Castañeda llega tarde... y escandaliza en foro de tv
El Universal
* Al minimizar el espionaje que realizó para Cuba, Jorge Castañeda se ha llamado agente cero-cero Mojito pero ahora le hizo honor al mote debido a que llegó en estado inconveniente a un foro televisivo
El ex canciller Jorge Castañeda bajó de un Volvo y caminó unos pasos… llevaba el saco al hombro y la camisa rosa, de esas caras que usa, desfajada, con un par de tragos encima, con el rostro enrojecido, de repente apretó la quijada: “Sabía que tú me la ibas a hacer de a pedo”.
El lunes por la tarde, el hombre que exige que sus citas sean ni un minuto antes y menos un minuto después de la hora fijada llegó casi una hora retrasado a una entrevista para televisión… ahí frente a periodistas, escritores, productores, técnicos, maquillistas simplemente explotó.
Cuando le hicieron notar que había más de 100 personas que lo esperaban y estaban a punto de pedirle que regresara otro día, el que fue uno de los hombres fuertes de Vicente Fox se adelantó: “Yo no puedo grabar así… díganme cuánto es y yo les pago a todos”.
Así pues, El Güero había sido invitado –en respuesta a una solicitud que él mismo hizo hace varios meses— al programa de Televisión Azteca llamado Shalalá, que conducen la periodista Katia D’Artigues y la escritora Sabina Berman.
Todo comenzó con el arranque de este programa, donde la primera invitada fue la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo. Ahí la maestra afirmó que le rentaba a Castañeda un departamento en Polanco. En los siguientes días Castañeda contactó a la producción para exigir su derecho a réplica pues argumentaba que la cifra dada por Gordillo no era la real y que eso lo podía meter en problemas fiscales. De manera reiterada se hacían invitaciones y comentarios de tenerlo en el programa. Amigo de Sabina Berman y de otras personas que participan en el programa se postergó la entrevista.
En medio de las investigaciones hechas por esta casa editorial los invitaron para el lunes 18 de febrero a las 18 horas en el Foro A de los Estudios Churubusco Azteca.
Por la mañana, la oficina de Castañeda se comunicó con la producción de Shalalá para pedir que se retrasará la grabación una hora, pero nuevamente “por órdenes del doctor les pedimos de la manera más atenta puntualidad”. El equipo aceptó.
Dieron las siete y Castañeda no llegaba; 15 minutos después le marcaron a su celular y dijo que iba en camino; tardaría 15 minutos. Para ese momento el equipo comenzó a sentir presión por que se empalmaría con la entrevista que sí se haría a Andrés Manuel López Obrador.
A las 7:50 de la noche Castañeda llegó al estudio. Iba en un Volvo con chofer. Bajó y echó a andar, con el saco al hombro. Lo recibió Alejandra Quero a quien le dijo que no iba a grabar. Su amiga, Sabina Berman, fue a verlo, tres pasos atrás Katia D’Artigues.
Entraron a una sala de espera donde se recibe a los invitados. Ahí estaban los productores y las conductoras. Muy breve Castañeda le dijo a Berman que había estado tres horas en el tráfico, que ya no estaba para esos ritmos, “quizá por la edad” les habría dicho. Luego, D’Artigues le dijo que eso no era excusa, que había más de 100 personas. Frente a ocho personas Castañeda levantó la voz: “Sabía que tú me la ibas a hacer de a pedo”. Dio la vuelta y amenazó: “Y escribe lo que quieras”; la reportera le respondió: “Siempre escribo lo que quiero”. Después una secretaria habló de su oficina para disculparse e insistir en que pagaría los costos de la producción.
* Al minimizar el espionaje que realizó para Cuba, Jorge Castañeda se ha llamado agente cero-cero Mojito pero ahora le hizo honor al mote debido a que llegó en estado inconveniente a un foro televisivo
El ex canciller Jorge Castañeda bajó de un Volvo y caminó unos pasos… llevaba el saco al hombro y la camisa rosa, de esas caras que usa, desfajada, con un par de tragos encima, con el rostro enrojecido, de repente apretó la quijada: “Sabía que tú me la ibas a hacer de a pedo”.
El lunes por la tarde, el hombre que exige que sus citas sean ni un minuto antes y menos un minuto después de la hora fijada llegó casi una hora retrasado a una entrevista para televisión… ahí frente a periodistas, escritores, productores, técnicos, maquillistas simplemente explotó.
Cuando le hicieron notar que había más de 100 personas que lo esperaban y estaban a punto de pedirle que regresara otro día, el que fue uno de los hombres fuertes de Vicente Fox se adelantó: “Yo no puedo grabar así… díganme cuánto es y yo les pago a todos”.
Así pues, El Güero había sido invitado –en respuesta a una solicitud que él mismo hizo hace varios meses— al programa de Televisión Azteca llamado Shalalá, que conducen la periodista Katia D’Artigues y la escritora Sabina Berman.
Todo comenzó con el arranque de este programa, donde la primera invitada fue la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo. Ahí la maestra afirmó que le rentaba a Castañeda un departamento en Polanco. En los siguientes días Castañeda contactó a la producción para exigir su derecho a réplica pues argumentaba que la cifra dada por Gordillo no era la real y que eso lo podía meter en problemas fiscales. De manera reiterada se hacían invitaciones y comentarios de tenerlo en el programa. Amigo de Sabina Berman y de otras personas que participan en el programa se postergó la entrevista.
En medio de las investigaciones hechas por esta casa editorial los invitaron para el lunes 18 de febrero a las 18 horas en el Foro A de los Estudios Churubusco Azteca.
Por la mañana, la oficina de Castañeda se comunicó con la producción de Shalalá para pedir que se retrasará la grabación una hora, pero nuevamente “por órdenes del doctor les pedimos de la manera más atenta puntualidad”. El equipo aceptó.
Dieron las siete y Castañeda no llegaba; 15 minutos después le marcaron a su celular y dijo que iba en camino; tardaría 15 minutos. Para ese momento el equipo comenzó a sentir presión por que se empalmaría con la entrevista que sí se haría a Andrés Manuel López Obrador.
A las 7:50 de la noche Castañeda llegó al estudio. Iba en un Volvo con chofer. Bajó y echó a andar, con el saco al hombro. Lo recibió Alejandra Quero a quien le dijo que no iba a grabar. Su amiga, Sabina Berman, fue a verlo, tres pasos atrás Katia D’Artigues.
Entraron a una sala de espera donde se recibe a los invitados. Ahí estaban los productores y las conductoras. Muy breve Castañeda le dijo a Berman que había estado tres horas en el tráfico, que ya no estaba para esos ritmos, “quizá por la edad” les habría dicho. Luego, D’Artigues le dijo que eso no era excusa, que había más de 100 personas. Frente a ocho personas Castañeda levantó la voz: “Sabía que tú me la ibas a hacer de a pedo”. Dio la vuelta y amenazó: “Y escribe lo que quieras”; la reportera le respondió: “Siempre escribo lo que quiero”. Después una secretaria habló de su oficina para disculparse e insistir en que pagaría los costos de la producción.