GOMEZ LEYVA Y SU TRANSFORMACION
por: Primavera Téllez Girón García
Es interesante recordar a Ciro Gómez Leyva en su época dorada cuando conducía el noticiario de CNI Canal 40, de donde proviene gran parte del reconocimiento y admiración de muchos televidentes, que encontraban en ese espacio informativo frescura en los comentarios de la dupla Maerker-Gómez Leyva (comentaristas ahora de Televisa) y en ocasiones de Pilar Álvarez (que decidió quedarse en "Proyecto 40" de TV Azteca durante un tiempo).
El noticiario de CNI era diferente a las opciones del duopolio por su cobertura informativa, donde se trataron como nunca en televisión temas espinosos. Ejemplos de ello fueron la huelga en la UNAM, en cuya cobertura se mostraron opiniones de todos los involucrados (incluidos huelguistas y el controvertido "Mosh"), y ni qué decir del tema de los Legionarios de Cristo, tema que provocó que buena parte de anunciantes que sostenían las ventas de publicidad del canal se retiraran de forma definitiva.
Qué tiempos aquellos en los que "críticos y televidentes decían que en algunos horarios hacían algo parecido al periodismo de calidad", como Gómez Leyva mencionó durante su atropellada ponencia en el Segundo Encuentro Internacional de Periodistas, efectuado el tres de diciembre de 2006 durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Y digo atropellada porque una señora –evidentemente fuera de sus casillas– le hizo pasar un mal rato. En varias ocasiones interrumpió su exposición, vociferando vituperios en su cara, mencionando de manera descontrolada y desordenada a Carlos Ahumada, a pederastas, la religión católica y hasta a Carlos Marín y al propio Ciro calificándolos como un "asco".
El tema de la mesa en la FIL era "¿El buen periodismo puede ser rentable?". Ciro lo abordó relacionando el periodismo de calidad y las nuevas tecnologías, haciendo notar su nueva posición respecto a las reformas a las leyes de Radio, Televisión y de Telecomunicaciones, aprobadas en la madrugada del 31 de marzo del 2006 en la Cámara de Senadores.
Gómez Leyva se refirió a estas leyes de la siguiente manera: "Me llama mucho la atención ver cómo se desgarraron las vestiduras, más por razones ideológicas que por otras, en la discusión de la nueva Ley de Radio y Televisión, la Ley Televisa, como la llaman. No leí, salvo en los casos de Jorge Zepeda y Raúl Trejo, un solo texto que nos dijera cómo ustedes y nosotros vamos a consumir televisión, por ejemplo dentro de diez años, ¡pero claro, las concesiones, el poder, los monopolios, el mal, las fuerzas corruptoras de siempre!
"Y nadie dijo, por ejemplo, que hoy, en los principales mercados europeos y estadounidenses, y así ocurrirá dentro de no mucho tiempo en México… Es que esta cosa siniestra de la convergencia y del triple play va a permitir llevar señal de televisión, Internet y telefonía, nos va a permitir estar sentados en nuestra casa, tener nuestro Internet conectado al control de tv…, entonces probablemente usted tenga diez, doce o veinticinco opciones para ver noticias, muchas de ellas producidas a muy bajo costo, ¡esas son a las discusiones a las que no le entramos! Porque seguimos desgarrándonos las vestiduras, tratando de ganar con argumentos ideológicos, con falsos debates políticos las discusiones del futuro, ¡como si el futuro de las comunicaciones y de la tecnología estuviera estacionado, detenido, esperando a ver en qué momento nosotros salimos de nuestros enconos y nos ponemos de acuerdo… Es el avance, es el signo de los tiempos. Si nosotros nos queremos quedar estacionados aquí en la reyerta, viene una historia detrás de nosotros que no se va a sentar a esperarnos".
Si hablamos de "rasgarse las vestiduras por razones ideológicas", pareciera que Ciro Gómez se ha olvidado de lo que escribió sobre el tema en su columna "La historia en breve" de Milenio Diario. Ahora cambia radicalmente su posición y utiliza como principales argumentos los temas de la convergencia tecnológica, el triple play y el avance tecnológico, cuando antes enmendaba la plana y decía: "¿Cómo debo enfrentar la contradicción de quienes afirman que la nueva ley garantizará ad infinitum la existencia de un duopolio, pero jamás califican a las reformas como ‘Ley Televisa-Azteca’?".
El uso de argumentos sobre el avance tecnológico no es nuevo. Habrá que recordar lo dicho en las reuniones de trabajo de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, en febrero del 2006, en el Senado. Hay que recordar que estos fueron los más recurrentes para los que estaban a favor de las modificaciones a las leyes, y también de una parte de la CIRT con sus exposiciones en "Power Point" de ingenieros y abogados para decir durante horas, con tecnicismos, las bondades de la digitalización como principales argumentos para legitimar su discurso evitando temas como la concentración mediática, inequidad en la distribución de frecuencias, carencia de autonomía y sanción de la Cofetel.
Las contradicciones
Los mismos argumentos tecnológicos que menciona Gómez Leyva hoy, fueron los de consultores "independientes" (que ahora, por cierto, son comisionados de Cofetel, como Eduardo Ruiz Vega), miembros del Instituto de Derecho de las Telecomunicaciones y senadores como Emilio Gamboa (ahora diputado), Eric Rubio y Héctor Osuna (hoy comisionado presidente de la Cofetel). Ciro, cómo haz cambiado, esas eran las explicaciones de los defensores de la "Ley Televisa-Azteca" que cuestionabas.
