ASTILLERO
Julio Hernández López
* Usos gemelos
* ¿Peligros? ¡Mano dura!
* Unidad nacional por decreto
* Funcionarios sin memoria
Al estilo de George W. Bush luego de las Torres Gemelas, Felipe Calderón pretende instaurar un estado de excepción en México a partir de una noción de peligro aderezada con llamados patrioteros a la unidad nacional. Con la seguridad pública como telón de fondo y el narcotráfico como actor central, el gobierno federal mexicano tiene ya un pretexto para continuar con la militarización del país, la incriminación de las protestas sociales y la instauración de medidas extremas de vigilancia del presidente general de México.
La extradición a Estados Unidos de comerciantes en drogas servirá, en ese contexto del calderonismo-bushismo achicado, para tratar de excusar violaciones a los derechos humanos, acotamiento de libertades civiles y uso excesivo de las fuerzas armadas en tareas que constitucionalmente están fuera de su ámbito (el pasado lunes, por ejemplo, el secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez Mendoza, terminó su reporte de labores ante Calderón asegurando que, con las acciones allí enumeradas, "la Armada de México apoya el esfuerzo del Ejecutivo federal a recuperar los espacios públicos, garantizando la seguridad de nuestros conciudadanos", ¿recuperar los espacios públicos?, ¿garantizar seguridad de conciudadanos?, ¿es la secretaría encargada de asuntos mercantes en vía pública?, ¿o la secretaría acuática de seguridad pública? No: es la Marina entrando a mares que no le corresponden).
El propio presidente legal de la República ha planteado con claridad su pretensión de que la lucha contra la gran delincuencia una a los mexicanos en su derredor, de manera mágica, como si los conflictos políticos estuvieran superados, como si las protestas en su contra fuesen exterminables con un simple mover de pulgar: "Hoy, más que nunca, México demanda de nosotros corresponsabilidad para salvaguardar la seguridad e integridad de los ciudadanos", dijo el panista michoacano durante la gordillista toma de posesión de Roberto Campa como comisionado nacional elbista en asuntos de policías y ladrones. Y es que, según esa visión en busca de concordancias forzadas: "para ganar la guerra contra la delincuencia es indispensable trabajar unidos, más allá de nuestras diferencias, más allá de cualquier bandera partidista y todo interés particular". Las palabras calderónicas cerraron con un tono parecido al de Bush cuando anunciaba que el espíritu gringo "prevalecería" en Irak: "Por eso, nuestra entrega debe ser total y sin descanso. No cederemos ni claudicaremos ante el reto de brindar seguridad, porque en ello está en juego el progreso de la nación".
La nueva épica nacional contra (una parte) de los narcotraficantes se da con una desmemoria de concurso, pues varios de quienes hoy reportan extraordinarios avances en unas cuantas semanas son los mismos que tuvieron extraordinarios retrasos durante largos años. Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna, quienes actualmente ocupan la procuraduría federal y la Secretaría de Seguridad Pública, ocuparon antes cargos que les hicieron responsables de lo que hoy dicen combatir eficazmente: Medina Mora era titular de Seguridad Pública y García Luna de la Agencia Federal de Investigación.
Por lo pronto, la administración felipense tiene fascinados a los gringos, al grado que ayer el subsecretario de Estado, Thomas A. Shannon, reiteró que la Casa Blanca está muy complacida por las muestras de "firmeza" en la lucha contra la delincuencia que ha dado el Mouriño's Team. Emocionado, grandilocuente, el funcionario estadunidense aseguró que la extradición de capos "es un enérgico mensaje al crimen organizado de que no tendrá ninguna protección ni escapatoria". Acá, en la Fábrica de Extraditables (ayer fue enviado a Gringolandia un mexicano que en 1991 había matado a su cuñado en Texas: increíble celeridad justiciera en el paraíso de la impunidad), el mismo procurador Medina Mora, que antes había sido secretario, con Fox, y director de espionaje político, había dicho sin ningún rubor que los operativos contra delincuentes muy organizados buscan superar "la debilidad institucional con la que se trabajó en el pasado". El procurador, súper vitaminado con el cambio de administración, aseguró que los operativos conjuntos (Ejército, Marina, SSP, Procuraduría y, según eso, fuerzas estatales) se enfocan a ¡gulp! "desarticular zonas de privilegio, de creación de valor y de creación de poder que les viene dando permanencia a las organizaciones delictivas". Y, ¿quién permitió la existencia de esas zonas privilegiadas y la creación de valores y poderes? ¿Acaso quien era presidente de la República el sexenio anterior y que se apresta a reaparecer políticamente este viernes durante un acto de Democracia Cristiana organizado por el presidente legítimo de la oposición panista a Calderón, Manuel Ex Pinos? ¿Acaso quienes eran secretarios y jefes policiales hace menos de dos meses? ¿Acaso los miembros de una administración pasada a la que no se le está dando continuidad?
