EL PODER PARA EL PUEBLO
Guerra o Construcción de un Poder Popular
Escrito por Jorge Luis Muñoz
La derecha ya hizo su jugada y solamente está midiendo el desenlace. Optó por la guerra civil. La modalidad para ejecutarla dependerá de las presiones de los Estados Unidos, de la postura de la izquierda, de la evolución del conflicto poselectoral y desde luego, de su propio terror. Por lo pronto se está apostando al desgaste del movimiento y a la traición de los candidatos electos del PRD. Se espera que una vez dado el fallo de TEPJF, el oportunismo perredista se haga presente y poco a poco el Peje se vaya quedando solo. Obviamente se cuenta con el recurso de la anulación del proceso electoral, tras el cual el PRI y el PAN le echarían montón al Peje tal y como le están haciendo en Chiapas, en donde el PAN declinó a favor del candidato piísta a gobernador.
La guerra no le es indiferente a la derecha ya que mediante ella se echa a andar el mecanismo de las ganancias fabulosas.
A fin de cuentas los ricachos que promueven la confrontación civil nunca pelearán guerra alguna. Para eso hay carne de cañón: los jodidos de siempre que lo mismo se ocupan como obreros, oficinistas, profesores o como soldados y policías dispuestos a morir por sus empleadores.
De la revuelta contra los aztecas salieron los españoles como amos, de la guerra de independencia resultaron los hacendados como los dueños y señores de México. De la revolución mexicana emergieron los políticos como los nuevos amos que sustituyeron a los hacendados quienes a su vez sustituyeron a los españoles que a su vez suplieron a los amos aztecas. De todas esas guerras el resultado fue siempre el mismo, solo se cambiaba de amo y los jodidos seguían igual. Ahora los nuevos amos ya se preparan para desplazar de una vez por todas a los políticos, de darles la puntilla mediante una revuelta. Los grandes empresarios ya tienen a sus propios gobernantes y solo les falta ser ungidos por un poder formal, para eso necesitan una guerra.
El principal método de sometimiento de la población es el hambre, la cual se controla mediante el empleo. La gente se somete por hambre a la esclavitud voluntaria del empleo controlado por los grandes empresarios, particularmente por los que comandan a las empresas trasnacionales.
La revuelta del siglo XXI será la guerra de los empresarios y al parecer vamos a pelearla los jodidos de siempre para que los nuevos amos puedan repartirse el pastel a gusto. AMLO por desgracia es un fiel representante de la decadente casta política condenada a desaparecer. Vamos a pelear una guerra que no nos corresponde pero que tenemos que pelear porque, al igual que las elecciones, nos veremos arrastrados a ella. Esto suena a profecía fatal, pero ¿en donde está el poder ciudadano organizado fuera de la grilla? ¿Por donde anda una economía ciudadana capaz de ponerse a tú por tú con la economía de mercado que dominan los grandes empresarios? ¿En donde se hace una política diferente a la política conspirativa, cortesana y resentida que practican la izquierda y la guerrilla, Marcos incluido? ¿En donde andan las condiciones para que surja un nuevo mundo?
Nunca será tarde para iniciar la organización del pueblo, una organización que dote a la gente de empleos no esclavizantes, de diversión no enajenante, de placeres ligados a su experiencia y no al consumo, nunca será tarde para iniciar la creación de condiciones que permitan el surgimiento de nuevos mundos. La organización de la gente orientada a lograr su autonomía es lo que puede evitar la guerra, pero a nadie parece interesarle tal asunto.
