UN LLAMADO A LA JUVENTUD MEXICANA

Por Jorge Eugenio Ortiz Gallegos
miércoles, 11 de julio de 2007


El primer círculo del poder

No encuentro mejor manera de comentar la siguiente noticia publicada el día de ayer, que el de mandar la siguiente carta a todos nuestros jóvenes profesionistas, para que hagan conciencia y cambien en forma individual a nuestro México, tan querido y dolido: "Al primer círculo del poder no le tocó marchar: Felipe Calderón y casi todos los altos funcionarios de la Presidencia corrieron con suerte al llegar a la mayoría de edad, pues obtuvieron la llamada "bola negra" que los eximió de realizar el servicio militar, según consta en sus respectivas cartillas" (v. p. A-10, El Universal). Ellos tuvieron ese privilegio y es de imaginar otros que no saldrán a la luz pública.

¿Cómo educar a nuestros jóvenes con estos diarios casos de corrupción? ¿Hacia dónde van sin una positiva orientación familiar y social? Si los medios masivos constantemente repiten que lo único importante es el dinero obtenido de cualquier manera, el conseguirse un buen "hueso"?

-En el trabajo y la entrega al ideal está el hallazgo de la vocación propia, y si reducimos a problema personal nuestro tránsito por el mundo, Dios quiere de nosotros solamente eso: La fidelidad a nuestro propio mundo interior en cuyo vasto campo se erige la selección honesta de la gracia celestial y de los dones naturales.

-Mal camino es vivir del temor de hacerlo mal. Empaparse mejor de la dinámica de hacerlo para que en el tiempo madure la seguridad de haberlo hecho bien y la dolencia de haber errado.

-Debo repetirte lo de dos envidias que te perseguirán siempre que puedan: La del mediocre que no puede construir los caminos que tú has podido. Y la del que con similares oportunidades que las tuyas, no se entregó a tiempo a su tarea.

-Riqueza del anhelo hecho camino en un tiempo inmejorable, ese es tu don y la premisa de tu vocación. Ya es tu misma vocación crearte ahora en el tiempo y en la oportunidad que vives, para realizar lo que te interesa fundamentalmente y también para fecundar lo que te interesa menos: Pero serlo ya, profesionista, ahora imperfectamente para que en el tiempo posterior lo seas mejor.

-Si no sabes subordinarte a ser ahora un poco menos de lo que debías ser según tu pensamiento, te traicionarás a ti mismo en el tiempo mutilando o tu capacidad de ser o tu mejor sentido mental de prefijarte a ti mismo.

-Urgen tus expresiones por una grave ola de inconformidad: Por lo que no has hecho, por lo que has fallado, u olvidado. Pero además y sobre todo, por la inquietud de la creación trascendente, que es una fuerza que te acosa para que fecundes y te acojas a tu tiempo.

-Si algo puede llegar a valer para siempre de lo que hayamos hecho, ¿para qué restarle nuestra sinceridad? Hay que desnudarse un poco para resplandecer en la luz pura del alma.

-¿Dónde ha quedado, ahora el sublime arresto de la sustanciación suprema del mundo visible, la pura sustancia espiritual del hombre?

-No te quedes así, débil, estupefacto, limitado, que circula frente a ti la vida y la ves sin mirarla, y te antelleva sin que aprecies su rostro.-

¡Lucha! aunque los medios masivos de comunicación continúen resaltando los ejemplos de cómo enriquecerse rápidamente y sin esfuerzo. El anterior sólo es una muestra.