Tiempo de Alacranes: Once multimillonario$ en un país de miserables
Hugo Sánchez Gudiño
* Slim, Azcárraga, Zambrano…: Biografías de los de piel dorada
* Lora y el Tri: Voceros rocanroleros del PAN
* Los Chuchos siguen pegando abajo a Marcelo
“Las lealtades de mi
padre no son mis lealtades”.
(Emilio Azcárraga Jean).
LOS 11 DUEÑOS DE MÉXICO
En su número correspondiente al año 2007, la revista Forbes publica a los diez multimillonarios mexicanos con fortunas que superan los mil millones de dólares: Carlos Slim (49 mil millones), Alberto Bailleres (cinco mil millones), Emilio Azcárraga (2.1), María Asunción Aramburuzabala (2.0), Roberto Hernández (2.0), Lorenzo Zambrano (1.7), Ricardo Salinas Pliego, Jerónimo Arango, Isaac Saba y Alfredo Harp Helú.
Los primeros seis aparecen en el libro que coordinó Jorge Zepeda
Patterson y que ya está en circulación, titulado Los amos de México, cuya tesis central es escalofriante: 20 familias concentran más del 10 por ciento del PIB y la mitad del valor accionario de la Bolsa, influyen en la economía y la política, y por tanto en la vida de los mexicanos. Nuestra vida está en sus manos, ya que buena parte del salario que ganamos va a parar a sus empresas –dice Patterson–, para agregar:
“Cada peso que gastamos, de cualquier manera, aumenta su riqueza. Desde comer y vestir, ver televisión, ir al cine o al médico, hablar por teléfono y escuchar música. En este momento resulta impensable un día sin Slim y sus colegas. Pero más allá de la omnipresencia de Bimbo, Televisa, Telmex, Modelo, Sanborns, Maseca, Cinépolis y otra veintena de grandes consorcios, los multimillonarios son los dueños del país por la enorme capacidad que tienen para moldear y modificar las estructuras políticas y económicas de toda una nación, de acuerdo a sus intereses”.
Así, un grupo de periodistas y editores coordinado por Zepeda Patterson se dio a la tarea de investigar y armar las biografías de 11 de los más importantes empresarios del país, para desentrañar “de qué están hechos y para conocer de qué forma hicieron o acrecentaron sus fortunas”. Paradójicamente, muchos de estos personajes cerraron filas para impedir que Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia en 2006.
Y se les atribuye a estos magnates trazar el rumbo futuro de México: Carlos Slim y Emilio Azcárraga son los líderes visibles de los dos imperios multimediáticos económicos más influyentes; Alberto Bailleres es el segundo hombre más rico del país; Lorenzo Zambrano y su Cemex han modificado la faz de Monterrey y pavimentado el resto del mundo; María Asunción Aramburuzabala es la mujer con mayor fortuna de América Latina.
Lorenzo Servitje y su osito Bimbo son las aves de tempestad por su protagonismo político; Roberto Hernández ha sido el banquero de Fox y Calderón; Olegario Vázquez Raña ha irrumpido en los medios de comunicación, apoyado por sus hoteles y hospitales; Roberto González no sólo es el Rey del maíz, sino que también es propietario de Banorte. Tal vez haya otros más ricos que Jorge Vergara (Omnilife y Chivas) y la familia Ramírez (Cinépolis), pero ambos constituyen los capitales más dinámicos de su respectivas regiones: Jalisco y Michoacán.
Las historias que se cuentan en el libro transitan desde quienes se forjaron a sí mismos –iniciando literalmente de cero–, hasta los que tuvieron la suerte de crecer cobijados por familias poderosas y adineradas, para convertirse después en herederos de empresas que lograron consolidarse a niveles inimaginables para sus propios dueños.
Aunque una hipótesis que desliza el texto cobra cuerpo a lo largo del trabajo de investigación: Que los 11 archimillonarios lograron construir sus fortunas al amparo de sus relaciones con el poder político.
Un rasgo que los identifica a todos es que en algún momento han cedido a la ambición de ser los primeros, y si es posible los únicos, utilizando el tráfico de influencias
y llevando a cabo prácticas monopólicas y anticompetitivas para lograrlo.
