Resultados de conteo rápido dan a Barrales ventaja de 3 votos a 1
La Jornada
■ Este miércoles la Comisión Técnica Electoral dará a conocer las cifras definitivas
■ Obtiene 64.1% de sufragios, según un sondeo de salida en 140 casillas
■ Se perfila para dirigir el PRD-DF en el periodo 2008-2011
■ Zambrano dice que la contienda no fue limpia
Con una ventaja de tres votos a uno, Alejandra Barrales Magdaleno, candidata de la coalición Izquierda Unida, fue electa dirigente del PRD capitalino para el periodo 2008-2011, con base en los resultados del conteo rápido realizado por la empresa Consulta Mitofsky.
Estas cifras fueron dadas a conocer por Roy Campos, representante de la encuestadora, y por Ricardo Ruiz Suárez, dirigente saliente del sol azteca local, cerca de la medianoche, en el marco del acto en el que Alejandro Encinas Rodríguez festejó su triunfo a nivel nacional.
De acuerdo con los datos del sondeo, levantado en 140 casillas de esta capital, la fórmula encabezada por Barrales obtuvo 64.1 por ciento de la votación, seguido por la planilla 2, abanderada por Jesús Zambrano Grijalva, quien logró 24.6 por ciento de los sufragios emitidos por los perredistas del Distrito Federal.
Las otras fórmulas, en conjunto, según Mitofsky, obtuvieron 11.3 por ciento del total de sufragios emitidos.
La Comisión Técnica Electoral del PRD-DF dará a conocer los resultados oficiales y definitivos hasta el próximo miércoles; sin embargo, este órgano electoral, al igual que la dirigencia nacional, validó este ejercicio. De confirmarse esa diferencia entre el primero y el segundo lugares de las votaciones, Barrales y Manuel Oropeza ocuparían la presidencia y la secretaría general del sol azteca en esta capital, según lo establecen sus normas internas.
Después de conocer estas cifras, Barrales se comprometió a trabajar por la unidad del partido, e indicó que buscará resolver las inconformidades que pudieron haberse surgido durante el proceso interno.
Dos horas antes, Alejandra Barrales ya se había proclamado ganadora de esa contienda, argumentado datos de más de 300 casillas contabilizadas.
Sin entrar en detalles sobre los votos obtenidos, la candidata de Izquierda Unida explicó que se encargó un sondeo propio en las 16 delegaciones, cuyos resultados preliminares le daban el triunfo. “El resultado es contundente, incluso ganamos en algunas zonas consideradas bastiones de Nueva Izquierda (NI), por lo que confío en que la tendencia llegue a ser de 3 a 1 conforme avance el conteo de votos”.
Minutos antes, el diputado Arturo Santana, vocero de la candidata de IU, estimó que en la elección participaron de 180 mil a 200 mil perredistas, siendo las delegaciones más conflictivas Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, “controladas por Nueva Izquierda”.
Al término de la conferencia realizada en el hotel Sheraton Alameda, un mariachi entró en el salón en donde sus simpatizantes felicitaban a Alejandra Barrales Magdaleno, a quien ya llamaban “presidenta”.
En ese momento, en otra parte de la ciudad esa visión triunfalista fue rechazada por Jesús Zambrano, candidato de NI, pues aseguró que los resultados fluían tan lentamente en el Distrito Federal que hasta las 11 de la noche no existían elementos reales y cifras oficiales que dieran sustento a esa supuesta victoria, además de que los datos de Barrales estaban basados en una serie de irregularidades que cometieron grupos que simpatizaban con ella y que distorsionaron la forma democrática en que debieron darse los votos.
Incluso, horas antes ofreció una conferencia de prensa para afirmar, “con mucho dolor”, que la contienda interna del PRD “no fue limpia”, pues intervino en ella una “pandilla de delincuentes electorales” para favorecer a Barrales Magdaleno, hechos en los cuales intervinieron funcionarios públicos, quienes “se empeñaron en tratar de hacerla una elección de Estado en contra nuestra”.
En este capítulo se conoció que el secretario de Gobierno, José Angel Ávila Pérez, desde un día antes le facilitó sus números de teléfono celular a Zambrano para estar en contacto, recibir y atender sus quejas, que se recibieron hasta la una de la tarde, ante lo cual se abocó a corregir esos planteamientos.
