El Cuasimodo de Georgina
Marcela Gómez Zalce
• Tsunami amarillo...
• Zape al FMI
El comienzo de toda ofensiva, mi estimado, puede descubrirse en los preparativos que la anteceden. No hay nada nuevo bajo el sol de López Obrador en su agenda de defender el petróleo, como tampoco hay nada nuevo bajo el sol de Calderón Hinojosa en privatizar el célebre tesorito (el de las profundidades) durante su sexenio.
El tabasqueño anunció sus líneas de acción a seguir de manera puntillosa y recurrente, amén de entrarle al pago de los costos político-electorales desencadenados de sus decisiones, y ayer, nuevamente con un Zócalo capitalino atiborrado de simpatizantes, lo volvió a exponer, así que Felipe y su Gymboree no tienen de qué preocuparse (aunque sí ocuparse) porque no hay simulaciones ni dobles discursos.
Por el contrario, desde hace meses Felipe ha sido el principal protagonista de los rounds de sombra y de la original tenebra con el PRI de Beltrones alrededor de su mentado chisguete que finalmente prendió la pradera... legislativa originando la emblemática reacción histérica azul. Y en medio de la fascinante toma del Congreso, los márgenes de maniobra se estrechan para sacar adelante algunas cuestiones pendientes (como el viaje de Felipe a Louisiana, sin aprobarse aún en San Lázaro, con motivo de la reunión trilateral del ASPAN), lo que anuncia otra volátil semanita en el pronóstico del tiempo político.
El maravilloso meollo es que dentro de un sector azul sigue habiendo alarma por los peligrosos cheques presidenciales endosados a las lacritas tricolores, principales benefactores en la simpática cadenita energética cuyos resultados tienen fechas fatales: 2009 y 2012. Sobre todo porque entre los divertidos pactos está el destino de los excedentes petroleros, y ni hablar de la reforma del Estado aunque… hay un par de seductoras cositas, my friend, que el PRI pondrá sobre su mesa negociadora para tratar de sacar adelante lo que hoy se antoja como comprometido por los recientes sucesos.
Quizá eso explicaría la molestia priista por las tomas de tribuna que lejos de ayudar en su proyecto, lo obstaculizan. Y su proyecto, my friend, es controlar el juguete llamado Pemex a través de algunos muy ocurrentes detalles que hace falta modificar dentro del bodrio enviado por the dumb squad calderonista, que en varios rubros no sólo es surrealista sino que invita a que el gasto corriente de la paraestatal crezca con exceso y sin medida.
Eso sin contar que nuestras lacras legislativas deberán transformar varias leyes que harán palidecer de envidia a su desastroso frankenstein electoral, que a la fecha nadie entiende y continúa haciéndolos bolas espoteras.
Entre las nominadas del conocido chisguete figuran la Ley de la Administración Pública Federal; la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público; la Ley de Obra Pública; La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; la Ley Orgánica de Pemex y Organismos Subsidiarios y… la Ley Reglamentaria del 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo.
Dentro de todas estas linduras, mi estimado, está el verdadero nudo marino de los millonarios negocios que pretende otorgar Calderón etiquetados bajo el rubro de los contratos ampliados y que serán sujetos a los ojos “reguladores” de la proyectada Comisión del Petróleo... el nuevo Cuasimodo de Georgina Kessel —quien, por cierto, ante un divino cuestionamiento en una encerrona con los obispos de la CEM afirmó que su mejor activo era haber sido maestra del inquilino de Los Pinos (no fucking comments)—, que cree nacerá y fortalecerá a la Sener (son conocidas sus fobias y jaloneos con Reyes Heroles)
otorgándole mayor control sobre la paraestatal…
Este nuevo organismo, que debería ser un ente regulador en un mercado abierto de competencia nacional y extranjera, aquí será no sólo la llave del cofre del tesorito profundo sino el poder detrás del trono energético ya que la letra chiquita habla, entre muchas monadas, sobre el veto en decisiones del Consejo de Administración. ¿Me sigue?
En cuanto a los personajes de la nueva Comisión (¿¡y la nómina, apá?!) serán a propuesta de Kessel y designados por Calderón aunque, como siempre, we hate to piss in the presidential parade. ¿Por qué? Sencillo
El PRI quiere entrada VIP en este magnífico reventón así que si sortean el tsunami amarillo, prepárese para la verdadera presión tricolor de u know who para que sus miembros pasen a la báscula del Congreso porque de ahí, my friend, lo demás será... lo de menos.
Por la Mirilla
Y ahora resulta que el FMI está equivocado... Espléndido.
