Silvio Lira Mojica y el nuevo sindicato del Politécnico
Por Fátima Monterrosa
En el Instituto Politécnico Nacional (IPN) los académicos y el personal administrativo saben que algo importante ha cambiado para ellos en su sitio de trabajo. Algo por lo que pugnaron durante años y que apenas la semana pasada se hizo realidad: tener su propio sindicato, separado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y ajeno al control de la maestra Elba Esther Gordillo.
Los investigadores, científicos, profesores y personal del Politécnico derrotaron en el terreno legal al poderoso SNTE. Los trabajadores lograron separarse del gremio magisterial que regentea la maestra chiapaneca desde hace 19 años.
El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje otorgó formalmente el 29 de octubre pasado el registro y la toma de nota al Sindicato de Trabajadores del Instituto Politécnico Nacional. Con ello, lograron fracturar las secciones sindicales 9, 10 y 11 del SNTE en el Distrito Federal, que aglutina a 45 mil maestros, de los cuales 24 mil pertenecen al Politécnico.
A partir de ahora, la Secretaría de Educación Pública (SEP) dejará de entregar al SNTE las cuotas sindicales del personal del IPN, que suman más de 40 millones de pesos al año.
“Comuníquese a la Secretaría de Educación Pública y al Instituto Politécnico Nacional la entrega de cuotas correspondientes al Sindicato de Trabajadores del IPN”, señala el punto número cuatro de la resolución que emitió el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
Y es que, a lo largo de siete décadas, los trabajadores del Poli pertenecieron a la Confederación Mexicana de Maestros —que con el transcurso de los años se transformó en el SNTE—, enfrentaron a los grupos de cacicazgos magisteriales, líderes corruptos y represión de los gobiernos en turno.
Los profesores del IPN pertenecieron a la misma organización sindical de los maestros de educación básica, nunca tuvieron un gremio propio como ocurrió con los trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y las universidades estatales.
Luego de 30 meses de enfrentar en los tribunales al SNTE, sufrir amenazas de muerte, intentos de secuestro y persecución, los trabajadores del Politécnico lograron lo que todos creían imposible: derrotar a la poderosa Elba Esther Gordillo.
En el Instituto Politécnico Nacional (IPN) los académicos y el personal administrativo saben que algo importante ha cambiado para ellos en su sitio de trabajo. Algo por lo que pugnaron durante años y que apenas la semana pasada se hizo realidad: tener su propio sindicato, separado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y ajeno al control de la maestra Elba Esther Gordillo.
Los investigadores, científicos, profesores y personal del Politécnico derrotaron en el terreno legal al poderoso SNTE. Los trabajadores lograron separarse del gremio magisterial que regentea la maestra chiapaneca desde hace 19 años.
El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje otorgó formalmente el 29 de octubre pasado el registro y la toma de nota al Sindicato de Trabajadores del Instituto Politécnico Nacional. Con ello, lograron fracturar las secciones sindicales 9, 10 y 11 del SNTE en el Distrito Federal, que aglutina a 45 mil maestros, de los cuales 24 mil pertenecen al Politécnico.
A partir de ahora, la Secretaría de Educación Pública (SEP) dejará de entregar al SNTE las cuotas sindicales del personal del IPN, que suman más de 40 millones de pesos al año.
“Comuníquese a la Secretaría de Educación Pública y al Instituto Politécnico Nacional la entrega de cuotas correspondientes al Sindicato de Trabajadores del IPN”, señala el punto número cuatro de la resolución que emitió el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
Y es que, a lo largo de siete décadas, los trabajadores del Poli pertenecieron a la Confederación Mexicana de Maestros —que con el transcurso de los años se transformó en el SNTE—, enfrentaron a los grupos de cacicazgos magisteriales, líderes corruptos y represión de los gobiernos en turno.
Los profesores del IPN pertenecieron a la misma organización sindical de los maestros de educación básica, nunca tuvieron un gremio propio como ocurrió con los trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y las universidades estatales.
Luego de 30 meses de enfrentar en los tribunales al SNTE, sufrir amenazas de muerte, intentos de secuestro y persecución, los trabajadores del Politécnico lograron lo que todos creían imposible: derrotar a la poderosa Elba Esther Gordillo.