La Neta del Caso Martí
machetearte
Estimados macheteros, se preguntarán porque les escribo menos y ahí les van algunas razones:
1.- La neta tengo miedo, 2.- Desde que los auténticos reclamos de la soberanía de esta nación (entiéndase el pueblo) son castigados con más pena que las de los secuestradores, me estoy volviendo mudo, sordo, bizco y hasta iletrado 3.- Siempre he pensado que es inútil discutir con personas del club de la estupidez y la traición y por si estoy en un error, díganme como califican a gente que promueve asuntos fundamentales de la nación, en España (remember el viaje de don FECAL) o que presume de estar acabando con el narco, cuando en realidad, las mil veintiséis muertes violentas en solo 8 meses del este carbón año, han sido contra parias de guarache en la sierra, choferes, burrer@s y todo lo que se les atraviese para justificar que con esa matazón ahí la llevamos. Pero bueno como a final de cuentas, apenas soy un mediano guionista y todo se resuelve en las telenovelas, me toca revisar la del caso Martí.
La neta, yo no quisiera que me adoptara un ricacho como el señor de las tiendas deportivas, (que por cierto no está en el supercírculo de las 39 familias dueñas de México y, si acaso, aparece después del lugar trescientos en la lista de los ricardos), en primer lugar porque para esta gente los hijos adoptivos son prescindibles y ya ve, ni con 400 melones de la venta de su empresa quiso pagar todo lo que le pedían, así que, al cielo el chofer y a no se que reformatorio de la dimensión desconocida el chavo, que según dicen, era un adolescente bastante moloncito. Ahora bien por si no se fijó, en los primeros capítulos se trataba de darle el papel de villano a Marcelino de las Galias. Claro los extras de toda súper producción, luego, luego hicieron notar que entre los arraigados había policías premiados por la ciudad de México. Como no pegó y solo se trataba de un “extra”... que convocan a su gala en el palacio nacional.
Los convidados, nunca imaginaron que el tema central era un regaño de aquellitos y la exigencia de renunciar. Bien mediático el guión de este segundo capítulo, sobre todo, porque dejó mudos a muchos gobernadores (que por cierto se levantaron como autómatas cuando el productor dijo ¡a aplaudir! y todo mundo en esa fiesta que empieza a pegarse las manos). Ahora como la filosofía de los productores consiste en sacar la castaña con la mano del gato, bueno que meten entre los primeros actores al papi, del niño muerto. Yo creo que no le dieron mucho tiempo de ensayar su guión (como estaba muy lejos no pude ver si traía apuntador) y por eso tenía la boca seca, y la neta no se le dio el lloriqueo. Así son las cosas cuando no se sienten o cuando no se es buen actor. Y como la onda de los medios son las verdades a medias, pues que todo mundo se va con la finta, sin darse cuenta que con ese rollazo, dejó de estar en la mente de los tele-tontos, el tema del petróleo, las bravatas de Beltrones que para ejemplificar al “preciso” se refiere a los alcohólicos, las ondas de fast track del priísmo en Aguas calientes y lo que es más importante: el golpe de timón a la italiana que están preparando los verdaderos dueños de México.
Porque de las 39 familias que lo tiene todo, casi 20 tienen acciones en Televisa y poquito más de 10 tiene su lana en TV azteca, así que vaya imaginando el final feliz de esta telenovela, en la cual la actriz principal fue la señora a cuyo marido le amputaron 4 dedos. Mala onda es verdad, pero más mala ocultar que ella es del Yunque y por eso la consienten tanto los azules.
Bueno volviendo al final. Mucha gente imagina que Marcelino de las Galias, con eso de la boda con una consentida del canal de las estrellas será el candidato de Televisa. Para los despistados que piensan que este lugar es del señor nieto de los peñascos aclaro, él no es más que un buen cliente, cuando no lo necesiten le sacarán sus trapitos al sol, para eso ya tiene a otra espía del canal de las estrellas en su círculo cercano.
A pero hay otros que se imaginan un final más chipocludo. Como Marcelino, se mareó y aceptó públicamente el regaño y hasta amenazó frente a las cámaras con renunciar, pues ahí tiene las lindezas que pueden darle fin a su participación, en la telenovela de cómo repartirse México, y entornes. ¡Aparece! al estilo verlusconi, el maese de maeses, con carruaje, familias de alcurnia y beneplácito de sus senadores, guardias pretorianos y todo lo que se estila en un imperio.
Si me dice que ya la vio, le tengo que decir que me está cotorreando porque esta telenovela es interactiva para que la gente sienta que vive en una democracia. Yo se de gentes que están proponiendo como el salvador de la patria al niño Azcárraga. Cuando menos su padrino cepillín que ahora trabaja de proctólogo (porque le paga procter&gamble) en las tierras donde se matan mexicano con inyecciones letales o con rifles de minuts man o golpes de polis de la migra, así lo piensa.
Por supuesto que al señor Martí no lo volverán a invitar ni como extra improvisado, pero el primerísimo actriz yunquista tiene asegurados varios capítulos de aquí en adelante.
