BUSH REPUDIADO EN YUCATAN
George W. Bush, cuyo gobierno ha manchado de sangre a la humanidad, al momento de arribar a Mérida con su esposa Laura.- (AP)
En medio de furibundas protestas, un generalizado clima de tensión, quema de banderas de EU y manifestaciones de repudio al "cerco metálico" impuesto en 45 manzanas al Norte de la ciudad, fue recibido George W. Bush en Mérida/ Arbitraria detención de 3 jóvenes
Una ola de encendidas protestas ante el cerco militar impuesto en los hoteles Fiesta Americana, Hyatt Regency, Holiday Inn y Villa Mercedes, el área del Monumento a la Patria y el Centro Histórico de la ciudad recibió al presidente de los Estados Unidos, George Walker Bush, a su arribo a Mérida, anoche a las 21:06 horas.
--¡Bush, asesino, no eres bienvenido! --corearon los jóvenes que repudiaron la llegada del mandatario estadounidense al tiempo que se lanzaron a patadas contra el impresionante cerco metálico de tres metros de altura, detrás del cual se ubicaron grupos de choque de la Policía Federal Preventiva listos para entrar en acción por si a alguno se le ocurría brincar lo que denominaron "el nuevo muro de Berlín".
Mientras la limusina de Bush era escoltada por unas 50 camionetas Suburban blindadas y vigilada por un helicóptero Black Hawk de la Marina de los Estados Unidos, desde el aeropuerto internacional hasta el hotel donde anoche se hospedó, los manifestantes no sólo se lanzaron contra las vallas metálicas, sino que incendiaron, frente al Palacio Municipal, diversas réplicas de la bandera del vecino país del Norte.
--¡Bush, eres un fascista, lárgate de Mérida! --gritaban una y otra vez los manifestantes que, enardecidos, pintaron consignas contra el presidente de los Estados Unidos en una sucursal del banco BBV y en la antigua sede del Consulado de ese país.
El escudo estadounidense que aún permanece en aquella antigua sede diplomática quedó cruzado por una equis y a su lado dibujaron una svástica.
En aquellas vallas metálicas de tres metros de altura con las que cercaron los hoteles una mujer escribió: "¡Bush, asesino!", leyenda que también quedó en aquella sucursal bancaria, poco después de que elementos de la Secretaría de Protección y Vialidad detuvieron ilegalmente a tres jóvenes manifestantes en las narices de este reportero.
La llegada del Presidente de los Estados Unidos se dio en un generalizado clima de tensión nunca antes visto en la ciudad de Mérida, debido a que el cerco militar impuesto a su alrededor es violatorio de garantías constitucionales como el libre tránsito.
Sin embargo, en punto de las siete de la noche diversos yucatecos comenzaron a reunirse en el parque de Santa Ana donde repudiaron el virtual Estado de Sitio en el que viviremos durante estos días. Una señora manifestó que ese cerco "es un atentado a nuestra soberanía, pues es una vergüenza que en nuestro país seamos hostigados de esa manera, gracias a Calderón y a Patrón Laviada".
La marcha partió poco después de las siete y media de la noche, cuando faltaba una hora y media para el arribo de Bush a bordo del Air Force One en el aeropuerto internacional de la ciudad de Mérida.
Los manifestantes colocaron las mantas de un lado y de otro en la carretera. En ellas escribieron: "Bush, que los niños que matas y mutilas en Irak te persigan toda la eternidad", "Bush, el asesino, debe morir en la silla eléctrica por pelaná, ¿qué haremos con el perrito de Bush?", "¡Que gobiernen las putas porque sus hijos, Bush, Aznar, Fox y Calderón, ya no pueden!".
Gerardo Fernández Noroña, secretario de Prensa del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática, se unió a la marcha junto con otros militantes perredistas, así como personas que estuvieron apoyando a Andrés Manuel López Obrador en la campaña política federal del año pasado.
Mientras caminaban sobre el Paseo de Montejo iban gritando consignas como "¡Bush, fascista, te queremos en la lista!" o "¡Señora Hinojosa, por qué parió esa cosa!".
--¡No más guerras! ¡No más guerras! ¡No más guerras!
La policía cerró la circulación sobre el Paseo de Montejo debido a que la manifestación se extendió más de dos cuadras rumbo al Norte. Al llegar a los hoteles se lanzaron contra el cerco metálico a puntapiés, golpes y mentadas de madre.
--¡Asesinos, hijos de puta, vendidos!
--¡No tienen huevos, putos!
A las nueve de la noche alguien los enteró de que en el aeropuerto ya estaba el presidente de los Estados Unidos. "¡Ya llegó ese hijo de puta!", gritaron. Y contra las vallas se lanzaron con más fuerza, con más ímpetu. Dos de ellos incluso escalaron hasta arriba pero no lograron brincar, mientras los golpeadores de la PFP se alistaban con las macanas.
--¡Vengan a mancharse de sangre! ¡Mánchense de sangre con nosotros! ¡No les tenemos miedo! ¡Son unos traidores a la patria por cuidar a un hijo de puta como ese cabrón de Bush! ¡Salgan, hijueputas! ¡Si quieren a la Patria no protejan a un desgraciado genocida!
Por un momento pareció que las vallas iban a ceder ante las patadas y los empujones, pero se encontraban perfectamente ancladas no sólo en el pavimento, sino apoyadas de tal manera sobre bases de metal, que sólo con alguna fuerza descomunal o estrellando algún vehículo contra ellas era posible destruirlas. De cualquier manera si alguien lograba pasarlas, los militares estaban esperando para entrar en acción.
Varios de los jóvenes que protestaban entonces se dirigieron al Monumento a la Patria que para esa hora era resguardado por decenas de policías antimotines que también cercaron la sucursal de McDonalds que está en la Plaza Cristal Chedraui.
