ENTRE EL PRI Y EL PAN (PRIAN) SE REPARTIERON LO MEJOR DEL PASTEL Y EL SENADO EN PELIGRO DE DESPEDAZARSE
SIN ACUERDOS, EL SENADO SALTARA EN PEDAZOS
Por Fátima Monterrosa
Carlos Navarrete conoce a fondo las entrañas de la política mexicana. Sabe cómo actúan el PAN y el PRI cuando se trata de negociar espacios políticos y cuotas de poder en el Congreso de la Unión.Por ello ahora, como líder de la bancada del PRD en el Senado, les pide una señal para que la convivencia institucional camine por cauces fluidos en los próximos seis años.“Somos una fuerza indispensable para los acuerdos legislativos… hacernos a un lado provocaría que el Senado saltara en pedazos. El Senado no resiste el acuerdo de dos partidos para imponerse”.Y ya dio prueba de ello. El pasado 1 de septiembre, sin aspavientos, cimbró el escenario nacional con la toma de la tribuna en la Cámara de Diputados, que en demanda de restablecer la legalidad y terminar con el “estado de sitio” en torno a San Lázaro, frustró la entrada presidencial al sexto informe de Vicente Fox.Navarrete es un líder de movimientos sociales y políticos desde los 18 años de edad. Y ahora advierte a sus adversarios políticos que luchará y actuará con prudencia y tacto político, “pero también con toda la energía que sea necesaria, porque el PRD en el Senado de la República representa a más de 12 millones de sufragios”.Y aunque no lo dice, sus palabras hacen referencia a un hecho que en las últimas dos semanas ha estado viviendo su partido en el Senado y en la Cámara de Diputados: el reparto del Poder Legislativo entre dos fracciones, el PRI y el PAN.Todo se inició, en la Cámara de Diputados, con el bloqueo para que el PRD ocupara la mesa directiva. Una negociación en la que PRI y PAN mantienen la idea de ser ellos los que se repartan las mejores comisiones.No pinta diferente la situación en el Senado.Por eso, este político del PRD, que en los últimos 30 años ha estado metido en movilizaciones estudiantiles y sindicales, que se inició como dirigente estudiantil en la Universidad de Guanajuato, sostiene que “sería un grave error político del PRI y del PAN no advertir que la vida institucional en el Senado tiene que ser una responsabilidad compartida entre las tres principales fuerzas políticas nacionales. No pueden excluir al PRD, sin que haya consecuencias”.Durante la entrevista, su rostro no puede evitar ese gesto de satisfacción cuando rinde cuentas de la factura que le cobraron a Fox y al PAN.–Estoy muy consciente de lo que hicimos los senadores y diputados el 1 de septiembre. ¡Levantó la moral de todo nuestro movimiento en todo el país! Era una victoria que nuestra gente saboreó mucho. ¡Que la reanimó para seguir luchando! ¡Y eso me satisface evidentemente!Ahora es la figura de su bancada en el Senado. Lo ha logrado a pesar de que tiene fuerte competencia en su fracción parlamentaria. Personajes como Pablo Gómez, Ricardo Monreal, Graco Ramírez, Arturo Núñez, Yeidkol Polenvsky, Rosario Ibarra y María Rojo se mueven a su alrededor. Su pertenencia de años al llamado grupo de Los Chuchos le ha dado esa posición.“No me vuelo ni me mareo. Tengo los pies bien puestos en la tierra y estoy muy satisfecho de coordinar un grupo parlamentario de muy alta calidad, me satisface tener el reconocimiento público de mis compañeros de partido. Además siento en las calles la calidez de la gente”.Pasada la brega postelectoral, este político guanajuatense ahora tiene otra misión: sacar adelante la agenda legislativa del PRD y, más aún, al llamado Frente Amplio Progresista.Pero sabe que esto no será nada fácil.“El Senado está empezando a trabajar en medio de una crisis política nacional, en medio de la tensión generada por la elección del 2 de julio, sin que quede claro qué va a pasar el 1 de diciembre. Y en ese marco tendremos que definir la propuesta de reforma a la Ley Orgánica que hicimos al Congreso de la Unión para permitir que el PRD sea corresponsable de la conducción del Senado”.La experiencia que adquirió al participar en movimientos al lado de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, le ha permitido sortear, hasta ahora, el terreno político frente al bloque que han conformado el PRI y PAN.