Publicidad mata ejecutados

María Teresa Jardí

La frivolidad del usurpador Calderón sería graciosa si no fuera para los mexicanos tan trágica. Gastando una millonada en publicidad, pagando a extranjeros una carretada de dinero mal gastado del erario, dinero escatimado a los pobres que son los mayormente asesinados, hasta piensa Calderón con la frivolidad que en todo lo acompaña, que va a lograr ejecutar a los cientos de miles de ejecutados producto de la limpia que manda otro claro mensaje, por estos días, al pueblo mexicano.

El pueblo mexicano ha sido condenado a ser adicto por el fascismo panista, al que le tocó ser cabeza de la derecha entreguista a lo largo de este sexenio infame, que a México adentra en el fondo del abismo sin salida posible sin una guerra de imprevisibles y seguramente lamentables consecuencias.

Destructora de toda posibilidad de esperanza ha resultado la última etapa neoliberal, llevando al PAN como cabeza irredenta, incluso por estúpida, no sólo por entreguista y vende patria.

El pueblo mexicano está condenado a ser adicto a la televisión y a las drogas. Adicto a la pornografía, a los productos chatarra, que también son drogas, los que se seguirán vendiendo en las escuelas, que nadie lo dude, por más que se diga y campañas que se hagan. Adicto a los transgénicos que en otros lugares no se aceptan. Adicto a la basura que nadie quiera.

Adicto a medicamentos prohibidos en otros países. Adicto a leche contaminada y a vacas vueltas locas con las hormonas y a los pollos enfermados y a los peces contaminados.

Adicto. Condenado a las adicciones es el mensaje que se manda con la limpia probablemente ordenada por el imperio gringo. Tenemos permiso para ser adictos los habitantes del patio trasero de los gringos. Pero queda prohibido todo intento para dejar de ser adicto. Ese es el mensaje detrás de la limpia que IMPUNEMENTE lleva a cabo un usurpador de quinta que tiene perdido el cerebro y por eso hasta piensa que con “publicidad” va a lograr matar las ejecuciones con las que, como si fueran racimos, se corta todos los días la vida de decenas de seres humanos.

La IMPUNIDAD como regla perdonadora de todo crimen por más horrendo que sea. La Corte a modo del siniestro usurpador mexicano ya ha dejado en claro que por el negocio se puede hasta hervir niños en aceite, sin que nada les suceda a los responsables de crimen atroz, que en cualquier otro lugar del planeta, en el más atrasado, ¡ah!, claro, el más atrasado es México, también ese logro tiene en su haber el fascismo panista que el Ejecutivo usurpa con un descerebrado a la cabeza, que en cualquier otra parte el cese inmediato habría tenido como consecuencia para el responsable directo, al menos, de la conversión en negocio de la guarderías, que como derecho ganado por los trabajadores, debe prestar el IMSS, si tuviera la desvergüenza de no suicidarse o al menos de presentar de inmediato su renuncia.

Pero no, aquí Molinar Horcasitas, autor de la conversión en negocio de las guarderías, es cambiado simplemente a otra Secretaría (de Estado).

Nada menos que a la que se encarga de hacer las carreteras a los narcos del sistema. El claro responsable del crimen atroz de convertir en negocio para poner en manos de impresentables familiares de desgobernantes la vida de niños que quemados mueren o de por vida se dejan lisiados, aquí es incluso premiado con la titularidad de una dependencia al servicio de “El Chapo”. Cuando se escriba la historia del panismo usurpador no habrá escritor que pueda volver a redactar con éxito otra novela de ficción.