• Tsunami amarillo...
• Zape al FMI
El comienzo de toda ofensiva, mi estimado, puede descubrirse en los preparativos que la anteceden. No hay nada nuevo bajo el sol de López Obrador en su agenda de defender el petróleo, como tampoco hay nada nuevo bajo el sol de Calderón Hinojosa en privatizar el célebre tesorito (el de las profundidades) durante su sexenio.
El tabasqueño anunció sus líneas de acción a seguir de manera puntillosa y recurrente, amén de entrarle al pago de los costos político-electorales desencadenados de sus decisiones, y ayer, nuevamente con un Zócalo capitalino atiborrado de simpatizantes, lo volvió a exponer, así que Felipe y su Gymboree no tienen de qué preocuparse (aunque sí ocuparse) porque no hay simulaciones ni dobles discursos.
Por el contrario, desde hace meses Felipe ha sido el principal protagonista de los rounds de sombra y de la original tenebra con el PRI de Beltrones alrededor de su mentado chisguete que finalmente prendió la pradera... legislativa originando la emblemática reacción histérica azul. Y en medio de la fascinante toma del Congreso, los márgenes de maniobra se estrechan para sacar adelante algunas cuestiones pendientes (como el viaje de Felipe a Louisiana, sin aprobarse aún en San Lázaro, con motivo de la reunión trilateral del ASPAN), lo que anuncia otra volátil semanita en el pronóstico del tiempo político.
El maravilloso meollo es que dentro de un sector azul sigue habiendo alarma por los peligrosos cheques presidenciales endosados a las lacritas tricolores, principales benefactores en la simpática cadenita energética cuyos resultados tienen fechas fatales: 2009 y 2012. Sobre todo porque entre los divertidos pactos está el destino de los excedentes petroleros, y ni hablar de la reforma del Estado aunque… hay un par de seductoras cositas, my friend, que el PRI pondrá sobre su mesa negociadora para tratar de sacar adelante lo que hoy se antoja como comprometido por los recientes sucesos.
Quizá eso explicaría la molestia priista por las tomas de tribuna que lejos de ayudar en su proyecto, lo obstaculizan. Y su proyecto, my friend, es controlar el juguete llamado Pemex a través de algunos muy ocurrentes detalles que hace falta modificar dentro del bodrio enviado por the dumb squad calderonista, que en varios rubros no sólo es surrealista sino que invita a que el gasto corriente de la paraestatal crezca con exceso y sin medida.
Eso sin contar que nuestras lacras legislativas deberán transformar varias leyes que harán palidecer de envidia a su desastroso frankenstein electoral, que a la fecha nadie entiende y continúa haciéndolos bolas espoteras.
Entre las nominadas del conocido chisguete figuran la Ley de la Administración Pública Federal; la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público; la Ley de Obra Pública; La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; la Ley Orgánica de Pemex y Organismos Subsidiarios y… la Ley Reglamentaria del 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo.
Dentro de todas estas linduras, mi estimado, está el verdadero nudo marino de los millonarios negocios que pretende otorgar Calderón etiquetados bajo el rubro de los contratos ampliados y que serán sujetos a los ojos “reguladores” de la proyectada Comisión del Petróleo... el nuevo Cuasimodo de Georgina Kessel —quien, por cierto, ante un divino cuestionamiento en una encerrona con los obispos de la CEM afirmó que su mejor activo era haber sido maestra del inquilino de Los Pinos (no fucking comments)—, que cree nacerá y fortalecerá a la Sener (son conocidas sus fobias y jaloneos con Reyes Heroles)
otorgándole mayor control sobre la paraestatal…
Este nuevo organismo, que debería ser un ente regulador en un mercado abierto de competencia nacional y extranjera, aquí será no sólo la llave del cofre del tesorito profundo sino el poder detrás del trono energético ya que la letra chiquita habla, entre muchas monadas, sobre el veto en decisiones del Consejo de Administración. ¿Me sigue?
En cuanto a los personajes de la nueva Comisión (¿¡y la nómina, apá?!) serán a propuesta de Kessel y designados por Calderón aunque, como siempre, we hate to piss in the presidential parade. ¿Por qué? Sencillo
El PRI quiere entrada VIP en este magnífico reventón así que si sortean el tsunami amarillo, prepárese para la verdadera presión tricolor de u know who para que sus miembros pasen a la báscula del Congreso porque de ahí, my friend, lo demás será... lo de menos.
Por la Mirilla
Y ahora resulta que el FMI está equivocado... Espléndido.