UNA PRUEBA MAS DE QUE FeCAL ES FALSO Y ALCOHOLICO DE DOBLE DISCURSO
Incremento a mínimos, bautizo de la política de represión salarial, advierte
Condena Calderón al hambre a uno de cada cuatro trabajadores: Bertha Luján
La funcionaria del "gobierno legítimo" critica el servilismo de la CNSM al apoyar la farsa
PATRICIA MUÑOZ RIOS
El "grotesco y ridículo" incremento de un peso con 90 centavos a los salarios mínimos representa el bautizo de la política de "represión salarial" del gobierno de Felipe Calderón, con la que condena al hambre y la "sobrevivencia" a uno de cada cuatro trabajadores de bajos ingresos, y profundiza la desigualdad nacional, advirtió Bertha Luján, secretaria de Trabajo del "gobierno legítimo" de México.
Destacó que la administración panista arrancó en "sentido contrario" a lo que prometió, ya que al fijar una política económica que aprieta más el cinturón a los que menos tienen, se colapsará la demanda interna, se deprimirá más el mercado nacional y, por ende, no se generarán empleos.
En entrevista, explicó que esta política se restricción salarial consolidará a México como el país con la mano de obra más barata de la región y prácticamente del mundo, y sacrifica a las mayorías a seguir en la línea de la pobreza.
Este gobierno optó por el "continuismo" y por aplicar la receta de "más de lo mismo" para los trabajadores, ya que en lugar de buscar las soluciones de fondo a los problemas, los ahonda. Por ejemplo, dijo, tras asuntos como la "migración desmedida, el crecimiento de la economía informal e incluso de la delincuencia, se encuentra la falta de empleos en el país y los salarios de miseria que se pagan".
Consideró que el ajuste a los mínimos se pulverizó desde antes de que fueran determinados, por los aumentos a la gasolina, el gas, la leche Liconsa, la tortilla y el pan, "y la mayoría de los productos de la canasta básica que ya fueron retiquetados". Advirtió que lo más grave es que el 3.9 por ciento de incremento a los mínimos se tomará como "techo" para contener y castigar las demandas de revisión salarial de todos los sectores para el próximo año.
La farsa evidente en que participó la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM) para convalidar la burla a los trabajadores con el aumento de 1 peso con 90 centavos, se acompañó del servilismo del sector obrero corporativo, que sólo sirve de comparsa al gobierno y los empresarios.
El debilitamiento del sector sindical es lo que ha quedado de décadas de subordinación al gobierno, a cambio de que se le deje mantener su negocio millonario de contratos de protección y de "sindicatos blancos". Por ello, el Congreso del Trabajo y todas las organizaciones que lo componen convalidan la negociación de los mínimos de la manera más nefasta y oscura, sostuvo la secretaria del Trabajo del "gobierno legítimo".
En su opinión, sí hay un camino político con alternativa real y "no populista", que se basa sobre todo en la justicia social y que propone una "política de recuperación salarial" a través de una reforma fiscal e incrementos más justos a los trabajadores. Esta política deberá tomar en cuenta la inflación real y también la esperada, para fijar los aumentos a los mínimos, y además deberá contemplar como punto central el pago de productividad para los trabajadores.
Hasta ahora consideró, en México ha habido un crecimiento importante de la productividad que, obviamente, deja ganancias a las empresas, pero no se compensa a los trabajadores. Esto sólo ha servido para hacer más ricos a los empresarios, sin que los obreros vean un solo peso de su mayor esfuerzo, y esta política debe cambiar, porque los patrones tienen que pagar la productividad como en todos los países del mundo, y eso "no es populismo", dijo Bertha Luján.
Por último, desmintió que el salario mínimo sólo lo reciban medio millón de trabajadores, ya que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática establece que uno de cada cuatro integrantes de la población económicamente activa (PEA) percibe el mínimo o menos; además, afirmó que sólo es un pretexto el señalar que se restringen los aumentos para contener la inflación, porque la marejada de aumentos que se ha dado en las últimas semanas lo niega.
