Y A USTED LE ACLARO ALGO EL DESINFORME DE FeCAL?
Jorge Carrillo Olea
El espléndido historiador español Santos Juliá produjo en 2004 un enjundioso libro que retoma la historia y el análisis de este título, produciendo, ese era el costo, una nueva controversia que nadie quiere enfrentar, pero que fue una realidad: la existencia de dos naciones, a partir de las fallidas Cortes de Cádiz.
Del histórico debate, Ortega y Gasset resumiendo una historia de siglos, expresó que dos Españas más que el resultado de un análisis es el gran relato de un pasado para abrir un futuro, dijo: “Una España muerta, hueca y carcomida y una España nueva afanosa, aspirante que tiende hacia la vida”.
En conjunto, la obra es una historia coral de las sucesivas, contradictorias y enfrentadas historias de las dos Españas: la revolución liberal de principios del siglo XIX; los jóvenes intelectuales de a mediados del siglo XX y en medio; la generación del 98 que dio a España por muerta; los catalanes que despertaron a su nación para incrustarla en una España ya grande; los jóvenes de la República que acabaron llorando su pérdida; los apostólicos que salieron a recuperar la nación y Franco con su Falange y sus fascistas que la soñaron unida, grande e imperial, hasta que un Felipe González la saca del medioevo, dándole presencia en la Unión Europea.
La síntesis no expresada es la confrontación en que se ha debatido el país, que lo hizo perder el imperio y lo convirtió como alguien ásperamente expresó a principios del siglo XX: en un país de mugre y de piojosos. Por eso molesta tanto a los españoles este debate que el profesor Juliá alumbra.
Pero, ¿qué tiene todo esto que ver con México? La inevitable conclusión es que desde hace años nos estamos sumiendo en una vergüenza tal que empieza por enrojecer a los mexicanos que aún quedan con esa capacidad de decencia y de decoro. La situación que hoy vive el país, sus pobres; sus emigrantes; la parálisis de su desarrollo; la criminalidad y sus gemelas: la ineptitud y la corrupción; una Iglesia belicosa y tolerada; la política convertida en un circo de lo ridículo y de simulación y todo lo que viene, lo justifican plenamente.
No éramos así Muchos ricos delirantes en su rebosante bonanza y muchos pobres que rascan para encontrar sustento, corporativismo empresarial y sindical que tiene atado al poder, poder que no existe por iguales razones y produce a un Presidente aprisionado por una hidra de mil tentáculos.
¿Cómo darle viabilidad a un proyecto de gobierno que no tiene definición? ¿Cómo, cuando el Ejecutivo tiene más compromisos que poder? Cuando no votaron por él 49.5 por ciento de los votantes. ¿Cómo, cuando se disimula que la seguridad nacional ya ha sido rebasada en asuntos como la desigualdad, la inseguridad, la educación y la salud, pilares en los que descansa la viabilidad de un Estado? ¿Cómo cuando no se quiere ser claro, porque la claridad es lo que se está evitando? ¿Cómo, cuando se desconoce cuál será el motor para el desarrollo de México en el siglo XXI?
Como Dos Españas, ¿dos Méxicos? ¿Aclaró algo el mensaje presidencial?