SE PERFILA EN MEXICO UNA CATASTROFE
MacheTearTe
Están tan mal las cosas en el país, que hasta en planos anodinos de su vida social, como en el caso del subdesarrollado y corrupto fútbol con el que se nos anestesia para no pensar en cosas verdaderamente importantes, que hasta el odiado América (ese referencial club “deportivo” del conservadurismo político y la tele adicción chatarra), podría ser campeón en medio de la vergüenza por la corrupción y los malos manejos que exhibió la Femexfut y el eliminado Cruz Azul , que parece masoquistamente instalado por largo tiempo como fácil víctima propiciatoria del negocio redondo que son las liguillas con el exánime salario de los mexicanos. Claro, si el Pachuca no dice lo contrario.
Pero lo que ocurre en el ámbito “deportivo” , que más que apelar al deporte, hace referencia al lucrativo y enajenante espectáculo , como el negocio redondo que es, constituye apenas un síntoma de asuntos mucho más importantes y de mayor calado en el país que deberían preocuparnos en grado superlativo. Es el caso ejemplar del costo de esa coartada ideológica denominada “democracia” , por el uso y el abuso que el capitalismo neoliberal hace de la palabreja y que, entre más se la invoca, más se la pisotea en medio del cinismo y la desvergüenza de políticos profesionales y empleados de organismos presuntamente “autónomos”, que han costado tanto dinero con cargo al erario público, por supuesto, como en el caso del Instituto federal Electoral (IFE).
El asunto viene a cuento, por las cínicas, amén de demagógicas y auto exculpatorias declaraciones de su todavía consejero presidente, Luis Carlos Ugalde , quien a toro pasado -probablemente pretendiendo conservar la chamba de astronómico salario- “tronó” contra los abusos que el ex presidente Vicente Fox desencadenó en el país y que el IFE consintió para enturbiar definitivamente las elecciones del 2 de julio del año pasado, hasta hacer del proceso electoral un sainete que concluyó perpetrando con total impunidad un descarado fraude electoral que impuso a Felipe Calderón en la silla presidencial y cuyos contraproducentes resultados estamos viendo en el país todos los días, por mucho que el insustancial presidente de facto se vista de cruzado contra la delincuencia, curándose en salud, cuando todos sabemos que el régimen político del país se fascistiza y corrompe, criminaliza a la protesta social y prepara una enorme escalada represiva cuyo objetivo no es la delincuencia, sino la disidencia política . De manera que las declaraciones del doctorcito Ugalde son inadmisibles por mucho que, extemporáneamente, pretenda lavarse la cara ante la grave complicidad en que incurrió con el régimen de alternancia conservador. ¡ Y todo esto con cargo a la democracia! ¿Qué le parece amigo lector?
Y es que actualmente en México y el mundo todo, se debe tener sumo cuidado con qué demonios se quiere decir con sinceridad cuando se apela a la “democracia” . Lo señalo, en virtud a que en las sociedades “liberales democráticas” de hoy, “democracia” quiere decir procedimientos democráticos para que la ciudadanía elija a sus representantes. En la Atenas griega de la antigüedad, la democracia era el gobierno directo del pueblo (que por cierto excluía a los esclavos). En la época de la Revolución Francesa , un “demócrata” era un “republicano”. Hoy, en Estados Unidos, “demócrata” quiere decir “liberal”, y “republicano” nos remite a los “conservadores”. De igual modo, un liberal de finales del siglo XX era, realmente, un “socialdemócrata”. El partido comunista de Lenin , por ejemplo en Rusia, se llamaba originalmente “democrático social”. Como vemos, la necesidad de separar forma y contexto, apariencia y sustancia, ideología y teoría, es evidente.
Las ideas pueden parecer primarias, pero lo que determina el significado de esas ideas, es decir, el significado del significado , es la estructura de la sociedad. Y en México, la estructura de la sociedad está muy lejos de ser democrática, por mucho que el gobierno federal niegue que ellos mismos son los golpistas que tanto más apelan a la democracia, más la desnaturalizan y la hacen devenir en lo contrario de aquello que la noción significa.
Pero no sólo el gobierno federal desnaturaliza y distorsiona a las connotaciones de fondo del concepto “democracia”. Lo mismo ocurre con los gobiernos priístas en el interior del país, y con el PRD en la ciudad capital. Podemos afirmar, sin ambages, que el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard , hace lo mismo que los gobiernos panistas y priístas, no obstante sus demagógicos desplantes de dientes hacia fuera, alegando representar a un “gobierno de izquierda” que ni él, ni el PRD, ni ninguno de sus gobiernos en la capital o el país, en el pasado y el presente, han podido representar con sinceridad. Baste revisar las escandalosas contrataciones de funcionarios designados por el salinista-camachista Ebrard , de gente cuyo perfil deja muchísimo que desear, para darnos cuenta de qué se trata la cosa. Si ya antes, incluso en las pragmáticas filas del PRD había levantado resquemores, que el jefe de gobierno capitalino nombrara al foxista Rodolfo Félix Cárdenas como Procurador de Justicia de su administración -¡hágame usted el favor!- y claramente inodado en turbios negocios con el recientemente excarcelado empresario argentino Carlos Ahumada , ahora la polvareda resulta ser mucho mayor, en virtud a que el “carnal Marcelo” , se despachó con la cuchara grande, reciclando al viejo cartucho quemado y feroz economista neoliberal, Pedro Aspe (de la primera línea salinista) y ex secretario de Hacienda del tiempo del “chorejas”, y que ahora ingresó en la nómina del gobierno del Distrito Federal, en su calidad de “asesor financiero” .
¿Con esos asesores que ya nos saquearon en el pasado, se pretende administrar correctamente a la ciudad capital? La catástrofe que se perfila en México, es la tremenda descomposición que padecen sus élites políticas, y nadie, salvo las inconformes e insumisas multitudes del abajo-social, podrá impedirlo, claro, a condición de que se pronuncie un nuevo ¡Ya basta! Diez veces mayor, al grito zapatista de 1994 y rumbo al 2010. ¡Ya estuvo suave! ¡Que se vayan todos! ¿No?