No obstante, el libro tiene sus altas y bajas, particularmente en lo que se refiere al método empleado por cada autor para construir la semblanza de los personajes citados: Encontramos lo mismo excelentes trabajos críticos y documentados, como aquellos que parecen un culto a la personalidad de los magnates, eludiendo cualquier comentario que pueda incomodar.
Resulta recomendable el libro coordinado por Jorge Zepeda Patterson justo cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) da a conocer su reporte semestral sobre América Latina titulado Perspectivas económicas: Las Américas, donde se informa que la reducción de la pobreza en México en los últimos dos años fue la más lenta entre las principales naciones del continente. “Entre 2004-2006 la pobreza en México se redujo apenas 3 por ciento”, indica.
En esta perspectiva tiene razón el politólogo italiano Michelangelo Bovero (discípulo destacado de Norberto Bobbio), en visita reciente a nuestro país, cuando anota que la concentración del poder es un riesgo para la democracia, tanto si se trata de la unión entre los poderes político, económico e ideológico.
EL PAN: ENTRE EL ROÑAS Y ALEX LORA
Mientras El Roñas, delincuente juvenil que le puso cuernos al presidente Vicente Fox, fue reaprehendido por dispararle a una persona, Alex Lora, el legendario roquero de la banda “pacheca y desmadrosa” se convirtió en el animador oficial de la gente bonita del PAN. Siempre en los extremos, el vocalista del Tri fue invitado al auditorio Manuel Gómez Morín por el ex secretario de Vinculación con la Sociedad del partido blanquiazul, el diputado Gerardo Priego, promotor de un concurso de bandas en la sede panista, quien lucía feliz y orgulloso, y gritaba: “¡Este es el nuevo PAN… el partido que quiero, cerquita de la gente!”.
“Nos suben la renta/nos suben la gasolina/nos suben la luz/nos suben la mota/y el pinche Gobierno/viajando”, entonó Lora, quien prendió a la raza de pirruris cuando el guitarrista Teo, ataviado con una máscara de Salinas, comenzó a danzar en el escenario.
“Doña Martita y su vaquero tienen una gran mansión, y es que nuestros impuestos están trabajando”, continuó Lora en su andanada de ironía y humor perro contra la ex pareja presidencial, para cerrar el concierto organizado por el CEN del PAN (aunque no estuviera presente ni uno solo de sus integrantes), acompañado de sus gustados gritos de guerra: “¡Chinguen a su madre!” y “¡Pinches políticos ratas!”, mientras los invitados lo seguían en coro, cantando despacio, moviendo los brazos en alto de un lado a otro y adoptándolo como el “trovador oficial del PAN”. Así, Alex Lora dio el salto de los hoyos funky nezahualcoyeros a los pubs azules polanqueños. Me cai de mauser que sí, mai.
LOS CÍRIGO-ARCE, DURO Y A LA CABEZA VS EBRARD
A escasos días de que se llevara a cabo la Tercera Asamblea de la Convención Nacional Democrática en el Zócalo capitalino, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, la dupla azul que mueve al PRD capitalino en la asamblea y que opera en el Senado, integrada por los hermanitos Círigo-Arce, de nueva cuenta le lanzó varios mísiles a Marcelo Ebrard, a quien recriminó no haber acudido al acto en el que el presidente Felipe Calderón presentó el programa hidráulico para la cuenca del Valle de México.
Resulta que estos dos prominentes ideólogos de Los Chuchos lanzaron a sus huestes para que marcharan e hicieran una protesta en el centro de la ciudad con una demanda central: Aumento de tarifas para microbuses en Iztapalapa.
Tiraron el golpe y escondieron la mano, pero sus huellas dactilares eran más que evidentes: Los líderes que encabezaron la marcha eran Raymundo Pérez, chalancillo y operador de base de Víctor Hugo Círigo, y Luis Río Frío, quien le carga el portafolios a René Arce y se ostenta como su asesor en el Senado.
El llamado “pacto de no agresión y civilidad” firmado por las tribus, que silenció temporalmente a Fernández Noroña después de la tv-novela Destilando amor por Zavaleta, se ha roto. De nueva cuenta la guerra interna en el PRD.
