CONJETURAS
Alvaro Cepeda Neri
Luis Téllez, el asesor de Bours
Entre el final de la tarde y el inicio de la noche, José (Pepe) Cárdenas, entrevista a connotado salinista (durante el zedillato fue enlace entre Salinas y Zedillo) y habilidoso escalador burocrático hasta la cúpula presidencialista.
Es Luis Téllez Kuenzler, economista por dos tecnológicos, el ITAM y el de Massachussets. Es muy amigo de la maestra Gordillo. Y el calderonismo lo pescó (él que habla tanto de redes), originalmente para director de PEMEX, y vetado (por Televisa) Javier Lozano para la SCT, aquél se encargó de esta secretaría.
Toda su vida profesional ha sido asesor (y aún cobra como tal) del (des)gobernador de Sonora y ya candidato del Panal para presidente-sucesor de Calderón: Robinson-Bours, quien anda cacaraqueando su discurso antidrogas a nombre de la Conago; esto cuando su hermano Ricardo ha sido señalado, por investigaciones del ministerio público federal, como el jefe de la narcopolítica en la entidad. Lo que no afecta las relaciones Téllez-Bours ni las de éste con Pedro Aspe, su otro asesor.
En la entrevista, Téllez está excesivamente nervioso. Tartamudea de un hilo. Nunca habló con la verdad ni siquiera con medias verdades. Se fue de mentira en mentira y a los cuestionamientos optaba, como dicen en mi pueblo, "por salir por la tarjea" (como sinónimo de tangente). Se autonombró, como el apóstol aquel, pescador, pero no de almas (aunque debería, estando al servicio de un régimen derechista-religioso) con su manía de estar al frente de una dependencia de redes para acá y redes para allá.
Cuando le preguntaron sobre la "Ley Televisa", de plano salió huyendo. Reculó. Sobre la privatización de las carreteras, hizo las cuentas alegres (por cierto, su asesorado Robinson-Bours ya dio su abono por la red carretera sonorense).
Téllez tartamudeaba y el radioescucha tenía la impresión de que el funcionario priísta-panista estaba totalmente inseguro de sus respuestas, a cuyas preguntas les sacaba la vuelta, una y otra vez.
Ese sábado (9 de junio) quien, dicen los empleados de Robinson-Bours, cobra como asesor y es uno de sus ideólogos, se enredaba con sus "redes" ferroviarias, carreteras, de telecomunicaciones, etc. Parecía un servidor público desorientado. ¿Tendría dolor de estómago? ¿Lo atenazaba alguna neuralgia? Su voz, vía telefónica, demostraba no estar en lo suyo. Respondía sin ton ni son. Sería que decir tantas mentiras lo confundía y lo único que quería Téllez era que acabara el tormento de la entrevista.
El asesor de Robinson-Bours lo único coherente que dijo fue que ya está en proceso el remate de una "red carretera", allá por Guanajuato. Y cuando Pepe Cárdenas le replicó que el tráfico carretero deja cuotas millonarias, y no se explica por qué las concesionará el gobierno, Luis Téllez salió "con domingo siete" y nunca contestó. Sobre la resolución de la Corte guillotinando la "Ley Televisa", y si ya su departamento jurídico estaría elaborando una nueva iniciativa de ley, dijo que estaba esperando a Calderón de su viaje por Europa.
Entre el final de la tarde y el inicio de la noche, José (Pepe) Cárdenas, entrevista a connotado salinista (durante el zedillato fue enlace entre Salinas y Zedillo) y habilidoso escalador burocrático hasta la cúpula presidencialista.
Es Luis Téllez Kuenzler, economista por dos tecnológicos, el ITAM y el de Massachussets. Es muy amigo de la maestra Gordillo. Y el calderonismo lo pescó (él que habla tanto de redes), originalmente para director de PEMEX, y vetado (por Televisa) Javier Lozano para la SCT, aquél se encargó de esta secretaría.
Toda su vida profesional ha sido asesor (y aún cobra como tal) del (des)gobernador de Sonora y ya candidato del Panal para presidente-sucesor de Calderón: Robinson-Bours, quien anda cacaraqueando su discurso antidrogas a nombre de la Conago; esto cuando su hermano Ricardo ha sido señalado, por investigaciones del ministerio público federal, como el jefe de la narcopolítica en la entidad. Lo que no afecta las relaciones Téllez-Bours ni las de éste con Pedro Aspe, su otro asesor.
En la entrevista, Téllez está excesivamente nervioso. Tartamudea de un hilo. Nunca habló con la verdad ni siquiera con medias verdades. Se fue de mentira en mentira y a los cuestionamientos optaba, como dicen en mi pueblo, "por salir por la tarjea" (como sinónimo de tangente). Se autonombró, como el apóstol aquel, pescador, pero no de almas (aunque debería, estando al servicio de un régimen derechista-religioso) con su manía de estar al frente de una dependencia de redes para acá y redes para allá.
Cuando le preguntaron sobre la "Ley Televisa", de plano salió huyendo. Reculó. Sobre la privatización de las carreteras, hizo las cuentas alegres (por cierto, su asesorado Robinson-Bours ya dio su abono por la red carretera sonorense).
Téllez tartamudeaba y el radioescucha tenía la impresión de que el funcionario priísta-panista estaba totalmente inseguro de sus respuestas, a cuyas preguntas les sacaba la vuelta, una y otra vez.
Ese sábado (9 de junio) quien, dicen los empleados de Robinson-Bours, cobra como asesor y es uno de sus ideólogos, se enredaba con sus "redes" ferroviarias, carreteras, de telecomunicaciones, etc. Parecía un servidor público desorientado. ¿Tendría dolor de estómago? ¿Lo atenazaba alguna neuralgia? Su voz, vía telefónica, demostraba no estar en lo suyo. Respondía sin ton ni son. Sería que decir tantas mentiras lo confundía y lo único que quería Téllez era que acabara el tormento de la entrevista.
El asesor de Robinson-Bours lo único coherente que dijo fue que ya está en proceso el remate de una "red carretera", allá por Guanajuato. Y cuando Pepe Cárdenas le replicó que el tráfico carretero deja cuotas millonarias, y no se explica por qué las concesionará el gobierno, Luis Téllez salió "con domingo siete" y nunca contestó. Sobre la resolución de la Corte guillotinando la "Ley Televisa", y si ya su departamento jurídico estaría elaborando una nueva iniciativa de ley, dijo que estaba esperando a Calderón de su viaje por Europa.