Astillas:
Las faldas de la señora Marta ondean a media asta, pues la sentencia judicial emitida ayer por una instancia capitalina exonera a la revista Proceso de las acusaciones en su contra pero mantiene, aunque disminuida, la multa a la periodista argentina que provocó la ira de quienes en ese momento vivían en Los Pinos (y ahora se aparecen, fantasmales, en ciertos momentos, en esos mismos rumbos)... ¡Oh, los óscares! El dulce encanto de los premios entregados por las maquiladoras estadunidenses de cine, con una preponderante visión comercial del arte. Pero, más allá de las limitaciones jolivudenses en sí, es grato ver a tantos mexicanos en las listas de aspirantes a la estatua emblemática... Chente Bush dice que de nuevo, ahora débil y sin mayoría en el Congreso, impulsará reformas migratorias dedicadas a los mexicanos... Y, mientras el Partido de la Rogación Democrática se desencanta porque la derechista y yunquera Ana Rosa Payán no quiere ser candidata de la izquierda electorera, ¡hasta mañana, en esta sección que dice adiós al maestro de periodismo, Ryszard Kapuscinski, que ayer partió a hacer un nuevo reportaje!
* Usos gemelos
* ¿Peligros? ¡Mano dura!
* Unidad nacional por decreto
* Funcionarios sin memoria
Al estilo de George W. Bush luego de las Torres Gemelas, Felipe Calderón pretende instaurar un estado de excepción en México a partir de una noción de peligro aderezada con llamados patrioteros a la unidad nacional. Con la seguridad pública como telón de fondo y el narcotráfico como actor central, el gobierno federal mexicano tiene ya un pretexto para continuar con la militarización del país, la incriminación de las protestas sociales y la instauración de medidas extremas de vigilancia del presidente general de México.
La extradición a Estados Unidos de comerciantes en drogas servirá, en ese contexto del calderonismo-bushismo achicado, para tratar de excusar violaciones a los derechos humanos, acotamiento de libertades civiles y uso excesivo de las fuerzas armadas en tareas que constitucionalmente están fuera de su ámbito (el pasado lunes, por ejemplo, el secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez Mendoza, terminó su reporte de labores ante Calderón asegurando que, con las acciones allí enumeradas, "la Armada de México apoya el esfuerzo del Ejecutivo federal a recuperar los espacios públicos, garantizando la seguridad de nuestros conciudadanos", ¿recuperar los espacios públicos?, ¿garantizar seguridad de conciudadanos?, ¿es la secretaría encargada de asuntos mercantes en vía pública?, ¿o la secretaría acuática de seguridad pública? No: es la Marina entrando a mares que no le corresponden).