* Slim, Azcárraga, Zambrano…: Biografías de los de piel dorada
* Lora y el Tri: Voceros rocanroleros del PAN
* Los Chuchos siguen pegando abajo a Marcelo
“Las lealtades de mi
padre no son mis lealtades”.
(Emilio Azcárraga Jean).
LOS 11 DUEÑOS DE MÉXICO
En su número correspondiente al año 2007, la revista Forbes publica a los diez multimillonarios mexicanos con fortunas que superan los mil millones de dólares: Carlos Slim (49 mil millones), Alberto Bailleres (cinco mil millones), Emilio Azcárraga (2.1), María Asunción Aramburuzabala (2.0), Roberto Hernández (2.0), Lorenzo Zambrano (1.7), Ricardo Salinas Pliego, Jerónimo Arango, Isaac Saba y Alfredo Harp Helú.
Los primeros seis aparecen en el libro que coordinó Jorge Zepeda
Patterson y que ya está en circulación, titulado Los amos de México, cuya tesis central es escalofriante: 20 familias concentran más del 10 por ciento del PIB y la mitad del valor accionario de la Bolsa, influyen en la economía y la política, y por tanto en la vida de los mexicanos. Nuestra vida está en sus manos, ya que buena parte del salario que ganamos va a parar a sus empresas –dice Patterson–, para agregar:
“Cada peso que gastamos, de cualquier manera, aumenta su riqueza. Desde comer y vestir, ver televisión, ir al cine o al médico, hablar por teléfono y escuchar música. En este momento resulta impensable un día sin Slim y sus colegas. Pero más allá de la omnipresencia de Bimbo, Televisa, Telmex, Modelo, Sanborns, Maseca, Cinépolis y otra veintena de grandes consorcios, los multimillonarios son los dueños del país por la enorme capacidad que tienen para moldear y modificar las estructuras políticas y económicas de toda una nación, de acuerdo a sus intereses”.
Así, un grupo de periodistas y editores coordinado por Zepeda Patterson se dio a la tarea de investigar y armar las biografías de 11 de los más importantes empresarios del país, para desentrañar “de qué están hechos y para conocer de qué forma hicieron o acrecentaron sus fortunas”. Paradójicamente, muchos de estos personajes cerraron filas para impedir que Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia en 2006.
Y se les atribuye a estos magnates trazar el rumbo futuro de México: Carlos Slim y Emilio Azcárraga son los líderes visibles de los dos imperios multimediáticos económicos más influyentes; Alberto Bailleres es el segundo hombre más rico del país; Lorenzo Zambrano y su Cemex han modificado la faz de Monterrey y pavimentado el resto del mundo; María Asunción Aramburuzabala es la mujer con mayor fortuna de América Latina.
Lorenzo Servitje y su osito Bimbo son las aves de tempestad por su protagonismo político; Roberto Hernández ha sido el banquero de Fox y Calderón; Olegario Vázquez Raña ha irrumpido en los medios de comunicación, apoyado por sus hoteles y hospitales; Roberto González no sólo es el Rey del maíz, sino que también es propietario de Banorte. Tal vez haya otros más ricos que Jorge Vergara (Omnilife y Chivas) y la familia Ramírez (Cinépolis), pero ambos constituyen los capitales más dinámicos de su respectivas regiones: Jalisco y Michoacán.
Las historias que se cuentan en el libro transitan desde quienes se forjaron a sí mismos –iniciando literalmente de cero–, hasta los que tuvieron la suerte de crecer cobijados por familias poderosas y adineradas, para convertirse después en herederos de empresas que lograron consolidarse a niveles inimaginables para sus propios dueños.
Aunque una hipótesis que desliza el texto cobra cuerpo a lo largo del trabajo de investigación: Que los 11 archimillonarios lograron construir sus fortunas al amparo de sus relaciones con el poder político.
Un rasgo que los identifica a todos es que en algún momento han cedido a la ambición de ser los primeros, y si es posible los únicos, utilizando el tráfico de influencias
y llevando a cabo prácticas monopólicas y anticompetitivas para lograrlo.
