La pesadilla de papá Mouriño
Revista Proceso
En mayo de 2006, cuando adquirió el club deportivo Real Celta de Vigo, Manuel Carlos Mouriño Atanes no sabía nada de futbol, pero ello no le ha impedido sacar provecho de su posición de presidente del conjunto deportivo para congraciarse con la clase económica de Galicia, publica Proceso en su edición 1648.
Durante la temporada 2006-2007, cuando Mouriño Atanes recibió el equipo, éste se encontraba en la primera división de la liga española de futbol, pero comenzó a perder presencia en las canchas. Al término de esa temporada el Celta cayó a la segunda división. Caro le salió al conjunto vigués el cambio de dueño.
Desde entonces Mouriño Atanes ha ido de tropiezo en tropiezo. El primero lo tuvo el 18 de mayo de 2006, precisamente cuando fue presentado como presidente del club. En aquella ocasión, aconsejado por Antonio Solá –quien en México fue asesor de imagen de Felipe Calderón durante la campaña electoral del panista–, propuso que el lema del equipo fuera “Vigo. 100% Celta”. Los celtistas lo consideraron un agravio porque, dijeron, no estaban de acuerdo en que al equipo se le considerara como una “marca”.
Varios reporteros que asistieron a ese evento informaron el 19 de mayo que Mouriño Atanes actuó como si estuviera en un acto político o electoral del Partido Popular (PP). Y es que él lo preparó de esa forma. Para atender a la prensa, el despacho de imagen del club deportivo envió desde Madrid a Gabriel Cortina, quien, al igual que Solá, se identifica con el PP; incluso está vinculado a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) del expresidente José María Aznar.
El exalcalde de este puerto, Manuel Soto, explica: “Carlos Mouriño tiene la mejor intención del mundo, pero ha pagado el desconocimiento del tema futbolístico. No es igual manejar una empresa que un club. Creo que es parte de su período de aprendizaje”
En mayo de 2006, cuando adquirió el club deportivo Real Celta de Vigo, Manuel Carlos Mouriño Atanes no sabía nada de futbol, pero ello no le ha impedido sacar provecho de su posición de presidente del conjunto deportivo para congraciarse con la clase económica de Galicia, publica Proceso en su edición 1648.
Durante la temporada 2006-2007, cuando Mouriño Atanes recibió el equipo, éste se encontraba en la primera división de la liga española de futbol, pero comenzó a perder presencia en las canchas. Al término de esa temporada el Celta cayó a la segunda división. Caro le salió al conjunto vigués el cambio de dueño.
Desde entonces Mouriño Atanes ha ido de tropiezo en tropiezo. El primero lo tuvo el 18 de mayo de 2006, precisamente cuando fue presentado como presidente del club. En aquella ocasión, aconsejado por Antonio Solá –quien en México fue asesor de imagen de Felipe Calderón durante la campaña electoral del panista–, propuso que el lema del equipo fuera “Vigo. 100% Celta”. Los celtistas lo consideraron un agravio porque, dijeron, no estaban de acuerdo en que al equipo se le considerara como una “marca”.
Varios reporteros que asistieron a ese evento informaron el 19 de mayo que Mouriño Atanes actuó como si estuviera en un acto político o electoral del Partido Popular (PP). Y es que él lo preparó de esa forma. Para atender a la prensa, el despacho de imagen del club deportivo envió desde Madrid a Gabriel Cortina, quien, al igual que Solá, se identifica con el PP; incluso está vinculado a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) del expresidente José María Aznar.
El exalcalde de este puerto, Manuel Soto, explica: “Carlos Mouriño tiene la mejor intención del mundo, pero ha pagado el desconocimiento del tema futbolístico. No es igual manejar una empresa que un club. Creo que es parte de su período de aprendizaje”