Felipe sin fuerza en la mano izquierda
Raúl Cremoux
Terminar el segundo para comenzar el tercero siempre es simbólico. Hablaría antes que nada de la fuerza y la determinación del ejecutante y… de quien recibe y tolera. A continuación vendría el desarrollo de lo hecho y por supuesto de lo que luego vendría. Mal le pasa a don Felipe.
Si bien desde el principio quiso marcar una raya contra el narco, los pelados le han resultado respondones, tanto que bien pudiera pensarse está en desventaja ya que su estrategia ha consistido en responder que no es llevar la iniciativa ni la delantera. Muy a su pesar, las marchas y manifestaciones no cesan: son obreros y campesinos los que descienden a las calles para protestar por todo: carestía, desempleo, vivienda.
Pero las grandes marchas son otras, son las del reproche contra su gobierno y de indignación ante la evidente colusión entre criminales y policías. Esas marchas blancas son las que marcarán sus próximos pasos. Sin seguridad no hay empleo que valga; con miedo nadie quiere pensar en edificar casa o negocio; el temor lo domina todo y llega hasta los empresarios que se abstienen en invertir hasta no ver más claro.
Los turistas en Alemania y Estados Unidos son prevenidos por sus autoridades de tener mucho cuidado cuando desembarquen en México. ¿Cuánto afectará esto al flujo de industriales, comerciantes, inversionistas y turistas?
Las cuentas se verán sin duda disminuidas. El colmo, don Felipe se fractura un hombro y nos regala la imagen de un lisiado, de un hombre baldado para enfrentar las grandes batallas por venir.
El había asegurado que rebasaría a la oposición por la izquierda, ahora lo hará con la derecha.
Terminar el segundo para comenzar el tercero siempre es simbólico. Hablaría antes que nada de la fuerza y la determinación del ejecutante y… de quien recibe y tolera. A continuación vendría el desarrollo de lo hecho y por supuesto de lo que luego vendría. Mal le pasa a don Felipe.
Si bien desde el principio quiso marcar una raya contra el narco, los pelados le han resultado respondones, tanto que bien pudiera pensarse está en desventaja ya que su estrategia ha consistido en responder que no es llevar la iniciativa ni la delantera. Muy a su pesar, las marchas y manifestaciones no cesan: son obreros y campesinos los que descienden a las calles para protestar por todo: carestía, desempleo, vivienda.
Pero las grandes marchas son otras, son las del reproche contra su gobierno y de indignación ante la evidente colusión entre criminales y policías. Esas marchas blancas son las que marcarán sus próximos pasos. Sin seguridad no hay empleo que valga; con miedo nadie quiere pensar en edificar casa o negocio; el temor lo domina todo y llega hasta los empresarios que se abstienen en invertir hasta no ver más claro.
Los turistas en Alemania y Estados Unidos son prevenidos por sus autoridades de tener mucho cuidado cuando desembarquen en México. ¿Cuánto afectará esto al flujo de industriales, comerciantes, inversionistas y turistas?
Las cuentas se verán sin duda disminuidas. El colmo, don Felipe se fractura un hombro y nos regala la imagen de un lisiado, de un hombre baldado para enfrentar las grandes batallas por venir.
El había asegurado que rebasaría a la oposición por la izquierda, ahora lo hará con la derecha.