REPUDIO TOTAL AL GOBIERNO DEL URSURPADOR
viernes, 09 de marzo de 2007
* Miles de manifestantes confluyen en el Zócalo de la Ciudad de México para externar su repudio por la política económica y social de Felipe Calderón Hinojosa / Es preciso poner un alto a este gobierno que viene con todo contra los obreros / Están dispuestos a paralizar secretarías como la de Hacienda, instituciones como el Seguro Social y hasta cerrar carreteras
* También se manifiestan contra la próxima visita del Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quien “viene a darle instrucciones al gobierno panista y a cobrarle la factura de su apoyo en las elecciones pasadas”
MEXICO, D.F., 8 de marzo (LA JORNADA).- En el Zócalo capitalino confluyeron este jueves varias luchas: todas contra la política económica, política y social de Felipe Calderón, y convocados por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) organizaciones de diversa índole manifestaron que es preciso poner un alto a este gobierno que “viene por todo contra los obreros”, y que están dispuestos a paralizar secretarías como la de Hacienda, instituciones como el Seguro Social y hasta cerrar carreteras.
Miles de trabajadores que casi colmaron la plaza de la Constitución, también se manifestaron en contra de la próxima visita del presidente de los Estados Unidos, George Bush, quien según los líderes “viene a darle instrucciones al gobierno panista y a cobrarle la factura de su apoyo en las elecciones pasadas”. Por ello, a la sola mención del mandatario norteamericano, se oyó un coro multitudinario que gritaba: ¡asesino¡ ¡asesino¡.
Incluso irán en una marcha en repudio a la presencia en el país del ejecutivo de la Casa Blanca, precisamente para el próximo martes 13.
“El swicht abajo en defensa del salario”, fue una de las consignas que acompañó a los contingentes que salieron de cinco puntos de la ciudad, para refrendar que la lucha por la recuperación salarial “apenas empieza”; que no permitirán la privatización de los energéticos ni de la seguridad social y demandar que se frene la carrera inflacionaria “silenciosa”.
La jornada de este jueves fue una avalancha de reproches a los primeros cien días de esta administración. Una manta que se multiplicó varias veces en la manifestación rezaba: “Mexicano: sonríe, Calderón ganó (?) los productos básicos subió y al pueblo se fregó”.
Los ánimos se encendieron más, cuando Martín Esparza, dijo que las utilidades que el gobierno tuvo el año pasado por 50 mil millones de dólares por los altos precios del petróleo, fueron gastados en su mayoría en las campañas electorales y no se utilizaron para generar empleos; cuando habló de que otra vez se van a regresar las carreteras rescatadas a la iniciativa privada, y señaló que mientras es una “ofensa” para los patrones pedir un aumento salarial de emergencia, éstos no tienen misericordia para incrementar los precios”. La respuesta fue contunde: ¡qué poca madre! ¡qué poca madre! se oyó en la plaza.
Desde el templete instalado a espaldas del Palacio Nacional, otro dirigente, éste de la sección 18 -Michoacán- de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) Artemio Ortiz, lanzó una propuesta para reafirmar la unificación de las luchas sindicales y que las organizaciones tomen medidas más radicales si el gobierno no voltea los ojos hacia el pueblo.
Habló de paralizar instituciones y empresas, servicios médicos del ISSSTE y el IMSS, y hasta cerrar vías de comunicación, para frenar la embestida anti obrera del régimen, lo cual fue bien recibido por los trabajadores.
En esta protesta también estuvieron presentes representantes de la Alianza de Tranviarios, de los Mineros, de la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO), del Frente Popular Francisco Villa; de las viudas de Pasta de Conchos y otras como la Organización Nacional del Poder Popular y del movimiento ciudadano Obradorista, así como agrupaciones feministas que en el marco del Día Internacional de la Mujer, hablaron de la desigualdad que persiste en el ámbito laboral para las trabajadoras. Sin embargo, los electricistas fueron los que pusieron el tono irónico a la movilización con sus performances.
Un trabajador amarrado a una cruz de madera, que fue paseado por toda la plaza, encarnaba el sacrificio de los trabajadores por los bajos salarios. Incluso en la cúspide de la cruz, donde se ubica la leyenda “INRI” fue cambiada por otra actual: “tope salarial”.
Deambularon también un George Bush panzón, un Calderón que portaba un traje militar, un luchador con mascara del SME, varios hombres-foco que demandaban el 19 por ciento de incremento salarial para los electricistas; trabajadores encadenados; y otros que cargaban torres de PEMEX en venta.
Y en una escena más del surrealismo nacional, cuando la concentración se encontraba en su apogeo, de pronto el secretario del Exterior del sindicato, Fernando Amezcua pidió a los trabajadores, que abrieran un brecha entre Palacio Nacional y el asta bandera, para que se realizara la ceremonia de arriar la bandera nacional.
De las rechiflas a Calderón, a Fox, a Bush, a hasta Elba Esther Gordillo, la plaza pasó casi al silencio total.
Entre 15 y 20 minutos, los manifestantes aguardaron a que se llevara a cabo el acto, que esta vez fue realizado por marinos y no por soldados. No hubo un solo silbido, ni una consigna, los miles de trabajadores reunidos se esperaron, abrieron espacio, y hasta que terminó la ceremonia, reiniciaron los gritos como si no hubiesen sido interrumpidos. Eso si, con la certeza de que se había pretendido desactivar la repulsa. Más tarde en diez camiones, los marinos abandonaron el Zócalo y se vio entre los vehículos caras de desconcierto, mientras la manifestación se reanudó.
A ocho días de que venza el emplazamiento de huelga del SME, Martín Esparza cerró su discurso refiriéndose a la posibilidad de una huelga en Luz y Fuerza del Centro, y lanzó una pregunta a los directivos de la paraestatal: “¿cómo quieren arreglar la negociación con luz o sin luz?” porque según dijo están dispuestos a bajar el switch porque los trabajadores de este sector y de todos se merecen el mismo aumento que se les dio a los militares. Si nos quieren provocar y llevar a la huelga “estamos preparados” dijo y pidió que en todas los centros de trabajo se pongan mantas que demanden: “Salario mínimo al gabinete para que vea lo que se siente”.