UN GOLPE MAS A LA ECONOMIA DE LOS MEXICANOS

Nueva Ola de Incremento de Precios en Alimentos.

MacheTearTe
Por Celso Cristóbal Hernández Rojas*

El Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Alberto Cárdenas Jiménez; el 12 de junio salió a desmentir que exista una escalada de precios en los alimentos, especialmente de la leche, tan clara fue su intervención que quedó la certeza de que estos rumores son reales y con razones fundadas.

En otro acto, el Secretario de Hacienda, Agustín Cartens, en esa misma fecha, lanzó un plan de apoyo a los productores agropecuarios de maíz y fríjol, con créditos por 6 mil millones de pesos, que se colocarán a tasas de interés de entre el 8.5% y el 12%, es decir, con tasas como las que ahora prestan los bancos, para evitar que los productores de maíz y fríjol caigan en manos de los acaparadores.

Y para mayor abundamiento sobre el tema, el Secretario de Economía, Eduardo Sojó, ha declarado; “… puede haber incremento en el precio de la leche, pero (la situación) no es tan alarmante, serán los productores y los comerciantes quienes decidan” y agrego; “…el gobierno no pone los porcentajes del alza, es el mercado quién no permite alzas excesivas”.

En el acto citado por SAGARPA, se anunció la entrada en operación de un subsidio de entre 38 y 40 centavos por litro de leche fresca, para los productores que entregan leche a Liconsa. Los empresarios agropecuarios agrupados en el Consejo Nacional Agropecuario, cuyo presidente Jaime Yesaki Cavazos, refirió que el incremento de la leche es inminente porque la tonelada de leche en polvo que actualmente se importa, paso de 2 000 a 3 500 dólares; y el subsidio que ahora aplica Liconsa es de 52 centavos por litro de leche fresca al productor a $ 4.40 por litro, señalando que si bien el subsidio es importante, el rezago acumulado va más allá del 20% de los costos de los productores y que esta misma situación prevalece en el huevo, el pollo, cerdo y el maíz, que en todo caso serían los productos más susceptibles de sufrir alzas en los próximos días.

Así que los pretendidos desmentidos terminaron consolidando la certeza de una nueva ola de incremento de precios. Como se ha venido señalando reiteradamente, la apertura comercial indiscriminada, es una de las causas que ha traído como consecuencia que los movimientos de precios en el mercado global se importen, como costos o directamente como precios de los productos al consumidor. En este último caso, dicen los especialistas del área económica del gobierno que no tienen un impacto sobre los indicadores macroeconómicos, cosa que puede ser cierta, pero en el primer caso, cuando esta inflación se traslada a los productores como costo, ya no es tan fácil el señalamiento de que esto no va generar un efecto en cascada en todos los productos, por ejemplo, al utilizar productos lácteos esto repercutiría sobre un incremento de precios en todo el mercado.

Además, esta pretensión de que los productores que incrementan un precio no tienten a los demás empresarios de los otros sectores, de realizar incrementos de precios, tiene poca credibilidad; cosa que es muy común ante los bienes salario, es decir los que forman parte de la dieta del trabajador mexicano, es como si se olvidaran del reciente episodio del incremento de precios de la tortilla.

Los neoliberales no saben de historia, pero deberían de leer lo que ha pasado en Europa en el siglo XVIII, cuando el incremento del precio del pan, de la harina o del trigo durante la segunda mitad del siglo desataron las más violentas revueltas contra los productores de trigo, molineros y panaderos, cada vez que escaseaban los alimentos o que intentaban incrementar sus precios.

Conviene señalar la forma contradictoria, errática y en última instancia desacertada, como se viene manejando la política económica del gobierno ilegitimo. Desde el inicio se planteó que se daría continuidad a la política del sexenio pasado, la disciplina económica, la estabilidad macroeconómica y la economía real, pero lo real es que no hay a que atenerse cuando parece que lo que se pretende es avivar la inestabilidad y el juego es beneficiar a los empresarios a costa, incluso, del grueso de la población.

Los subsidios parecían ser cosa del pasado, todavía recordamos las críticas que se hicieron al gobierno de Marcelo Ebrad en el DF, al acuerdo de subsidiar a los consumidores de Liconsa con 50 centavos por litro en la leche, luego de que el presidente Fox en los últimos días de su Gobierno incrementó en esa cantidad en el precio, de manera tal que el nuevo gobierno dio marcha atrás, ahora en este mismo problema se aplica un subsidio al productor de 52 centavos por litro de leche fresca, suponemos que la misma Liconsa absorbe el incremento del precio de la leche en polvo que se importa, en resumidas cuentas las ventajas en este caso de la apertura comercial no aparecen sino más bien exhiben la vulnerabilidad de la economía nacional frente al mercado internacional; y adicional a ello, que el gobierno no sigue una política coherente, que sin más aplica subsidios, para beneficiar a los productores.

Las declaraciones de Eduardo Sojó son extremadamente preocupantes, si los precios van a estar a merced de los productores y especuladores ya sabemos cual es el resultado final, ya lo vivimos con las tortillas a inicios de año, cuando sin más se pasó de un precio que oscilaba entre 6 y 6.50 pesos por kilo, hasta los 8.50 en que fue colocado; y todavía señalan que en términos macroeconómicos estos ajustes de precios no dañan ni la meta de inflación, ni la de crecimiento, pero no dicen ni una palabra respecto al grado de pobreza alimentaría que esto genera o el deterioró de los índices de desarrollo social.

Ahora bien, en términos de la Secretaría de Hacienda el programa de créditos para maíz y fríjol (Fonamu), trata de reforzar al productor con 6 mil millones de pesos a tasas de interés del 8.5 al 12%, frente a este tipo de programas no podemos menos que indignarnos por el cinismo con que actúa la Secretaria de Hacienda, ofende el hecho de que el programa sea de un monto tan insignificante, cuando ni siquiera son recursos del gobierno, el crédito en otros países para la promoción de los productos agropecuarios es en tasas que nunca pasan del 2% y aquí se anuncia un programa con tasas que incluso en el mercado hipotecario se encuentran a una tasa menor, bajo ningún argumento esto puede considerarse una tasa preferencial que beneficie en forma real a los usuarios del crédito, como no sean los banqueros los que salgan beneficiados; y por lo que se ve no tendrá una significación entre productores y menos aún en el mercado.

De manera tal que si se toman en su conjunto las medidas, no se puede menos que señalar la incoherencia y la incompetencia con que se esta manejando la economía y el peligro real de caer en una escalada de precios, pero esto parece no interesarles a los que hoy ocupan los Pinos, que están más en los problemas de la seguridad publica, en negar el fracaso de la nueva Ley del ISSSTE y en favorecer a los nuevos ricos de este sexenio, quieren ignorar la revuelta que se genera frente la pobreza, no es para menos el descontento que es manifiesto en contra de este gobierno que nos lleva a una mayor miseria y a la migración de cientos de miles de trabajadores mexicanos.

* Taller de Economía Social y Políticas Públicas.

Facultad de Economía de la UNAM