FeCAL SIEMPRE FESTEJARA EN LO OSCURITO, ESE SERA SU CASTIGO POR TRAMPOSO
Julio Pimentel Ramírez
viernes, 06 de julio de 2007
A un año del fraude electoral más grande de la historia de México, se presentaron dos acontecimientos diametralmente distintos, cualitativamente diferenciados, que reflejan el complejo proceso que vive la nación: por un lado la magna, combativa y propositiva concentración de las fuerzas aglutinadas en la Convención Nacional Democrática (CND), que a pesar del cerco informativo y la sistemática campaña de desprestigio contra Andrés Manuel López Obrador, fue capaz de llenar el Zócalo de la Ciudad de México, corazón político de la República; y, por el otro, la "celebración" en lo oscurito del gobierno espurio que tuvo como cereza del pastel la denuncia de que en su campaña se utilizó dinero proveniente del narcotráfico.
Ambos sucesos fueron ocultados o tergiversados por gran parte de los medios de comunicación, con honrosas excepciones como la de los POR ESTO!, diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía, que en sus páginas informó ampliamente, con puntualidad y rigor periodístico, sobre ambos hechos.
El primero de julio la CND hizo patente que el largo y tortuoso camino de construcción social y política, no exento de desencuentros y defecciones, emprendido por el Presidente Legítimo de México y por quienes luchan por un proyecto alternativo de nación, está dando frutos y muestra que grandes sectores de la población están decididos a transitarlo al lado de aquellos partidos que realmente se comprometan con la transformación del país y al margen de grupos políticos e individuos que adopten posiciones ajenas a los intereses populares.
En tanto, el gobierno espurio de Felipe Calderón optó por conmemorar la imposición con actos políticos de bajo perfil, en locales cerrados al acceso del "populacho", y a través de una intensa campaña de medios sustentada, entre otras cosas, en la celebración de mesas de análisis a modo y artículos de opinión de las plumas al servicio del régimen.
Hasta ahí sus festejos anodinos, como corresponde a una repudiada administración pública ilegítima al servicio del depredador proyecto neoliberal, hubieran pasado prácticamente inadvertidas a no ser por el escándalo desatado por las declaraciones del empresario chino naturalizado mexicano Zhenli Ye Gon, de que gran parte de los 207 millones de dólares incautados en una residencia de su propiedad en Lomas de Chapultepec, pertenecían al Partido Acción Nacional.
Las reveladoras palabras del emprendedor oriental, quien obtuvo de forma "inexplicable" y desproporcionada para el tamaño de la industria farmacéutica nacional gran cantidad de permisos de la Secretaría de Salud para importar efedrina, sustancia base para elaborar drogas sintéticas, mereció inmediata respuesta no solamente del funcionario personalmente involucrado, Javier Lozano Alarcón, sino del mismo titular de la Procuraduría General de la República, Eduardo Medina Mora.
Ante la escasa o nula credibilidad del Estado mexicano, que es parte de la crisis que padece el sistema en su conjunto, y de cara a la agraviada población mexicana estas graves acusaciones deben de ser investigadas hasta sus últimas consecuencias.
La información disponible abre múltiples preguntas e inquietudes, derivadas del papel que juega el narcotráfico y el crimen organizado, cada día más creciente, en todos los órdenes de la vida social, económica y política de México y de otras muchas naciones del orbe, fenómeno que se internacionaliza al ritmo de la globalización capitalista.
Compartimos la opinión de Bernardo Bátiz, ex procurador capitalino y funcionario del Gobierno Legítimo de Andrés Manuel López Obrador, de que sin descartar que se trate de "un simple ardid de la defensa de Zhenli Ye Gon", puede haber algo de fondo pues "es muy difícil hacer una declaración tan clara y tan tajante sin tener algún elemento".
Entre las interrogantes abiertas destacan las referentes al papel que desempeñan en este "affaire" de la narco política mexicana los órganos de seguridad y espionaje estadounidenses. Recuérdese que en su momento se dijo que la DEA (agencia antidrogas del vecino país del Norte) proporcionó al gobierno de México información sobre investigaciones de inteligencia que dieron como resultado el decomiso de los 207 millones de dólares.
Ahora mismo muchos se preguntan sobre la posibilidad de que Ye Gon sea ya "testigo protegido" de las autoridades estadounidenses quienes, como es sabido, utilizan a estos personajes destacados del mundo de las mafias para obtener información que les permita, en su momento, renegociar los términos de sometimiento de los gobiernos de sus países "socios".
También salta a la vista de todos el hecho de que gran parte de la incautación de dinero más grande de la historia del narcotráfico internacional, se encuentre en bancos estadounidenses ganando intereses, alegan autoridades mexicanas, aunque existen antecedentes del comportamiento de las autoridades de Estados Unidos que reclaman para sí dichos botines en detrimento de otros gobiernos que no pueden hacer valer sus derechos sobre esos bienes.
En fin, habrá que estar pendientes de todo lo que se derive de este caso, auténtico cochinero del acontecer nacional, que un día nos habla de ejecuciones, otro también, y al siguiente pone al desnudo la calidad moral de quienes asaltaron el poder político e impusieron a un gobierno ilegítimo, que muestra su verdadera faz, autoritaria y represora, en cada acto de autoridad.