Hoy es tiempo de definiciones, no se puede jugar a la neutralidad. Se está con el Peje o contra el Peje, con la derecha o contra la derecha, pero en esa obligada definición se puede pugnar por que se inicie la construcción de un poder popular no grillo, un poder asentado en unaeconomía propia, en posibilidades de autonomía capaces de dar de comer a la gente, de vestirla, calzarla y darle techo. Vale entrar al juego de las pandillas que quieren el gobierno, a condición de que sea un medio para sacar recursos para la construcción de la autonomía ciudadana. (e-mail:
Escrito por Jorge Luis Muñoz
La derecha ya hizo su jugada y solamente está midiendo el desenlace. Optó por la guerra civil. La modalidad para ejecutarla dependerá de las presiones de los Estados Unidos, de la postura de la izquierda, de la evolución del conflicto poselectoral y desde luego, de su propio terror. Por lo pronto se está apostando al desgaste del movimiento y a la traición de los candidatos electos del PRD. Se espera que una vez dado el fallo de TEPJF, el oportunismo perredista se haga presente y poco a poco el Peje se vaya quedando solo. Obviamente se cuenta con el recurso de la anulación del proceso electoral, tras el cual el PRI y el PAN le echarían montón al Peje tal y como le están haciendo en Chiapas, en donde el PAN declinó a favor del candidato piísta a gobernador.
La guerra no le es indiferente a la derecha ya que mediante ella se echa a andar el mecanismo de las ganancias fabulosas.
A fin de cuentas los ricachos que promueven la confrontación civil nunca pelearán guerra alguna. Para eso hay carne de cañón: los jodidos de siempre que lo mismo se ocupan como obreros, oficinistas, profesores o como soldados y policías dispuestos a morir por sus empleadores.
De la revuelta contra los aztecas salieron los españoles como amos, de la guerra de independencia resultaron los hacendados como los dueños y señores de México. De la revolución mexicana emergieron los políticos como los nuevos amos que sustituyeron a los hacendados quienes a su vez sustituyeron a los españoles que a su vez suplieron a los amos aztecas. De todas esas guerras el resultado fue siempre el mismo, solo se cambiaba de amo y los jodidos seguían igual. Ahora los nuevos amos ya se preparan para desplazar de una vez por todas a los políticos, de darles la puntilla mediante una revuelta. Los grandes empresarios ya tienen a sus propios gobernantes y solo les falta ser ungidos por un poder formal, para eso necesitan una guerra.
El principal método de sometimiento de la población es el hambre, la cual se controla mediante el empleo. La gente se somete por hambre a la esclavitud voluntaria del empleo controlado por los grandes empresarios, particularmente por los que comandan a las empresas trasnacionales.
La revuelta del siglo XXI será la guerra de los empresarios y al parecer vamos a pelearla los jodidos de siempre para que los nuevos amos puedan repartirse el pastel a gusto. AMLO por desgracia es un fiel representante de la decadente casta política condenada a desaparecer. Vamos a pelear una guerra que no nos corresponde pero que tenemos que pelear porque, al igual que las elecciones, nos veremos arrastrados a ella. Esto suena a profecía fatal, pero ¿en donde está el poder ciudadano organizado fuera de la grilla? ¿Por donde anda una economía ciudadana capaz de ponerse a tú por tú con la economía de mercado que dominan los grandes empresarios? ¿En donde se hace una política diferente a la política conspirativa, cortesana y resentida que practican la izquierda y la guerrilla, Marcos incluido? ¿En donde andan las condiciones para que surja un nuevo mundo?
Nunca será tarde para iniciar la organización del pueblo, una organización que dote a la gente de empleos no esclavizantes, de diversión no enajenante, de placeres ligados a su experiencia y no al consumo, nunca será tarde para iniciar la creación de condiciones que permitan el surgimiento de nuevos mundos. La organización de la gente orientada a lograr su autonomía es lo que puede evitar la guerra, pero a nadie parece interesarle tal asunto.
Hoy es tiempo de definiciones, no se puede jugar a la neutralidad. Se está con el Peje o contra el Peje, con la derecha o contra la derecha, pero en esa obligada definición se puede pugnar por que se inicie la construcción de un poder popular no grillo, un poder asentado en unaeconomía propia, en posibilidades de autonomía capaces de dar de comer a la gente, de vestirla, calzarla y darle techo. Vale entrar al juego de las pandillas que quieren el gobierno, a condición de que sea un medio para sacar recursos para la construcción de la autonomía ciudadana. (e-mail: