INTINERARIO POLITICO
Ricardo Alemán
Derecha obtusa
* Casi toda la ALDF, menos AN, se colgará “una nueva medalla” con la eutanasia
* El PAN aparecerá de nuevo como un grupo anacrónico dominado por la ultraderecha
Un nuevo triunfo se anotará en los próximos meses la fracción parlamentaria del PRD en la Asamblea Legislativa, cuando lleve a debate una iniciativa de reformas al Código Penal y a la Ley de Salud —los dos del Distrito Federal— para despenalizar una modalidad de eutanasia asistida, que podría ser aprobada por todas las bancadas, salvo la del PAN.
Lo curioso del caso es que en forma muy similar a lo que ocurrió con las reformas para despenalizar el aborto y para legalizar las sociedades de convivencia, la legalización de la muerte asistida —que en el proyecto de dictamen fue bautizada como “voluntad anticipada”— cuenta con el aval silencioso de un importante sector del PAN, fracción parlamentaria que por razones político-partidistas se desistió de impulsar esa reforma. ¿La razón? Que es “políticamente incorrecto”.
En pocas palabras, que el PRD, el PRI y casi todos los partidos que concurren al Congreso capitalino se colocarán “una nueva medalla”, mientras que la obtusa ultraderecha de Acción Nacional se negará a impulsar esa nueva reforma, a pesar de que la de la eutanasia asistida es una iniciativa que, en su origen, salió del PAN. Resulta que las huestes del ultraderechista Carlos Abascal —que mantiene un fuerte control en la bancada de Acción Nacional de la Asamblea Legislativa— se escandalizaron porque a una diputada de su partido se le ocurrió promover la reforma de la eutanasia asistida.
Y es que, en efecto, luego de que el diputado Tonatiuh González, del PRI, presentó en noviembre de 2006 una reforma para despenalizar una modalidad de eutanasia —y a raíz del palo que recibió el PAN al negarse a la despenalización del aborto—, la diputada panista Paula Soto preparó su propia reforma sobre la eutanasia, la consultó con su grupo parlamentario —donde fue bien recibida por una mayoría—, pero repentinamente a la diputada se le vino el mundo encima cuando la ultraderecha panista se enteró del sacrilegio.
Habilidoso como ha resultado el diputado Víctor Hugo Círigo —jefe de la bancada del PRD en Donceles— estableció contacto con la diputada Paula Soto, a la que convenció para que la iniciativa fuera presentada e impulsada por el PRD, en consonancia con la que había presentado el PRI en 2006. De esa manera, las medallas de esa nueva reforma —que por cierto fue bien vista por el gobierno federal panista— serán para el PRD y el PRI, mientras que ante los capitalinos la bancada del PAN aparecerá, de nueva cuenta, como un grupo político anacrónico, dominado por la ultraderecha, cuya timoratez lo aleja cada vez más de los habitantes del Distrito Federal.
Y decíamos que algo similar ocurrió con las reformas respectivas para despenalizar el aborto y para legalizar las sociedades de convivencia porque en los dos casos, sectores del PAN que no comparten la fuerte influencia que tiene la ultraderecha en las decisiones legislativas de su partido, no vieron con malos ojos la despenalización del aborto y la reglamentación de las sociedades de convivencia. Sin embargo, por instrucciones superiores del señor Espino y su claque ultraderechista, debieron replegarse.
En el caso de la despenalización del aborto, incluso, todo el proceso legislativo para hacerla realidad fue negociado entre el PAN y el PRD. Pero los ciudadanos de la capital del país sólo vieron en los foros mediáticos la reacción de la ultraderecha, que estuvo acompañada por la jerarquía de la Iglesia católica, sobre todo por el primado Norberto Rivera. Es previsible que de nueva cuenta esa alianza reaparezca para protestar contra la nueva reforma, a la que ya han calificado como “suicidio asistido”.
La iniciativa de “voluntad asistida” es un proyecto de reformas al Código Penal del DF y a la Ley de Salud, que busca que los enfermos terminales cuenten con la posibilidad legal de suspender todo tratamiento, sea a solicitud del enfermo terminal, en el caso de que esté consciente, o sea con la autorización de un familiar, cuando el enfermo esté inconsciente. En todo caso la reforma no es más que la regulación de una práctica que ya es común en hospitales de casi todo el país, y sobre todo en el Distrito Federal. Otra vez la obtusa derecha panista que durante el gobierno foxista se apoderó de la estructura de Acción Nacional, pero que al parecer será echada en marzo de 2008.
En el camino
Turbulencias nada saludables para el gremio magisterial y para el grupo político de la profesora Elba Esther Gordillo se producen en el interior del SNTE. Resulta que hace semanas, en Tijuana, la profesora Gordillo habría regañado, insultado y hasta humillado de manera pública al senador Rafael Ochoa, líder formal del SNTE, pero en realidad figura decorativa del magisterio. Entre otras cosas, la lidereza real de los maestros habría responsabilizado al senador por el levantamiento de distintas secciones magisteriales contra la Ley del ISSSTE. Desde entonces, dicen sus cercanos, la profesora habría tomado las riendas del sindicato. Pero en otros frentes las cosas no son mejores, se sabe de diferencias fuertes con el líder del Partido Nueva Alianza (Panal), Tomás Ruiz, y con el director del ISSSTE. Tampoco es todo. Menudean las presiones políticas en torno al desempeño del nuevo director de la Lotería Nacional, quien, según se dice, convirtió a la institución en un feudo personalísimo, ya que estaría condicionando la publicidad a la entrega del “diezmo”. El imperio del magisterio se tambalea. Al tiempo.
* Casi toda la ALDF, menos AN, se colgará “una nueva medalla” con la eutanasia
* El PAN aparecerá de nuevo como un grupo anacrónico dominado por la ultraderecha
Un nuevo triunfo se anotará en los próximos meses la fracción parlamentaria del PRD en la Asamblea Legislativa, cuando lleve a debate una iniciativa de reformas al Código Penal y a la Ley de Salud —los dos del Distrito Federal— para despenalizar una modalidad de eutanasia asistida, que podría ser aprobada por todas las bancadas, salvo la del PAN.
Lo curioso del caso es que en forma muy similar a lo que ocurrió con las reformas para despenalizar el aborto y para legalizar las sociedades de convivencia, la legalización de la muerte asistida —que en el proyecto de dictamen fue bautizada como “voluntad anticipada”— cuenta con el aval silencioso de un importante sector del PAN, fracción parlamentaria que por razones político-partidistas se desistió de impulsar esa reforma. ¿La razón? Que es “políticamente incorrecto”.
En pocas palabras, que el PRD, el PRI y casi todos los partidos que concurren al Congreso capitalino se colocarán “una nueva medalla”, mientras que la obtusa ultraderecha de Acción Nacional se negará a impulsar esa nueva reforma, a pesar de que la de la eutanasia asistida es una iniciativa que, en su origen, salió del PAN. Resulta que las huestes del ultraderechista Carlos Abascal —que mantiene un fuerte control en la bancada de Acción Nacional de la Asamblea Legislativa— se escandalizaron porque a una diputada de su partido se le ocurrió promover la reforma de la eutanasia asistida.
Y es que, en efecto, luego de que el diputado Tonatiuh González, del PRI, presentó en noviembre de 2006 una reforma para despenalizar una modalidad de eutanasia —y a raíz del palo que recibió el PAN al negarse a la despenalización del aborto—, la diputada panista Paula Soto preparó su propia reforma sobre la eutanasia, la consultó con su grupo parlamentario —donde fue bien recibida por una mayoría—, pero repentinamente a la diputada se le vino el mundo encima cuando la ultraderecha panista se enteró del sacrilegio.
Habilidoso como ha resultado el diputado Víctor Hugo Círigo —jefe de la bancada del PRD en Donceles— estableció contacto con la diputada Paula Soto, a la que convenció para que la iniciativa fuera presentada e impulsada por el PRD, en consonancia con la que había presentado el PRI en 2006. De esa manera, las medallas de esa nueva reforma —que por cierto fue bien vista por el gobierno federal panista— serán para el PRD y el PRI, mientras que ante los capitalinos la bancada del PAN aparecerá, de nueva cuenta, como un grupo político anacrónico, dominado por la ultraderecha, cuya timoratez lo aleja cada vez más de los habitantes del Distrito Federal.
Y decíamos que algo similar ocurrió con las reformas respectivas para despenalizar el aborto y para legalizar las sociedades de convivencia porque en los dos casos, sectores del PAN que no comparten la fuerte influencia que tiene la ultraderecha en las decisiones legislativas de su partido, no vieron con malos ojos la despenalización del aborto y la reglamentación de las sociedades de convivencia. Sin embargo, por instrucciones superiores del señor Espino y su claque ultraderechista, debieron replegarse.
En el caso de la despenalización del aborto, incluso, todo el proceso legislativo para hacerla realidad fue negociado entre el PAN y el PRD. Pero los ciudadanos de la capital del país sólo vieron en los foros mediáticos la reacción de la ultraderecha, que estuvo acompañada por la jerarquía de la Iglesia católica, sobre todo por el primado Norberto Rivera. Es previsible que de nueva cuenta esa alianza reaparezca para protestar contra la nueva reforma, a la que ya han calificado como “suicidio asistido”.
La iniciativa de “voluntad asistida” es un proyecto de reformas al Código Penal del DF y a la Ley de Salud, que busca que los enfermos terminales cuenten con la posibilidad legal de suspender todo tratamiento, sea a solicitud del enfermo terminal, en el caso de que esté consciente, o sea con la autorización de un familiar, cuando el enfermo esté inconsciente. En todo caso la reforma no es más que la regulación de una práctica que ya es común en hospitales de casi todo el país, y sobre todo en el Distrito Federal. Otra vez la obtusa derecha panista que durante el gobierno foxista se apoderó de la estructura de Acción Nacional, pero que al parecer será echada en marzo de 2008.
En el camino
Turbulencias nada saludables para el gremio magisterial y para el grupo político de la profesora Elba Esther Gordillo se producen en el interior del SNTE. Resulta que hace semanas, en Tijuana, la profesora Gordillo habría regañado, insultado y hasta humillado de manera pública al senador Rafael Ochoa, líder formal del SNTE, pero en realidad figura decorativa del magisterio. Entre otras cosas, la lidereza real de los maestros habría responsabilizado al senador por el levantamiento de distintas secciones magisteriales contra la Ley del ISSSTE. Desde entonces, dicen sus cercanos, la profesora habría tomado las riendas del sindicato. Pero en otros frentes las cosas no son mejores, se sabe de diferencias fuertes con el líder del Partido Nueva Alianza (Panal), Tomás Ruiz, y con el director del ISSSTE. Tampoco es todo. Menudean las presiones políticas en torno al desempeño del nuevo director de la Lotería Nacional, quien, según se dice, convirtió a la institución en un feudo personalísimo, ya que estaría condicionando la publicidad a la entrega del “diezmo”. El imperio del magisterio se tambalea. Al tiempo.