No obstante, el libro tiene sus altas y bajas, particularmente en lo que se refiere al método empleado por cada autor para construir la semblanza de los personajes citados: Encontramos lo mismo excelentes trabajos críticos y documentados, como aquellos que parecen un culto a la personalidad de los magnates, eludiendo cualquier comentario que pueda incomodar.
Resulta recomendable el libro coordinado por Jorge Zepeda Patterson justo cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) da a conocer su reporte semestral sobre América Latina titulado Perspectivas económicas: Las Américas, donde se informa que la reducción de la pobreza en México en los últimos dos años fue la más lenta entre las principales naciones del continente. “Entre 2004-2006 la pobreza en México se redujo apenas 3 por ciento”, indica.
En esta perspectiva tiene razón el politólogo italiano Michelangelo Bovero (discípulo destacado de Norberto Bobbio), en visita reciente a nuestro país, cuando anota que la concentración del poder es un riesgo para la democracia, tanto si se trata de la unión entre los poderes político, económico e ideológico.
EL PAN: ENTRE EL ROÑAS Y ALEX LORA
Mientras El Roñas, delincuente juvenil que le puso cuernos al presidente Vicente Fox, fue reaprehendido por dispararle a una persona, Alex Lora, el legendario roquero de la banda “pacheca y desmadrosa” se convirtió en el animador oficial de la gente bonita del PAN. Siempre en los extremos, el vocalista del Tri fue invitado al auditorio Manuel Gómez Morín por el ex secretario de Vinculación con la Sociedad del partido blanquiazul, el diputado Gerardo Priego, promotor de un concurso de bandas en la sede panista, quien lucía feliz y orgulloso, y gritaba: “¡Este es el nuevo PAN… el partido que quiero, cerquita de la gente!”.
“Nos suben la renta/nos suben la gasolina/nos suben la luz/nos suben la mota/y el pinche Gobierno/viajando”, entonó Lora, quien prendió a la raza de pirruris cuando el guitarrista Teo, ataviado con una máscara de Salinas, comenzó a danzar en el escenario.
“Doña Martita y su vaquero tienen una gran mansión, y es que nuestros impuestos están trabajando”, continuó Lora en su andanada de ironía y humor perro contra la ex pareja presidencial, para cerrar el concierto organizado por el CEN del PAN (aunque no estuviera presente ni uno solo de sus integrantes), acompañado de sus gustados gritos de guerra: “¡Chinguen a su madre!” y “¡Pinches políticos ratas!”, mientras los invitados lo seguían en coro, cantando despacio, moviendo los brazos en alto de un lado a otro y adoptándolo como el “trovador oficial del PAN”. Así, Alex Lora dio el salto de los hoyos funky nezahualcoyeros a los pubs azules polanqueños. Me cai de mauser que sí, mai.
LOS CÍRIGO-ARCE, DURO Y A LA CABEZA VS EBRARD
A escasos días de que se llevara a cabo la Tercera Asamblea de la Convención Nacional Democrática en el Zócalo capitalino, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, la dupla azul que mueve al PRD capitalino en la asamblea y que opera en el Senado, integrada por los hermanitos Círigo-Arce, de nueva cuenta le lanzó varios mísiles a Marcelo Ebrard, a quien recriminó no haber acudido al acto en el que el presidente Felipe Calderón presentó el programa hidráulico para la cuenca del Valle de México.
Resulta que estos dos prominentes ideólogos de Los Chuchos lanzaron a sus huestes para que marcharan e hicieran una protesta en el centro de la ciudad con una demanda central: Aumento de tarifas para microbuses en Iztapalapa.
Tiraron el golpe y escondieron la mano, pero sus huellas dactilares eran más que evidentes: Los líderes que encabezaron la marcha eran Raymundo Pérez, chalancillo y operador de base de Víctor Hugo Círigo, y Luis Río Frío, quien le carga el portafolios a René Arce y se ostenta como su asesor en el Senado.
El llamado “pacto de no agresión y civilidad” firmado por las tribus, que silenció temporalmente a Fernández Noroña después de la tv-novela Destilando amor por Zavaleta, se ha roto. De nueva cuenta la guerra interna en el PRD.