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lunes, 17 de agosto de 2009

México en Shock

Revista Cambio

* A sólo unas semanas de que Hacienda entregue al Congreso el paquete económico para 2010, Carstens afirmó que habrá un déficit histórico de 300 mil millones de pesos.


Pasadas las elecciones intermedias y con algunos resultados en disputa en los tribunales, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, hizo declaraciones que han sacudido a diversos sectores de la sociedad mexicana sobre la profundidad, alcances y duración de una crisis económica, que si bien “vino de afuera”, al parecer llegó para quedarse. Las confesiones de Carstens hacen pensar que la “luz al final del túnel” ni siquiera llegará, en el mediano plazo, a chispazo.

MÁS IMPUESTOS Y DEUDA

México enfrenta el “shock financiero” más grande en los últimos 30 años, por lo que el Gobierno federal propondrá un paquete económico para 2010 basado en más impuestos y un endeudamiento moderado, a fin de hacer frente a un hueco de 300 mil millones de pesos para financiar el presupuesto, señaló el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), Agustín Carstens, durante su participación —el miércoles pasado— en la primera de tres audiencias públicas sobre la crisis económica, organizadas por el Senado de la República.

La cifra dada a conocer por Carstens equivale a 23 mil millones de dólares y representa cerca de la tercera parte de las reservas internacionales del país.

Ante esa situación, dio a conocer que el próximo año habrá una reducción de programas y de gastos, pero no se tocará los que tengan que ver con el combate a la pobreza.

El funcionario señaló que las caídas combinadas de ingresos y producción significan que la economía mexicana no participará de la recuperación económica global pronosticada para 2010.

Hizo hincapié que las finanzas públicas están enfrentando dos tipos de choques: una menor actividad económica de tipo cíclica y transitoria, que podrá reponerse con el tiempo, y la caída en la producción de hidrocarburos. Agregó que la combinación de estos factores ha hecho que se genere una brecha de 480 mil millones de pesos respecto a la Ley de Ingresos aprobada para este año, que equivale a más de cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

De estos recursos —refirió— 211 mil millones de pesos corresponden al impacto de la caída del precio del petróleo y la plataforma de producción y casi 270 mil millones de pesos por el efecto de la caída en la actividad económica.

Durante la audiencia pública sobre La evolución de la crisis económica y las medidas emergentes para enfrentarla que deben considerarse en la agenda legislativa, Carstens comentó que el país enfrenta la mayor crisis internacional en 65 o 70 años, y que se ha manifestado en que por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial se ha presentado una caída abrupta en el comercio a nivel mundial.

Aseveró que aunque la crisis se generó en Estados Unidos, no deja de sorprender la gran sincronización que ha tenido en la caída del PIB de los diferentes países, donde México ciertamente ha tenido un impacto muy importante.

No obstante —dijo—, se debe reconocer que México no es el país que ha mostrado la mayor caída, ya que hay naciones asiáticas que han mostrado una mayor contracción, debido a la integración que tienen al comercio internacional y su alto grado de apertura económica. Comparó que mientras la economía mexicana cayó 8.2 por ciento en el primer trimestre de 2009, países como Singapur, Turquía y Taiwán lo hicieron en 11.5, 13.8 y 10.2 por ciento, respectivamente.

NO ES SORPRESA

Al respecto, Abelardo Mariña Flores, economista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) afirma en entrevista para CAMBIO que la inquietud social que ya se ve en las calles del país, es el reflejo de que la economía nacional se sigue desplomando, por lo que coincide con el secretario de Hacienda en que es real el peor shock financiero de los últimos 30 años.

No obstante, asevera que el grave diagnóstico expuesto por Agustín Carstens no es ninguna sorpresa, pues desde hace meses era previsible por la mayoría de los mexicanos, y del cual el gabinete económico tardó en aclarar sus reales alcances.

Mariña Flores señala que era previsible que después del pasado proceso electoral el gabinete económico aceptaría la gravedad de la crisis, lo que también es un motivo para que el Gobierno federal insista en la necesidad de discutir una nueva reforma fiscal.

