SE CONGRACIARA LA SUPREMA CORTE ANTE LOS MEXICANOS O SEGUIRA SIENDO ESCLAVA DEL PELELE URSURPADOR?
El ex senador Javier Corral ante el fallo de la Corte sobre la Ley Televisa:
por Humberto Padgett
Finalmente, la guerra por la televisión se acerca a la que quizá podría ser la batalla definitiva: los integrantes de la Suprema Corte tendrán que decidir en un corto plazo si la Ley de Radio y Televisión tiene vigencia o todo el entramado de quienes controlan la pantalla se desploma.
Para quienes han lamentado que el poder de las dos televisoras dominantes en México haya sometido al Poder Ejecutivo y al Congreso, como el ex senador Javier Corral, ésta es la oportunidad, quizá la última, de que el Estado muestre su músculo y recupere para la nación el terreno cedido ante los consorcios de la tele.
Lleva la lucha contra la Ley Federal de Radio y Televisión en la piel. Una pulsera de látex se aprieta contra la muñeca derecha de Javier Corral: “No a la Ley Televisa”, se lee el grabado bajo los colores azul, naranja y amarillo, los mismos que los de la empresa de comunicaciones.
Corral está imbuido en la acción de inconstitucionalidad promovida por 47 senadores de la pasada Legislatura, para quienes la reforma aprobada de la ley representa la promesa de enriquecimiento ilimitado e inmerecido para las televisoras; para quienes la legislación aprobada representa el sometimiento de las instituciones del Estado a la pantalla chica.
Y es asunto de días para que la Corte resuelva sobre si procede la “acción de inconstitucionalidad”. Quizá la “Ley Televisa” no sobreviva mayo. O tal vez sea cuestión de semanas para que la televisión “ponga de rodillas” –se endurece Corral– al único aparato del Estado mexicano que le falta someter: el Poder Judicial.