor del asesinato del diputado local panista Jorge Bajos Valverde, cuya suplente, Jackelyn Orta Martínez, también ha sido señalada en las averiguaciones previas, en las que como autores materiales aparecen hasta el momento Aldy González (esposo de Jackelyn) y Francisco Galeana López. Las primeras indagatorias apuntan a que el móvil del crimen era que la suplente tomara el lugar en el Congreso local del diputado asesinado.
En Coahuila se dio otro paso hacia la tolerancia, cuando el Congreso aprobó el jueves pasado la denominada Ley del Pacto Civil de Solidaridad, con la que a partir de ese momento podrán unirse en virtual matrimonio personas de la misma preferencia sexual, concubinos, o personas de diferente sexo a fin de que la ley los proteja como parejas y tengan acceso a la seguridad social y a heredar su patrimonio. Es la segunda ley que en ese sentido avanza en el país, toda vez que apenas hace unas semanas en el DF se aprobó la de Sociedades de Convivencia. En Coahuila hay al menos 20 mil homosexuales y lesbianas que se verán beneficiadas con esta ley de manera inmediata. En Coahuila la iniciativa fue aprobada por el voto mayoritario de la fracción del PRI y un voto del PT, mientras que en contra estuvieron el PAN, PVEM, Partido Unidad Democrática de Coahuila y, sorpresivamente, también el voto en contra del único diputado que el PRD tiene en ese Congreso.
Quien no pierde un minuto haciendo negocios es el ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz. Un personaje de la política nacional que cada día acumula más acusaciones en su contra, al mismo tiempo en que suma a su carrera cargos y puestos. Ex funcionario de la empresa telefónica Avantel, Gil Díaz ha sido señalado en los últimos años por el PRD de traficar con influencias y de usar su cargo para beneficiar a sus amigos. Se le adjudica haber intervenido para que Banamex dejara de pagar diez mil millones de pesos por impuestos tras la compra del City Bank; de haber formado una empresa privada denominada ISOSA para realizar negocios en las aduanas del país y obtener ganancias también por un monto de diez mil millones de pesos; y ahora que ha dejado el cargo de Hacienda fue rápidamente llamado por el banco HSBC como funcionario y consejero. Razón por la cual las fracciones del PRD y del PRI en la Cámara de Diputados presentaron una denuncia ante la PGR y ante la Secretaría de la Función Pública para que se inicie una averiguación penal y administrativa contra el ex titular de Hacienda.