En este sentido, el especialista afirma que tras la participación de Carstens en el Senado de la República, “no hay claridad” sobre el tipo de reforma fiscal que plantearía el Gobierno federal, pero considera que ésta será una reforma tributaria “regresiva”, pues apunta a una miscelánea fiscal recaudatoria y en “amarrar más a los contribuyentes cautivos”. La declaración del secretario de Hacienda, Agustín Carstens respecto al “shock financiero” por el que atraviesa el país significa que al fin México va a entrar en su “fase de realidad” para reconocer la verdadera situación.

En ello coincide Mario Cortés el especialista en finanzas y profesor en la Universidad Panamericana, quien también en entrevista señala que es fundamental que se tomen medidas urgentes para evitar una situación más crítica en este año.

“Estamos en un shock de la economía del país, no de las finanzas del Estado, sino de la economía general del país, que tenemos que entrar a un proceso de terapia intensiva tanto sector público como sector privado, como sector social tenemos que ponernos ahora sí a definir qué proyecto de país tenemos”, manifiesta.



CAÍDA PETROLERA

En su exposición, Carstens expresó que “el país nunca habría enfrentado una caída en ingresos presupuestales tan grande en un año”. En 2009 —indicó— los ingresos petroleros disminuyeron en 211 mil millones de pesos, de los cuales 158 mil millones son resultado de menor precio y volumen de extracción de petróleo, además de 115 mil millones por menores precios del gas, a los que se suma una caída en la recaudación fiscal de 270 mil millones de pesos.

“En esta administración la plataforma de producción petrolera ha caído cerca de 700 mil barriles diarios y en 2010, de acuerdo con información de la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos, tendremos una merma de 800 mil barriles diarios. (…) En recursos presupuestarios implica una caída de más de 300 mil millones de pesos”, dijo ante senadores.

El funcionario insistió que “esto es un dato duro, la realidad es dura. En los años anteriores se había podido superar con los ingresos excedentes que hemos recibido (del petróleo), (…) había una fuente de recursos del país que ya no existe y son esos 800 mil barriles diarios de producción”.

El funcionario señaló que, en este año, las coberturas petroleras contratadas permitieron asegurar el precio de 70 dólares por barril de petróleo, que se traducirá en 100 mil millones de pesos y se obtiene un remanente de operación del Banco de México por 95 mil millones de pesos, además de ingresos no recurrentes por 336 mil millones de pesos. Por ello —especificó— el recorte presupuestal sólo fue de 85 mil millones de pesos.

No obstante, manifestó que si bien en 2010 el crecimiento económico será positivo, el precio del barril de petróleo rondará en 53 dólares, el Gobierno federal no tendrá recursos recurrentes y la brecha de financiamiento será de 300 mil millones de pesos.

Agregó que el paquete económico para el año entrante contendrá un déficit público moderado, que se reducirá al recuperarse la economía y la recaudación, para cerrar con un presupuesto balanceado en 2011, además de más impuestos para atender de manera permanente la caída de los ingresos petroleros.

Añadió que la reforma energética contribuirá a mejorar los ingresos, pero no en esta administración, los resultados son a largo plazo y tendrán un efecto “en nivel de producción en años subsecuentes”.

Al respecto, Mario Cortés indica que todavía hasta octubre se tiene un soporte los ingresos a través del piso de 70 dólares por barril del crudo que otorga el seguro que adquirió el gobierno federal; sin embargo, señala que no se podrá aguantar hasta los últimos días del año.

Puntualiza que a esto hay que agregarle un año recesivo en el que durante el primer semestre se cayó la actividad económica general un 10 por ciento, a lo que también se le suman los efectos que trajo la influenza, el freno de las exportaciones y el freno de la industria automotriz estadounidense, que era la que generaba mayores inversiones.

Señala que la recaudación se está cayendo por la naturaleza de las circunstancias, debido a que las empresas no están generando utilidades ni pagando impuestos. “Si juntamos todo esto tenemos el coctel explosivo que nos espera para el cierre de 2009 y durante todo el 2010”, alerta.

