LOS YUNQUISTAS SE DAN GOLPES TRAIDORES ENTRE ELLOS
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El Partido Acción Nacional atraviesa una zona de tensión, turbulencia y conflicto. Desde Aguascalientes hasta Yucatán pasando por Guerrero, los blanquiazules viven entre luchas internas, expulsiones, renuncias, traiciones y hasta asesinatos.
En este contexto, Manuel Espino encabeza dentro del partido gobernante, a un bloque de ex colaboradores del ex presidente Vicente Fox con la firme intención de consolidar su ambicioso proyecto por el control político de Acción Nacional, no importándole atropellar en el camino al primer Mandatario.
Así, Espino con sus constantes declaraciones y activismo en consonancia con la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), se ha convertido en un factor de desestabilización nacional, ya que es el operador de intereses hegemónicos y transnacionales; así como el promotor de una oposición encubierta contra Felipe ! Calderón, para ganarle posiciones y ser más representaivo, rompiendo todas las formas protocolarias y transgrediendo normas gubernamentales de cordura.
El líder de la ODCA no quiere entender que el Presidente de la República debe conciliar y ser incluyente con todas las fuerzas políticas del país, para hacer posible una gobernabilidad armoniosa, y ha incorporado al CEN del blanquiazul a los ex secretarios Luis Ernesto Derbez, Francisco Javier Salazar y Carlos Abascal, no solamente para representar los intereses de la pareja Fox- Sahagún, sino para trazar tareas estratégicas en su proyecto político personal hacia la Presidencia en 2012.
Manuel Espino parece ignorar que el Presidente de México no puede ni debe asumir una visión hegemónica que no coincida con la historia y tradición nacionales. Es decir, no se aspira a ser un país conquistador, ni impositivo de l&iac! ute;neas trasnacionales, sino soberano y líder.
! Hasta an tes del episodio en España con su crítica a José Luis Rodríguez Zapatero durante la visita de Calderón al país ibérico, ya existía una estrategia moderada en Los Pinos, pero no por ello menos firme, para ir restándole poder a Espino y a su grupo, ganándoles posiciones y candidaturas en los meses por venir, especialmente el 2 y 4 de junio, cuando se lleve a cabo la renovación del Consejo Nacional panista, en la Asamblea Nacional de dicho partido.
La lucha del equipo presidencial tiene por objetivo lograr una mayoría de consejeros nacionales, ya que hoy día Espino controla al 60 por ciento de ellos, y a partir de ahí, poder crear las condiciones que garanticen el relevo de este último en la Presidencia nacional del partido para 2008, logrando el triunfo de un dirigente más cercano al proyecto de Felipe Calderón.
Es momento de hacer un alto en el ! camino y recordarle a Espino que no es insustituible y que si se decidiera consultar a las bases del panismo nacional, éstas se inclinarían mayoritariamente por brindarle su respaldo a Felipe Calderón como presidente del país, que a Espino, como presidente del partido. Por su sobrevivencia política y la salud de la República, es urgente que Espino ponga fin a tantos golpes bajos y deje de trastocar los intereses nacionales que debe preservar el Jefe del Ejecutivo.