En ningún momento durante esas discusiones en el Senado, los que estaban en contra de las modificaciones (los que se "desgarraban las vestiduras") mencionaron que no era importante el avance tecnológico, todo lo contrario, y los cuestionamientos centrales a la Ley Televisa eran compartidos por Ciro Gómez Leyva. Para muestra, sus propias palabras publicadas en la columna de referencia, que llevaban por título "¿Qué demonios está pasando en la radio y la televisión?", en las que preguntaba: "¿Por qué tantos especialistas coinciden que se ha tratado de un grosero albazo para garantizar que los grandes consorcios de la televisión mexicana ganen terreno y dominen a plenitud, cuando menos los próximos 50 años, la llamada convergencia tecnológica?
¿Por qué los especialistas afirman que las reformas darían a los actuales concesionarios facilidades ilegítimas para utilizar los codiciados servicios adicionales derivados de la señal digital? ¿Por qué se hicieron las cosas así? ¿Por qué hoy, cuando hay un gran cuestionamiento al modelo duopólico de la televisión mexicana? ¿Por qué están tan molestos los empresarios de la comunicación que no forman parte del duopolio? ¿Por qué tantos conocedores coinciden, también, que la Cofetel venderá las concesiones, sí y sólo sí a quien pague más? ¿Por qué su coincidencia en que estas reformas impedirían la entrada de nuevos concesionarios?
¿Por qué el gesto magnánimo hacia los concesionarios actuales de ampliarles el vencimiento de las concesiones de 12 a 20 años? ¿Cuándo un pequeño inversionista podría ganarle a los poderosos capitales en un esquema de subasta de concesiones, como el que aprobaron el jueves los diputados? ¿Qué pasó con el must carry? ¿Qué con el límite de concesiones para un consorcio? ¿Los legisladores están realmente apostando por Televisa y TV Azteca como un modelo a perpetuidad?".
Los olvidos
La insistencia con la que Ciro se refería en sus columnas al asunto del must carry tenía que ver con la empresa en la que ahora colabora y un episodio lamentable que contribuyó a que Canal 40 desapareciera, cuando en una estrategia de salvavidas, CNI compró los derechos de transmisión de partidos del mundial de fútbol 2002. Era una de las pocas esperanzas que tenía el Canal para capitalizarse y recuperarse de la bancarrota en la que se encontraba, ¿pero quién aplastó la estrategia y los sacó de las pantallas? Recordemos: ¡fue Televisa! Esta empresa castigó la osadía de competirle en deportes sacando del aire la señal del 40 en los sistemas SKY y Cablevisión. Y cómo olvidar cuando la empresa General Electric quiso invertir en Canal 40 e inmediatamente llegaron los poderosos del duopolio televisivo a impedirlo porque era "una empresa extranjera".
La postura crítica de Gómez Leyva ante la "Ley Televisa-Azteca" se registra también en la publicación íntegra, en su columna, de la carta que Rogerio Azcárraga, Presidente de Grupo Fórmula (empresa en la que Ciro tiene un espacio radiofónico) y Roque Chávez, a nombre de radiodifusores independientes, enviaron a Enrique Jackson, en ese entonces presidente del Senado. En ella, expresaban su inconformidad en contra de la ley aprobada por los diputados y la falta de oportunidades competitivas y de convergencia para los radiodifusores de AM. "Pocas veces un concesionario ha expresado con tal nitidez y vehemencia lo que considera a todas luces una injusticia, una aberración… y le pide tiempo, estudio, reflexión (al presidente del senado)", escribió Ciro en la introducción de su columna al presentar la carta.
Pero meses después, en ese mismo espacio, Ciro decía: "Si tienen pruebas, que las difundan. Si no, que dejen de alimentar una falsedad. Sin pruebas, por más que se grite, lo que se está denunciando sobre Televisa no pasará de ser el sexto pasajero, el segundo tirador".
En palabras de Ciro hemos mencionado indicios de la influencia de Televisa en su ley, pero podemos sumar otros como las grabaciones telefónicas y documentos que El Universal publicó el 1 y 2 de marzo del año pasado, donde se confirma que Javier Tejado Dondé, Director de Información y asesor Jurídico de Televisa, utilizó a terceros para que distintos actores se pronunciaran a favor de las modificaciones a las leyes, tal fue el caso de colaboradores cercanos a legisladores como el Secretario de la Comisión de Comunicaciones en el Senado (ahora empleado en Cofetel), representantes de organismos empresariales y consultores "independientes" como Ruiz Vega.
El beso
Además de lograr que la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones se retractara y escribiera una segunda carta a favor.
Ahora, los poderosos del duopolio televisivo están usando el mismo argumento que aplicaron contra la "inversión extranjera" en el Canal 40, para evitar que exista una tercera cadena de televisión que les haga competencia real: Isaac Saba, a decir del duopolio, está respaldado por General Electric, y es ilegal la participación de extranjeros en el negocio. En ese sentido, ¿por qué Televisa si puede tener participación de los españoles de Prisa dentro de sus empresas y Saba no?
El problema principal de los monopolios es que anulan la competencia, la diversidad de contenidos, acotan a dos empresas la participación dentro de la pantalla, orillando a que periodistas no tengan otra opción que trabajar en sus pantallas. ¡Los que atentan contra la libertad de expresión son los monopolios!
"Ellos denuncian ahora la fatalidad futura y yo sigo creyendo que en estos temas de la modernidad nada tiene tanta importancia como el pasado", dijo alguna vez en su columna Ciro Gómez Leyva, y en cuestión de periodismo de calidad recojo las siguientes palabras, también pronunciadas por el periodista en la FIL: "Registrar bien la información, no registrarla ideológicamente, para tener una palomita con algún poderoso, para mi eso es tristísimo, es tristísimo el periodismo que le besa la mano a un poderoso".