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jueves, 22 de febrero de 2007

NORBERTO RIVERA Y LOS CODIGOS SECRETOS EN EL CLERO

Rivera revela existencia de un código
secreto de comunicación en la Iglesia

Revista Proceso
alejandro maciel

Los Ángeles, 21 de febrero (apro).- En una sorpresiva declaración firmada y presentada ante la Corte Superior de Los Ángeles, respecto de la demanda del joven Joaquín Aguilar, quien lo acusa de “conspiración a la pederastia”, el cardenal Norberto Rivera reveló que en la Iglesia católica existe un código secreto para comunicarse entre sí.

Miembros del grupo de Sobrevivientes de Abusos de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), dieron a conocer en una conferencia de prensa el documento dirigido a las autoridades estadunidenses y firmado por el cardenal Rivera, en el cual hace la revelación.

En su declaración, el arzobispo primado de México asegura que en la carta que envió al cardenal Roger Mahony, le especifico, en el código secreto, los problemas del sacerdote Nicolás Aguilar.

“Dejé al cardenal Mahony la decisión de permitir al padre Aguilar trabajar en la Arquidiócesis de Los Ángeles, sin embargo, como sospechaba que el padre Aguilar podría ser homosexual, advertí que la motivación del viaje del padre Aguilar a Los Ángeles, era ‘por motivos familiares y de salud’. La frase ‘motivos familiares y de salud’ se usaba dentro de la Iglesia para advertir que un sacerdote padece de algún tipo de problema”.

En la página 4 del documento, avalado por los abogados Michael L. Cypers, Todd E. Lundell, Evan M. Wooten y Steven R. Selsberg, el cardenal Rivera agrega:

“El 12 de marzo de 1987, el padre Aguilar me escribió de Venice, California, explicando que se había entrevistado con monseñor Thomas Curry, de la Arquidiócesis de Los Ángeles. A nombre del monseñor Curry, el padre Aguilar solicitó que le escribiera confidencialmente al entonces arzobispo Roger Mahony con el fin de (a) evaluar al padre Aguilar como sacerdote; (b) señalar mi entendimiento de las razones del viaje del padre Aguilar a Los Ángeles y (c) recomendar al padre Aguilar para realizar trabajo pastoral en Los Ángeles. En ese momento entendí que monseñor Curry estaba buscando descubrir los hechos que me habían orillado a describir la visita del padre Aguilar como ‘por motivos familiares y de salud’.”

El 23 de marzo de 1987, asegura Norberto Rivera, envió una carta confidencial a Roger Mahony, con copia para monseñor Curry en la que señala:

“… (a) El padre Aguilar contaba con el aprecio de sus colegas y sus feligreses y (b) que el padre Aguilar solicitó dejar la Diócesis con el fin de ir a trabajar en la Arquidiócesis de Los Ángeles. Además, hice referencia al asalto del padre Aguilar en 1986 y establecí que se sospechaba que la causa fundamental que provocó ese asalto era debido a problemas de homosexualismo.”

El coacusado en la demanda presentada por Joaquín Aguilar Méndez, víctima de abuso sexual del sacerdote Aguilar, asegura que el 23 de marzo de 1987 escribió una carta al sacerdote para informarle de la misiva confidencial que envió al cardenal Mahony y a monseñor Curry.

Detalla que el 20 de diciembre de 1987 el padre Aguilar le solicitó permiso para servir indefinidamente en la Arquidiócesis de Los Ángeles, pero que nunca le contestó.

“Yo nunca transferí al padre Aguilar a la Arquidiócesis de Los Ángeles. Como obispo de la Diócesis, bajo la Ley Canónica, yo no tenía autoridad para transferir al padre Aguilar, o a ningún sacerdote, fuera de la Diócesis de Tehuacan. Más bien, otorgué permiso al padre Aguilar para servir en Los Ángeles bajo la condición de que el cardenal Mahony lo aceptara para dicho servicio, y advertí al cardenal Mahony de mi sospecha de que el padre Aguilar sufría de problemas de homosexualismo”, agrega.

El cardenal mexicano afirma que todo había quedado a nivel de sospecha y que nunca fue conciente de los problemas del sacerdote Aguilar. “Mi carta no se refirió a ninguna supuesta actividad homosexual con menores de edad. No obstante yo nunca recomendé al padre Aguilar para trabajo pastoral en la Arquidiócesis de Los Ángeles en esa carta, como el padre Aguilar lo había solicitado, ya que no estaba seguro de si era apto para dicho trabajo.”

El documento, que forma parte del caso BC358718, radicado en el Tribunal Superior del estado de California, con fecha del 12 de febrero, indica que el cardenal Norberto Rivera hace esta declaración, como una forma especial, “con el único propósito de impugnar la jurisdicción de este tribunal” sobre su persona. “No he consentido, ni consiento la jurisdiccion en el estado de California”, subraya.

Sin embargo, el prelado asegura que en caso de que sea citado, “podría testificar de manera competente en este caso”.