"Lo que está claro es que con estas políticas se sigue favoreciendo a la cúpula empresarial, ya que son medidas que han encumbrado a este sector, al grado de que aquí se tienen empresarios que están entre los más ricos del mundo", remató.
La funcionaria del "gobierno legítimo" critica el servilismo de la CNSM al apoyar la farsa
PATRICIA MUÑOZ RIOS
El "grotesco y ridículo" incremento de un peso con 90 centavos a los salarios mínimos representa el bautizo de la política de "represión salarial" del gobierno de Felipe Calderón, con la que condena al hambre y la "sobrevivencia" a uno de cada cuatro trabajadores de bajos ingresos, y profundiza la desigualdad nacional, advirtió Bertha Luján, secretaria de Trabajo del "gobierno legítimo" de México.
Destacó que la administración panista arrancó en "sentido contrario" a lo que prometió, ya que al fijar una política económica que aprieta más el cinturón a los que menos tienen, se colapsará la demanda interna, se deprimirá más el mercado nacional y, por ende, no se generarán empleos.
En entrevista, explicó que esta política se restricción salarial consolidará a México como el país con la mano de obra más barata de la región y prácticamente del mundo, y sacrifica a las mayorías a seguir en la línea de la pobreza.
Este gobierno optó por el "continuismo" y por aplicar la receta de "más de lo mismo" para los trabajadores, ya que en lugar de buscar las soluciones de fondo a los problemas, los ahonda. Por ejemplo, dijo, tras asuntos como la "migración desmedida, el crecimiento de la economía informal e incluso de la delincuencia, se encuentra la falta de empleos en el país y los salarios de miseria que se pagan".
Consideró que el ajuste a los mínimos se pulverizó desde antes de que fueran determinados, por los aumentos a la gasolina, el gas, la leche Liconsa, la tortilla y el pan, "y la mayoría de los productos de la canasta básica que ya fueron retiquetados". Advirtió que lo más grave es que el 3.9 por ciento de incremento a los mínimos se tomará como "techo" para contener y castigar las demandas de revisión salarial de todos los sectores para el próximo año.
La farsa evidente en que participó la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM) para convalidar la burla a los trabajadores con el aumento de 1 peso con 90 centavos, se acompañó del servilismo del sector obrero corporativo, que sólo sirve de comparsa al gobierno y los empresarios.
El debilitamiento del sector sindical es lo que ha quedado de décadas de subordinación al gobierno, a cambio de que se le deje mantener su negocio millonario de contratos de protección y de "sindicatos blancos". Por ello, el Congreso del Trabajo y todas las organizaciones que lo componen convalidan la negociación de los mínimos de la manera más nefasta y oscura, sostuvo la secretaria del Trabajo del "gobierno legítimo".
En su opinión, sí hay un camino político con alternativa real y "no populista", que se basa sobre todo en la justicia social y que propone una "política de recuperación salarial" a través de una reforma fiscal e incrementos más justos a los trabajadores. Esta política deberá tomar en cuenta la inflación real y también la esperada, para fijar los aumentos a los mínimos, y además deberá contemplar como punto central el pago de productividad para los trabajadores.
Hasta ahora consideró, en México ha habido un crecimiento importante de la productividad que, obviamente, deja ganancias a las empresas, pero no se compensa a los trabajadores. Esto sólo ha servido para hacer más ricos a los empresarios, sin que los obreros vean un solo peso de su mayor esfuerzo, y esta política debe cambiar, porque los patrones tienen que pagar la productividad como en todos los países del mundo, y eso "no es populismo", dijo Bertha Luján.
Por último, desmintió que el salario mínimo sólo lo reciban medio millón de trabajadores, ya que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática establece que uno de cada cuatro integrantes de la población económicamente activa (PEA) percibe el mínimo o menos; además, afirmó que sólo es un pretexto el señalar que se restringen los aumentos para contener la inflación, porque la marejada de aumentos que se ha dado en las últimas semanas lo niega.
"Lo que está claro es que con estas políticas se sigue favoreciendo a la cúpula empresarial, ya que son medidas que han encumbrado a este sector, al grado de que aquí se tienen empresarios que están entre los más ricos del mundo", remató.