Después de permanecer un rato ahí los manifestantes regresaron por la zona de los hoteles, donde ya se encontraba Bush descansando en alguno de ellos tras arribar acompañado de su esposa Laura Bush. De nueva cuenta los yucatecos que repudiaron esta visita se lanzaron contra las vallas.
Dos jóvenes blandieron una caricatura. En ella se veía a Bush con un traje de patiño paseando a un perro con la cara de Calderón Hinojosa. Arriba se leía: "El perro del imperio".
--¡Muerte a Bush! ¡Muerteeeeee!
En el retorno a la plaza de Santa Ana tres jóvenes quedaron rezagados, momento que aprovecharon los policías antimotines enviados ex profeso por el secretario de Protección y Vialidad, Javier Medina Torre, para que los detuviesen de manera por demás ilegal, mediante un procedimiento violatorio a todas luces de las garantías individuales, porque estas personas, que logramos identificar como Víctor Manuel, Jesús Miguel y Julio, sólo caminaban tranquilamente.
La SPV aprovechó para fabricarles los delitos de daño en propiedad ajena porque según ellos rompieron los cristales de la antigua sede del Consulado de los Estados Unidos, pero el arresto se dio sin que hubiera flagrancia y mucho menos una querella judicial.
Las camionetas 1818 y 1814 fueron enviadas a detener a estos jóvenes con el claro objetivo de intimidar a los manifestantes, pues los ánimos contra la llegada de Bush eran por demás encrespados y presagiaban que las cosas se iban a poner mucho más violentas.
Finalmente los manifestantes enviaron una comitiva de personas a que buscasen como liberar a estos jóvenes de la policía, además de que la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Yucatán envió dos visitadores para los trámites correspondientes.
Eso, sin embargo, no arredró a los manifestantes que, sabedores de que Bush ya se encontraba en suelo yucateco, marcharon hasta el Palacio de Gobierno donde a gritos enfrentaron a la guardia. De ahí se manifestaron frente al Ayuntamiento de Mérida, donde el presentador de noticias Javier Alatorre se encontraba a punto de iniciar la transmisión de Hechos de Televisión Azteca, empresa a la que tildaron de fascista, vendepatrias, traidora de los mexicanos.
Frente al Ayuntamiento de Mérida los jóvenes incendiaron unos cartones que llevaron a manera de banderas de los Estados Unidos, además de que quemaron varias cartulinas con el rostro de Bush. Sobre uno de los camiones de la empresa televisora expresaron su más encendido repudio ahora no sólo contra el mandatario estadounidense, sino contra las televisoras mexicanas.
En el camión de Tv Azteca donde aparece la imagen del conductor del noticiero Hechos pintaron: "Mentiroso" y "La ignorancia es sabiamente usada", además de que rompieron uno de los espejos retrovisores de estos camiones, lo que enojó a personal de esa empresa.
Pero los jóvenes les exigieron que digan la verdad, que no sean "lameculos de ese genocida que acaba de llegar a Mérida" y que escuchen al pueblo de México. Ya para esa hora coreaban libertad para los presos políticos, educación para los obreros y muerte a Bush.
--Bush, fascista, pinche terrorista!
Y en uno de los negocios de al lado del Ayuntamiento tenían un televisor encendido que en el momento en que se transmitía por las noticias la aparición de Bush en la escalerilla del Air Force One, comenzaron a gritar: "¡Ya llegó el asesino, ya llegó el asesino!".
Y es que Bush fue llevado del aeropuerto al hotel en una limusina a la que subió por la parte derecha, mientras que su esposa lo hizo por la parte izquierda. Ese vehículo fue escoltado por más de 50 camionetas Suburbans blindadas, con equipos de radiocomunicación aislantes de cualquier señal de telefonía celular en un kilómetro a la redonda y seguidos muy de cerca desde el aire por un helicóptero Black Hawk.
Antes de Bush llegó, hacia las siete de la noche, Calderón Hinojosa. Pero el presidente de los Estados Unidos fue recibido por Patricio Patrón Laviada, la canciller Patricia Espinosa Cantellano y el jefe de Protocolo, Eduardo del Río.
Calderón y Bush desayunarán hoy en la Hacienda Temozón, propiedad del neobanquero Roberto Hernández Ramírez, acusado de vínculos con el narcotráfico desde 1997 por los diarios POR ESTO!, que ya se encuentra bajo el control de fuerzas de seguridad tanto de México como de Estados Unidos.
Por su parte, Margarita Zavala, esposa de Calderón Hinojosa, y Laura Bush, cónyuge del mandatario estadounidense, cumplirán con una agenda por separado en Mérida, aunque si estarán en Temozón y en el recorrido por la zona Arqueológica de Uxmal.
De acuerdo con la información recabada, en la reunión Calderón Hinojosa y George W. Bush no tendrán ningún tema prioritario en la revisión de la agenda en la que han incluido migración, seguridad fronteriza, lucha contra el narcotráfico, comercio, medio ambiente, educación y desarrollo sustentable.
En la comitiva mexicana se encuentran los secretarios de Hacienda, Agustín Carstens, y de Economía, Eduardo Sojo Garza-Aldape. Las reuniones hoy en Temozón serán con la participación de los mandatarios, sus respectivas cancilleres, Patricia Espinosa y Condoleezza Rice, y dos funcionarios más que serán designados en su momento por los mandatarios.
Se espera que aborden temas de la Alianza para la Prosperidad y la Seguridad en América del Norte (ASPAN), y otros temas de carácter regional, además de la situación política y social que se vive en Latinoamérica. La seguridad de ambos personajes está a cargo de unos 9 mil elementos de diversas corporaciones, tanto militares como policiacas y de inteligencia de México y EU.