■ Este miércoles la Comisión Técnica Electoral dará a conocer las cifras definitivas
■ Obtiene 64.1% de sufragios, según un sondeo de salida en 140 casillas
■ Se perfila para dirigir el PRD-DF en el periodo 2008-2011
■ Zambrano dice que la contienda no fue limpia
Con una ventaja de tres votos a uno, Alejandra Barrales Magdaleno, candidata de la coalición Izquierda Unida, fue electa dirigente del PRD capitalino para el periodo 2008-2011, con base en los resultados del conteo rápido realizado por la empresa Consulta Mitofsky.
Estas cifras fueron dadas a conocer por Roy Campos, representante de la encuestadora, y por Ricardo Ruiz Suárez, dirigente saliente del sol azteca local, cerca de la medianoche, en el marco del acto en el que Alejandro Encinas Rodríguez festejó su triunfo a nivel nacional.
De acuerdo con los datos del sondeo, levantado en 140 casillas de esta capital, la fórmula encabezada por Barrales obtuvo 64.1 por ciento de la votación, seguido por la planilla 2, abanderada por Jesús Zambrano Grijalva, quien logró 24.6 por ciento de los sufragios emitidos por los perredistas del Distrito Federal.
Las otras fórmulas, en conjunto, según Mitofsky, obtuvieron 11.3 por ciento del total de sufragios emitidos.
La Comisión Técnica Electoral del PRD-DF dará a conocer los resultados oficiales y definitivos hasta el próximo miércoles; sin embargo, este órgano electoral, al igual que la dirigencia nacional, validó este ejercicio. De confirmarse esa diferencia entre el primero y el segundo lugares de las votaciones, Barrales y Manuel Oropeza ocuparían la presidencia y la secretaría general del sol azteca en esta capital, según lo establecen sus normas internas.
Después de conocer estas cifras, Barrales se comprometió a trabajar por la unidad del partido, e indicó que buscará resolver las inconformidades que pudieron haberse surgido durante el proceso interno.
Dos horas antes, Alejandra Barrales ya se había proclamado ganadora de esa contienda, argumentado datos de más de 300 casillas contabilizadas.
Sin entrar en detalles sobre los votos obtenidos, la candidata de Izquierda Unida explicó que se encargó un sondeo propio en las 16 delegaciones, cuyos resultados preliminares le daban el triunfo. “El resultado es contundente, incluso ganamos en algunas zonas consideradas bastiones de Nueva Izquierda (NI), por lo que confío en que la tendencia llegue a ser de 3 a 1 conforme avance el conteo de votos”.
Minutos antes, el diputado Arturo Santana, vocero de la candidata de IU, estimó que en la elección participaron de 180 mil a 200 mil perredistas, siendo las delegaciones más conflictivas Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, “controladas por Nueva Izquierda”.
Al término de la conferencia realizada en el hotel Sheraton Alameda, un mariachi entró en el salón en donde sus simpatizantes felicitaban a Alejandra Barrales Magdaleno, a quien ya llamaban “presidenta”.
En ese momento, en otra parte de la ciudad esa visión triunfalista fue rechazada por Jesús Zambrano, candidato de NI, pues aseguró que los resultados fluían tan lentamente en el Distrito Federal que hasta las 11 de la noche no existían elementos reales y cifras oficiales que dieran sustento a esa supuesta victoria, además de que los datos de Barrales estaban basados en una serie de irregularidades que cometieron grupos que simpatizaban con ella y que distorsionaron la forma democrática en que debieron darse los votos.
Incluso, horas antes ofreció una conferencia de prensa para afirmar, “con mucho dolor”, que la contienda interna del PRD “no fue limpia”, pues intervino en ella una “pandilla de delincuentes electorales” para favorecer a Barrales Magdaleno, hechos en los cuales intervinieron funcionarios públicos, quienes “se empeñaron en tratar de hacerla una elección de Estado en contra nuestra”.
En este capítulo se conoció que el secretario de Gobierno, José Angel Ávila Pérez, desde un día antes le facilitó sus números de teléfono celular a Zambrano para estar en contacto, recibir y atender sus quejas, que se recibieron hasta la una de la tarde, ante lo cual se abocó a corregir esos planteamientos.