Evasivo

El titular de Hacienda no quiso comentar sobre la posibilidad de incrementar el IVA en medicinas y alimentos y eliminar el subsidio a las tarifas de energía eléctrica. Pero sí comentó que no existe modelo económico que no enfrente una restricción presupuestal. “Es como decir que la gravedad no existe, pero ahí están las restricciones y no se puede gastar lo que no se tiene”, subrayó.

No obstante, defendió el IETU, al expresar que es un impuesto que ha funcionado muy bien y que se debe reforzar. Los demás gravámenes, anunció, se integrarán en el paquete que se va a presentar a la Cámara de Diputados el próximo 8 de septiembre.

Sobre el tema, el catedrático Mariña Flores comenta que el Gobierno federal no ha dado una respuesta clara, contundente y general contra la crisis económica, a la vez que afirma que los programas de choque federales no se han puesto en marcha a toda su capacidad, y a ello se suma el deplorable subejercicio en que incurrieron distintas secretarías en el primer semestre de este año.

Ante el anuncio de Carstens de que el paquete económico contendrá la reducción de gastos, aumentar ingresos vía nuevos impuestos y déficit, Abelardo Mariña afirma que con ellos vamos a ver una agudización de la conflictividad social, la cual ya se manifiesta por el desempleo, la presión inflacionaria y los aumentos en los precios de los bienes y servicios del sector público.

“Ya se nota la inquietud social y esta tiene que ver con la desesperación, la gente que ve sus perspectivas tan negativas empieza a protestar. Si bien es grave la disminución de los ingresos, no se puede recortar el gasto público, sobre todo el social por el impacto que tiene en las condiciones de vida de la población; es echarle gasolina al fuego”, considera el especialista de la UAM.



SITUACIÓN DE EMERGENCIA

El coordinador de los senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones, criticó el modelo tributario, ya que no es capaz de financiar las necesidades del gasto público de una economía de 100 millones de personas y advirtió que la enorme pobreza y desigualdad pone en grave riesgo la estabilidad política del país, si no se toman las medidas necesarias para combatirla.

A su vez, el perredista Carlos Navarrete Ruiz aseguró que “México vive una situación de emergencia económica y es bueno que lo vayamos asumiendo todos, con las modalidades que cada quien quiera ponerle, pero pasa el país por una situación de emergencia económica”.

Navarrete Ruiz dijo que es preferible conocer la realidad por cruda que sea para saber de qué tamaño es la emergencia en México y determinar las responsabilidades de todos los actores, “empezando por el Ejecutivo federal, que tiene las mayores facultades, pero seguido también por el Congreso que tiene responsabilidades legislativas”.

En tanto, el senador del PRI, Carlos Lozano, advirtió que para el tricolor están descartadas soluciones mágicas y simplistas como gravar alimentos y medicinas con IVA.

En su intervención en foro del Senado de la República, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Armando Paredes Arroyo, subrayó que si realmente se quiere combatir la pobreza y alcanzar mayores tasas de crecimiento, se deben de tomar acciones urgentes e inaplazables, entre ellas la reforma fiscal.

Para el dirigente del sector empresarial, es fundamental que el país avance en la reforma del Estado, la hacendaria, la laboral, educativa, energética y, sobre todo, en un Estado de Derecho que se traduzca en la atracción de inversiones para la creación de empleos, oportunidades y bienestar para los mexicanos. Paredes Arroyo afirmó que uno de los mayores desafíos del país, sobre todo en un escenario de crisis económica, es mantener finanzas públicas sólidas y eficientes en el largo plazo, con mayor recaudación, mejor administración en todos los niveles y un gasto eficiente.

Por su parte, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, quien también participó en esa primera audiencia pública en el Senado de la República, propuso que se haga un alto en el camino y se busquen los consensos necesarios para corregir el rumbo económico, porque no se puede dar continuidad a esquemas que no producen bienestar para la mayoría. Frente a Carstens, Narro Robles destacó que en el nuevo modelo económico, la educación y la investigación deben jugar un papel primordial.