LO QUE EL PROzac NOS DEJO EN MEXICO: VIOLACION A LOS DERECHOS HUMANOS

Fox, Soberanes y Calderón

Por Eduardo Ibarra Aguirre

Hablar de la feria según nos va a cada uno en ella, es práctica individual que ejercitan amplios sectores de la sociedad mexicana.

Que usted o yo lo hagamos, acaso podría no tener la menor trascendencia que afecte, para bien o para mal, a terceros. Pero son palabras mayores que incurra en esta primaria actitud el doctor José Luis Soberanes Fernández .

Más aún si lo hace al rendir su informe como presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ante Felipe de Jesús Calderón Hinojosa .

Primero permítame destacar un pertinente diagnóstico del indebidamente llamado ombudsman (defensor del pueblo, de acuerdo al origen sueco del vocablo) nacional.

Planteó Soberanes que nuestro país se encuentra en una situación precaria a causa del debilitamiento del Estado por la “aparente ausencia de autoridad” que durante el gobierno de Vicente Fox Quesada propició una espiral de violencia interminable, la impunidad del crimen organizado y las arbitrariedades de los cuerpos policiacos (y del Ejército vestido de gris y de verde, es preciso agregar) en Atenco, estado de México; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Oaxaca capital y la zona metropolitana; y Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, Coahuila.

Incluso volvió a plantear, como lo hizo ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión al rendir este mismo informe que seguramente el demócrata Fox Quesada no le permitió presentar en Los Pinos, que los defensores de los derechos humanos y él mismo fueron víctimas de una “persecución política tolerada, y quizá auspiciada” desde el Ejecutivo. Además de mil 700 ejecuciones del crimen organizado durante 2006 y éste como el año negro para la prensa.

Lo digo de otro modo: 30 periodistas asesinados durante el sexenio de la autodenominada pareja presidencial y cinco desaparecidos establecen un negro récord en la historia nacional.

Retomo el diagnóstico: “Es indispensable comenzar a preocuparnos por el tipo de gobierno existente y por el grado de gobierno en algunas regiones. Urge más república en nuestra democracia”.

Y enseguida precisó: “Nuestra intención no es ser verdugos, sino presentar instrumentos para mejorar el servicio público”. Mientras la CNDH no se asuma como auténtica defensora del pueblo y su relación con el Ejecutivo dependa de cómo trate éste al presidente de aquella, persistiremos en las frivolidades del cómo nos fue en la feria.

O para decirlo con las palabras que Soberanes Fernández empleó con Carmen Aristegui en Hoy por Hoy , para justificar su contento al reconocerle a Calderón un “empeño honesto y necesario” en el combate al crimen organizado: “Antes contestaban mis informes hablando de la inmortalidad del cangrejo. Ahora me responden”.

Efectivamente, el michoacano le contestó puntualmente con su primer discurso sobre la vital materia de las garantías individuales, en México, los derechos humanos, en la aldea: “No creo en la mano dura que tiene una connotación de desconocer los derechos. Sí creo en la mano firme de un gobierno que es capaz de cumplir y hacer cumplir la ley, respetando los derechos de todos y todos los derechos”.

Desde el auditorio se escuchó una sonora carcajada de Eduardo Medina Mora , actual procurador general de la República y secretario de Seguridad Pública cuando rechazó recomendaciones de la CNDH sobre Atenco. Y en primera fila, Francisco Javier Ramírez Acuña , gobernador de Jalisco con licencia y actual secretario de Gobernación, sonreía discretamente.

Lo más preocupante es que Calderón Hinojosa no fue ajeno a la autorización del operativo más militar que policíaco y que colocó a la orden del día la arbitrariedad en Oaxaca. Y abiertamente responsable es el titular del Ejecutivo de la virtual suspensión de garantías individuales que padecen los habitantes de ocho estados de la República