El propio presidente legal de la República ha planteado con claridad su pretensión de que la lucha contra la gran delincuencia una a los mexicanos en su derredor, de manera mágica, como si los conflictos políticos estuvieran superados, como si las protestas en su contra fuesen exterminables con un simple mover de pulgar: "Hoy, más que nunca, México demanda de nosotros corresponsabilidad para salvaguardar la seguridad e integridad de los ciudadanos", dijo el panista michoacano durante la gordillista toma de posesión de Roberto Campa como comisionado nacional elbista en asuntos de policías y ladrones. Y es que, según esa visión en busca de concordancias forzadas: "para ganar la guerra contra la delincuencia es indispensable trabajar unidos, más allá de nuestras diferencias, más allá de cualquier bandera partidista y todo interés particular". Las palabras calderónicas cerraron con un tono parecido al de Bush cuando anunciaba que el espíritu gringo "prevalecería" en Irak: "Por eso, nuestra entrega debe ser total y sin descanso. No cederemos ni claudicaremos ante el reto de brindar seguridad, porque en ello está en juego el progreso de la nación".
La nueva épica nacional contra (una parte) de los narcotraficantes se da con una desmemoria de concurso, pues varios de quienes hoy reportan extraordinarios avances en unas cuantas semanas son los mismos que tuvieron extraordinarios retrasos durante largos años. Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna, quienes actualmente ocupan la procuraduría federal y la Secretaría de Seguridad Pública, ocuparon antes cargos que les hicieron responsables de lo que hoy dicen combatir eficazmente: Medina Mora era titular de Seguridad Pública y García Luna de la Agencia Federal de Investigación.
Por lo pronto, la administración felipense tiene fascinados a los gringos, al grado que ayer el subsecretario de Estado, Thomas A. Shannon, reiteró que la Casa Blanca está muy complacida por las muestras de "firmeza" en la lucha contra la delincuencia que ha dado el Mouriño's Team. Emocionado, grandilocuente, el funcionario estadunidense aseguró que la extradición de capos "es un enérgico mensaje al crimen organizado de que no tendrá ninguna protección ni escapatoria". Acá, en la Fábrica de Extraditables (ayer fue enviado a Gringolandia un mexicano que en 1991 había matado a su cuñado en Texas: increíble celeridad justiciera en el paraíso de la impunidad), el mismo procurador Medina Mora, que antes había sido secretario, con Fox, y director de espionaje político, había dicho sin ningún rubor que los operativos contra delincuentes muy organizados buscan superar "la debilidad institucional con la que se trabajó en el pasado". El procurador, súper vitaminado con el cambio de administración, aseguró que los operativos conjuntos (Ejército, Marina, SSP, Procuraduría y, según eso, fuerzas estatales) se enfocan a ¡gulp! "desarticular zonas de privilegio, de creación de valor y de creación de poder que les viene dando permanencia a las organizaciones delictivas". Y, ¿quién permitió la existencia de esas zonas privilegiadas y la creación de valores y poderes? ¿Acaso quien era presidente de la República el sexenio anterior y que se apresta a reaparecer políticamente este viernes durante un acto de Democracia Cristiana organizado por el presidente legítimo de la oposición panista a Calderón, Manuel Ex Pinos? ¿Acaso quienes eran secretarios y jefes policiales hace menos de dos meses? ¿Acaso los miembros de una administración pasada a la que no se le está dando continuidad?
Astillas:
Las faldas de la señora Marta ondean a media asta, pues la sentencia judicial emitida ayer por una instancia capitalina exonera a la revista Proceso de las acusaciones en su contra pero mantiene, aunque disminuida, la multa a la periodista argentina que provocó la ira de quienes en ese momento vivían en Los Pinos (y ahora se aparecen, fantasmales, en ciertos momentos, en esos mismos rumbos)... ¡Oh, los óscares! El dulce encanto de los premios entregados por las maquiladoras estadunidenses de cine, con una preponderante visión comercial del arte. Pero, más allá de las limitaciones jolivudenses en sí, es grato ver a tantos mexicanos en las listas de aspirantes a la estatua emblemática... Chente Bush dice que de nuevo, ahora débil y sin mayoría en el Congreso, impulsará reformas migratorias dedicadas a los mexicanos... Y, mientras el Partido de la Rogación Democrática se desencanta porque la derechista y yunquera Ana Rosa Payán no quiere ser candidata de la izquierda electorera, ¡hasta mañana, en esta sección que dice adiós al maestro de periodismo, Ryszard Kapuscinski, que ayer partió a hacer un nuevo reportaje!