“Nada está dicho, nada está escrito en el Senado. Nadie tiene mayoría absoluta, la política de alianzas es indispensable sin duda alguna, hay temas donde podrán ir juntos el PRI y el PAN. Hay temas donde podremos ir sólo con el PRI, hay temas donde podemos coincidir con el PAN; es decir, habrá alianzas circunstanciales en función de cada tema y habrá otros temas donde tendremos discrepancia”.Desde la trinchera de la vieja casona de Xicoténcatl ha trazado una meta: sacar adelante la agenda legislativa que contiene el proyecto de gobierno de López Obrador y la plataforma que presentaron los Senadores en campaña.Y lo primero que pretende conseguir es la aprobación de la Ley de Pensión Universal de adultos mayores antes de que concluya el año. Posteriormente sacar una ley que regule los salarios de los funcionarios de alto nivel del gobierno federal, de los gobernadores, legisladores y alcaldes.Lo que daría pie a la regulación de los salarios de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los funcionarios mejor pagados del país.Pero deja en claro que el PRD busca ganarse la confianza de la clase media alta y la clase media baja que no votaron por López Obrador, así como propinar un golpe a los banqueros que apoyaron a Felipe Calderón.Para ello presentarán una iniciativa de ley que norme el cobro de intereses que fijan las instituciones bancarias a los usuarios de tarjetas de crédito y debito.“Hay una especie de robo en despoblado, silencioso con las comisiones bancarias, y no podemos permitir que se vayan sin control hasta las nubes”.En la agenda legislativa del PRD, se encuentran también la reforma electoral que buscará renovar en su totalidad a los integrantes del Instituto Federal Electoral y del Tribunal Federal Electoral; otorgar nuevas facultades a los órganos electorales; normar las campañas y precampañas; y homologar las contiendas federales y estatales para evitar el derroche de recursos públicos.Asimismo, pedirán la creación de una comisión especial que “saque adelante la reforma del Estado, a fin de que sustituya el régimen presidencialista, para que la conformación de un gabinete y los secretarios de Estado pasen por la aprobación de las Cámaras para construir las mayorías parlamentarias”.Entre las prioridades también se encuentran la reforma del federalismo y municipalismo, así como la reforma laboral.–¿Qué van a hacer para sacar estas reformas si llevan el sello de López Obrador y las consideran populistas?–¿Pero cuál populista? Si el presidente Vicente Fox en la última parte de gobierno adoptó programas de Andrés Manuel y lo están haciendo. Lo que debemos hacer es acordar. El PAN tiene que entender que ellos representan a una parte del electorado, casi del mismo tamaño que representamos nosotros y que el PRI representa a un tercio menor. Por lo tanto, apuesto a un acuerdo parlamentario con las tres fuerzas principales.Y todo ello deberá iniciarlo en pláticas con dos políticos a los que conoce muy bien.“Santiago Creel es un político experimentado del PAN. Fue secretario de Gobernación y precandidato a la Presidencia de la República, es hombre formado con una visión del país y de la política. Es un hombre con el que se puede dialogar y debatir en corto y en la tribuna, y se puede discrepar o coincidir. Pero esto no afecta el conjunto de las relaciones. En este sentido es un político con el que es posible establecer diálogos y acuerdos posibles y también tener discrepancias sin que esto rompa las relaciones.–¿Y Manlio Fabio Beltrones?–¡Es otro tipo de político! Con sus propias características, muy representativo de lo que el PRI formó en los últimos 30 años, como yo soy muy representativo de la izquierda de los últimos 30 años. Somos más o menos contemporáneos y es un hombre con una gran experiencia política. Haber sido gobernador ayudó mucho, subsecretario de Gobernación, dirigente del PRI y es un hombre con el que se puede hablar con franqueza y entre líneas también.No son días fáciles, sin duda, para el PRD y Navarrete en el Congreso de la Unión. Las negociaciones con el PRI y el PAN caminan entre obstáculos. Sólo el fin de semana pasado los perredistas se levantaron de la mesa, ante los intentos de “agandalle” –dicen–, de priistas y panistas.Pero una carta aún está guardada en la manga del PRD para las próximas semanas: el 1 de diciembre, fecha en que deberá tomar posesión en la Cámara de Diputados Felipe Calderón Hinojosa.Ahí, en la misma tribuna donde Carlos Navarrete se posicionó el 1 de septiembre pasado para bloquear el acceso presidencial.–¿Tomarán de nuevo San Lázaro ese día? –se le pregunta.Pero al igual que en septiembre pasado, Navarrete no adelanta nada.–Eso será motivo de otra entrevista. Por ahora PRI y PAN saben que el PRD está dispuesto a llegar a acuerdos para la conducción institucional del Senado de la República. Y si no lo aceptan, el PRD se reserva el derecho de actuar por la libre. Y eso, lo saben ellos, podría hacer saltar el Senado en pedazos. Lo mejor, son los acuerdos, advierte.
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