Indice Político
TIENE RAZÓN LA opinión pública cuando reclama a quienes trabajamos en los medios de comunicación, que nuestra tarea de contralores sociales se dé, en la mayoría de los casos, a toro pasado. Tienen razón cuando nos recriminan no haber avisado a tiempo de las posibles fechorías y a veces hasta inocultables trapacerías de los funcionarios públicos y de sus familiares, quienes parecieran actuar sobre el erario público, cual si fuese la personal alcancía de la cual echan mano, hasta cuando no lo necesitan.
Hay que avisar a tiempo, porque en el caso que le platico hoy, es muy posible que el principal afectado, el señor Felipe Calderón, ni siquiera esté enterado de lo que algunos de sus familiares practican a su alrededor.
Le platico, sí, de la señorita Teresa Gómez del Campo Gurza, sobrina de la señora Margarita Zavala de Calderón, y hermana de la dirigente del comité del PAN-DF, Mariana Gómez del Campo, quien ha obtenido la adjudicación directa, sin concurso de por medio, de un jugoso contrato por casi medio millón de pesos, por sólo compilar documentos de la agenda legislativa federal.
Sobrina también de Hildebrando Zavala, a quien en el 2006 se acusara de ser beneficiario del tráfico de influencias, la señorita Gómez del Campo Gurza, recibió del fantasmagórico Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), apenas el 2 de mayo de este 2007, un contrato de 473 mil 684 pesos con 16 centavos para recopilar los documentos que el Congreso genere hasta el último día de este año.
Documentos que, usted lo sabe, están disponibles para cualquier mortal sin familiares encumbrados, en las páginas electrónicas de las Cámaras del Congreso de la Unión.
Este Instituto de la Juventud es encabezado por Priscila Vera Hernández, amiga y compañera de lides políticas de la dirigente panista en la capital nacional, quien le repito es hermana de la afortunada ganadora del jackpot del influyentismo: Teresa Gómez del Campo.
Pero ¿sabe usted qué es lo peor? Pues que en la página oficial del IMJ que debiera tutelar los derechos y los afanes juveniles, ya no aparece este contrato, el IMJ-CONT-AD-023/200702/05/2007, pues aparentemente fue eliminado, pese a que hace apenas unos días estaba en la red electrónica, donde aún se puede encontrar si usted acude a la versión en caché de la misma.
¿Doble moral? ¿Tal vez regaño de los familiares mayores por este y quizá otros, digamos, excesos? ¿No se llevó a cabo esta adjudicación directa?
No lo se. Y no lo se, porque desde hace varios días, la liga al portal de transparencia del IMJ está rota. No funciona. Lo cual no se me hace casualidad, ¿o sí lo es?
Este es un aviso a tiempo, para que no se repitan las historias sexenales, de las cuales usted y yo ya estamos hartos. Para que los Gómez del Campo de hoy, no nos resulten los Bribiesca del mañana.
¿OK?