Estimados macheteros, se preguntarán porque les escribo menos y ahí les van algunas razones:
1.- La neta tengo miedo, 2.- Desde que los auténticos reclamos de la soberanía de esta nación (entiéndase el pueblo) son castigados con más pena que las de los secuestradores, me estoy volviendo mudo, sordo, bizco y hasta iletrado 3.- Siempre he pensado que es inútil discutir con personas del club de la estupidez y la traición y por si estoy en un error, díganme como califican a gente que promueve asuntos fundamentales de la nación, en España (remember el viaje de don FECAL) o que presume de estar acabando con el narco, cuando en realidad, las mil veintiséis muertes violentas en solo 8 meses del este carbón año, han sido contra parias de guarache en la sierra, choferes, burrer@s y todo lo que se les atraviese para justificar que con esa matazón ahí la llevamos. Pero bueno como a final de cuentas, apenas soy un mediano guionista y todo se resuelve en las telenovelas, me toca revisar la del caso Martí.
La neta, yo no quisiera que me adoptara un ricacho como el señor de las tiendas deportivas, (que por cierto no está en el supercírculo de las 39 familias dueñas de México y, si acaso, aparece después del lugar trescientos en la lista de los ricardos), en primer lugar porque para esta gente los hijos adoptivos son prescindibles y ya ve, ni con 400 melones de la venta de su empresa quiso pagar todo lo que le pedían, así que, al cielo el chofer y a no se que reformatorio de la dimensión desconocida el chavo, que según dicen, era un adolescente bastante moloncito. Ahora bien por si no se fijó, en los primeros capítulos se trataba de darle el papel de villano a Marcelino de las Galias. Claro los extras de toda súper producción, luego, luego hicieron notar que entre los arraigados había policías premiados por la ciudad de México. Como no pegó y solo se trataba de un “extra”... que convocan a su gala en el palacio nacional.
Los convidados, nunca imaginaron que el tema central era un regaño de aquellitos y la exigencia de renunciar. Bien mediático el guión de este segundo capítulo, sobre todo, porque dejó mudos a muchos gobernadores (que por cierto se levantaron como autómatas cuando el productor dijo ¡a aplaudir! y todo mundo en esa fiesta que empieza a pegarse las manos). Ahora como la filosofía de los productores consiste en sacar la castaña con la mano del gato, bueno que meten entre los primeros actores al papi, del niño muerto. Yo creo que no le dieron mucho tiempo de ensayar su guión (como estaba muy lejos no pude ver si traía apuntador) y por eso tenía la boca seca, y la neta no se le dio el lloriqueo. Así son las cosas cuando no se sienten o cuando no se es buen actor. Y como la onda de los medios son las verdades a medias, pues que todo mundo se va con la finta, sin darse cuenta que con ese rollazo, dejó de estar en la mente de los tele-tontos, el tema del petróleo, las bravatas de Beltrones que para ejemplificar al “preciso” se refiere a los alcohólicos, las ondas de fast track del priísmo en Aguas calientes y lo que es más importante: el golpe de timón a la italiana que están preparando los verdaderos dueños de México.
Porque de las 39 familias que lo tiene todo, casi 20 tienen acciones en Televisa y poquito más de 10 tiene su lana en TV azteca, así que vaya imaginando el final feliz de esta telenovela, en la cual la actriz principal fue la señora a cuyo marido le amputaron 4 dedos. Mala onda es verdad, pero más mala ocultar que ella es del Yunque y por eso la consienten tanto los azules.
Bueno volviendo al final. Mucha gente imagina que Marcelino de las Galias, con eso de la boda con una consentida del canal de las estrellas será el candidato de Televisa. Para los despistados que piensan que este lugar es del señor nieto de los peñascos aclaro, él no es más que un buen cliente, cuando no lo necesiten le sacarán sus trapitos al sol, para eso ya tiene a otra espía del canal de las estrellas en su círculo cercano.
A pero hay otros que se imaginan un final más chipocludo. Como Marcelino, se mareó y aceptó públicamente el regaño y hasta amenazó frente a las cámaras con renunciar, pues ahí tiene las lindezas que pueden darle fin a su participación, en la telenovela de cómo repartirse México, y entornes. ¡Aparece! al estilo verlusconi, el maese de maeses, con carruaje, familias de alcurnia y beneplácito de sus senadores, guardias pretorianos y todo lo que se estila en un imperio.
Si me dice que ya la vio, le tengo que decir que me está cotorreando porque esta telenovela es interactiva para que la gente sienta que vive en una democracia. Yo se de gentes que están proponiendo como el salvador de la patria al niño Azcárraga. Cuando menos su padrino cepillín que ahora trabaja de proctólogo (porque le paga procter&gamble) en las tierras donde se matan mexicano con inyecciones letales o con rifles de minuts man o golpes de polis de la migra, así lo piensa.
Por supuesto que al señor Martí no lo volverán a invitar ni como extra improvisado, pero el primerísimo actriz yunquista tiene asegurados varios capítulos de aquí en adelante.